sábado, 25 de febrero de 2012

¿ CÓMO VAS DE MAGNESIO?./ SOBREVIVIR A LA TRAGEDIA.

TÍTULO: ¿ CÓMO VAS DE MAGNESIO?.

  • Deberíamos tomar 400 mg diarios de este mineral a través de la alimentación, pero nuestra dieta casi nunca llega a esa cifra. Muchos achaques están relacionados con el défi cit de magnesio. Así que, a partir de ahora, piensa, ¿has llenado hoy tu depósito?.




  • Entre el 70 y el 80% de las personas sufren carencia de magnesio. ¿Es peligroso? No, pero debido a su función de pivote, cuando no tenemos el suficiente, nuestra delicada mecánica celular se bloquea y, entonces, aparecen trastornos de manera aguda o recurrente: estrés, ansiedad, cansancio, insomnio, antojo de dulces por las noches, calambres, dolor de cabeza, estreñimiento...

    Para evitar o atenuar estos males, deberíamos tomar entre 300 y 400 mg de este mineral al día a través de la alimentación. Sin embargo, nuestra dieta nos proporciona, de media, dos veces menos. Algo que solemos pasar por alto. "Dado que el diagnóstico y la corrección del déficit de magnesio no se enseñan en la universidad, la mayoría de los médicos piensan que se trata de un simple complemento para el bienestar", deplora Jean-Paul Curtay, médico nutriterapeuta, autor de 'Nutriterapia guía familiar de los alimentos que nos cuidan'(Ed. De Vecchi). El resultado es que optan preferentemente por medicamentos que solo corrigen el síntoma del que se queja el paciente, pero no el déficit, corriendo el riesgo de agravar el problema porque, como explica la dra. Kathy Bonan, nutricionista y autora 'Comer con inteligencia'(Ed. Apóstrofe): "Ciertos medicamentos, como la insulina en el caso de los diabéticos o los diuréticos para tratar la hipertensión, son una causa suplementaria de déficit de magnesio. El mismo problema se plantea con nuestra alimentación, demasiado abundante en productos refinados, que son también grandes consumidores de magnesio". En todo caso, aún cuando nuestra ingesta de magnesio sea suficiente, estos recursos se dilapidan rápidamente...

    Entonces, ¿cómo podemos consolidar una buena reserva? Tomándolo en dosis de 100 mg junto con las tres comidas cotidianas. Esta es la estrategia clásica. También podemos inclinarnos por dosis más pequeñas de 50 mg, tomadas entre tres y seis veces por día. Más allá de este tratamiento a largo plazo, a continuación hacemos un zoom sobre curas supletorias para combatir síntoma a síntoma.


    ALIVIA LA ANSIEDAD

    Antes de tomar ansiolíticos, somníferos o calmantes, es mejor corregir el déficit de magnesio. En casos de desánimo, puede actuar de forma muy rápida, en apenas 15 minutos. También es útil en caso de depresión. Las investigaciones defienden la idea de que es tan eficaz como los psicotrópicos, pero sin sus efectos secundarios. "La mayoría de los malestares desaparecen o se reducen a un nivel tal que somos capaces de manejarlos. En casos de impaciencia, impulsividad, irritabilidad, ansiedad o ante la tendencia a consumir azúcares, tabaco o alcohol, también aconsejo consumir glúcidos de absorción lenta (legumbres, cereales) en cada comida. Todo esto eleva de manera eficaz el nivel de serotonina, sin necesidad medicamentos". explica el dr. Jean-Paul Curtay.

    Cómo utilizarlo: para la fase de 'ataque' contra este tipo de síntomas aconseja tomar de 400 a 600 mg de magnesio por día (asociado con la vitamina B6), de uno a tres meses. Esta fase permite recuperar la energía y la resistencia al estrés. Comienza a continuación la fase "de estabilización", que varía en función de cada paciente.


    AYUDA A DORMIR MEJOR
    En casos de insomnio o de constantes despertares nocturnos que imposibilitan el descanso, el magnesio puede ser determinante ya que este mineral activa la liberación de las hormonas implicadas en el sueño y la relajación: la melatonina y la serotonina. Y si tu objetivo es decir adiós a los somníferos, el magnesio puede tomar el relevo.

    Cómo utilizarlo: para evitar el efecto excitante de este mineral (que lo tiene porque es un gran libreador de energía), es mejor consumirlo asociado a sílice, que también se vende en farmacias. Para conseguir el efecto buscado toma, antes de acostarte, 50 mg de magnesio y 5 gotas de silicio.

    BORRA EL SÍNDROME PREMENSTRUAL 


    A medida que el nivel hormonal aumenta en el transcurso del ciclo menstrual, el del magnesio desciende. Las consecuencias las sufrimos unos días antes de la regla: el famoso deseo de dulces, la irritabilidad, la tristeza, las difi cultades para conciliar el sueño y la retención de líquido. El embarazo, la píldora y los tratamientos hormonales sustitutivos durante la menopausia también aumentan la necesidad de este mineral.

    Cómo utilizarlo: necesitas una cura durante las dos últimas semanas del ciclo, antes de la menstruación. Si las molestias persisten, asocia a la toma de magnesio cinco gotas de silicio, cuatro días antes de la regla.

    ESTABILIZA EL PESO
    El magnesio ocupa un lugar estratégico en el tratamiento del exceso de peso porque ayuda a reducir la sensación de hambre (muchas veces exacerbada por la fatiga y el estrés). Además, está implicado en el proceso de transformación de las calorías de los alimentos en energía para las células. En caso de déficit, las calorías tienden a almacenarse en mayor medida en nuestro organismo. De ahí la importancia de este mineral para conservar la línea, pero también para el corazón, contra el síndrome metabólico, la diabetes, etc...

    Cómo utilizarlo: tómalo justo antes de caer en la tentación de zamparte un bombón con el objeto de cortar esa pulsión por el picoteo.


    COMBATE LA FATIGA 

    Este mineral es imprescindible para fabricar energía en todos los niveles celulares del organismo, pero también para administrar ese stock de vitalidad y no desgastarnos inútilmente. Por eso resulta especialmente necesario si estamos expuestos a una situación de tensión y estrés.

    Cómo utilizarlo: empléalo puntualmente. Toma un comprimido de 50 mg cuando te notes agotada. Si la fatiga disminuye con el primer comprimido, para, si no, repite la toma.


    ¿CUÁL ELEGIR?

    Los antiguos suplementos de cloruros y sulfatos de magnesio pueden ocasionar dolor de estómago y tener un marcado efecto depurativo. Desgraciadamente, algunas de estas composiciones todavía se encuentran en el mercado. El magnesio de segunda generación, basado en sales orgánicas, se asimila de manera más sencilla y con menos efectos indeseables. Pero la tercera generación de magnesio es la más interesante, está hecha a base de glicerofosfato, no tiene ningún efecto indeseado y es igualmente eficiente. No hay riesgo de sobredosis, salvo en casos de insuficiencia renal. Por ello, antes de comprar, consulta a tu farmacéutico.


    LLENA TU DESPENSA DE MAGNESIO
    • Entre los alimentos más ricos en magnesio (los que poseen más de 500 mg/100 g), se encuentran el agar-agar, el cacao en polvo, las semillas de calabaza y la cebolleta y la menta deshidratadas. Productos ligeros que solo pueden ser consumidos en pequeñas cantidades, pero que tenemos que pensar en utilizar cotidianamente.
    • Muchos frutos secos están bien provistos de este mineral. En orden decreciente están: las nueces de Brasil (más de 300 mg por cada 100 g), los anacardos, las almendras y, a continuación, los cacahuetes, las nueces y las avellanas. No lo olvides: 30 g de almendras aportan un cuarto de la ración diaria recomendada de magnesio.
    • El marisco, si se elige correctamente, pueden ser una fuente excelente de magnesio. Los bígaros cocidos aportan entre 250 y 350 mg cada 100 g, los mejillones y gambas entre 50 y 100 mg.
    • Entre la leguminosas, hay que privilegiar las judías de todo tipo y las lentejas (más de 100 mg/100 g).
    • Los cereales del desayuno enriquecidos con salvado (entre 200 a 250 mg/100 g) y, en menor medida, los copos de avena, el muesli y el trigo inflado son también opciones a tener en cuenta. Añade a la lista de la compra las verduras verdes (acedera, espinacas, acelgas...), los plátanos, el chocolate negro, los higos y los albaricoques secos.

  • TÍTULO: SOBREVIVIR A LA TRAGEDIA.

    La imagen del crucero Costa Concordia, medio hundido, con miles de personas a bordo, fue noticia de apertura de todos los informativos y provocó inquietud y estupor entre la población. "¡Qué espanto, empezar unas vacaciones y acabar de ese modo!", nos decíamos. Los sucesos de esas características despiertan el interés general. Queremos saber qué ocurrió, por qué y hasta qué punto era evitable. Pero, como todo aquello que es incontrolable, este accidente apela, por un lado, a los sentimientos y, por otro, a la razón. "Me podría haber pasado a mí",pensamos consciente o inconscientemente, identificándonos con las víctimas.

    Las tragedias nos colocan frente a lo más oscuro de la condición humana, allí donde se desarrollan la cobardía, la irresponsabilidad, la mentira y la mezquindad con el semejante. Pero también sacan a la luz lo mejor: la solidaridad, la capacidad para ayudar, la generosidad... Citemos, por ejemplo, a Giuseppe Girolano, de 30 años y batería del grupo 'Dee Dee Smith', que tocaba en el salón del puente cuatro en el momento del accidente. La música era su vida y había conseguido por primera vez lo que quería después de varios trabajos precarios. Fue visto en cubierta a punto de subir a un bote, pero cedió su puesto a una mujer con su hijo. Sigue desaparecido. Lo mismo hizo Erika Fani Soria Molina, una camarera peruana que ayudó a muchos pasajeros a subirse a los botes, cedió su chaleco salvavidas a un anciano y, por ello, murió.
    LO MEJOR Y LO PEOR

    O Manrico Giampedroni, un destacado miembro de la tripulación, que se hirió gravemente la pierna cuando trataba de conducir a los pasajeros a un lugar seguro, quedando atrapado en el interior del barco durante 36 horas.

    A pesar de los gestos nobles, también descubrimos lo peor del ser humano, en este caso reflejado en la actuación del máximo responsable del crucero. Francesco Schettino, el capitán del crucero, abandonó el barco después de haber provocado el desastre al acercarse demasiado a la costa en un alarde de narcisismo, para complacer al 'maître', originario de la isla. Esta maniobra, que es habitual, se llama 'reverencia' y forma parte de las costumbres de este tipo de navíos.

    Mientras hacía su particular 'reverencia', el capitán se encontraba junto a Donmica Cemortan, su amante moldava de 25 años, que confirmó estar con él en el puente de mando cuando ocurrió la tragedia, algo prohibido porque en ese lugar solo pueden estar miembros de la tripulación. Ella continúa llamando a Schettino "su héroe" porque, tan atontada e infantil como él, no se ha dado cuenta todavía de quién es el villano de esta historia.

    En cuanto el barco empezó a hundirse, su máximo responsable, en un alarde de cobardía, lo abandonaba como un niño asustado y mentía a la comandancia del puerto asegurando que se encontraba a bordo cuando ya se había ido, dejando a su suerte a sus pasajeros. Después, cuando tuvo que explicar su conducta, afirmó que no había huido, sino que se había caído dentro de un bote de salvamento. Desde el puerto de Livorno, en una conversación grabada, el comandante Di Falco le ordenaba: "Escuche, Schettino, hay personas atrapadas. Súbase a bordo y me dice cuántas quedan. ¿Está claro?". A lo que el capitán del Costa Concordia responde: "¿Se da cuenta de que está muy oscuro y no se ve nada?". Di Falco, que increpó al capitán para que volviera al barco, ha sido tratado por todos como un héroe porque necesitamos contrarrestar la cobardía que el capitán mostró y la imagen bochornosa que transmitió al mundo. Pero el comandante del puerto no se siente especialmente heroico, y tiene toda la razón, pues al reprender a Schettino solo cumplía con su obligación.

    Los héroes de esta historia son tripulantes como Guiseppe o Erika, que ayudaron sin obligación ninguna a salvar vidas. Un heroísmo que, en algunos casos, pagaron con su propia vida. Pero incluso los que no fueron héroes, sino víctimas, también sufrirán las consecuencias de lo sucedido en el Costa Concordia durante largo tiempo y, mientras, padecerán una serie de síntomas que afectarán a su vida.

    NECESIDAD DE APOYO
    Muchas de las personas que han sobrevivido a esta catástrofe sufrirán el llamado 'estrés postraumático', cuyas principales señales son:
    • Bloqueo del yo: la persona afectada concentra toda su energía psíquica en intentar controlar la abrumadora excitación que le ha invadido. Bloquea la percepción de otras cuestiones y se concentra en el trauma, ya que esa excitación interna debe ser controlada antes de que puedan ser aceptados nuevos estímulos.
    • Ataques emocionales: después de una situación traumática, la víctima puede sufrir ataques de llanto, taquicardia, irritabilidad... Son descargas de emergencia.
    • Perturbaciones en el dormir: la aparición del insomnio es la consecuencia lógica ante la excitación inherente al suceso traumático. La repetición del trauma en sueños o pesadillas, aunque parezca tener un efecto torturante, es, sin embargo, una vía de descarga de la excitación acumulada.

    Repetición de los síntomas: pensar en lo sucedido una y otra vez resulta inevitable y constituye un intento de controlar de forma activa lo que ha sido vivido de manera pasiva e invasora. Tras un tiempo, que dependerá de la personalidad de cada uno y del impacto sufrido, estos síntomas comenzarán a ceder. Cuando se ha sido víctima de una catástrofe, el sufrimiento se puede aliviar si:
    • No se niega la realidad y se acepta que el malestar que se sufre es una reacción saludable y normal después de haber vivido una situación dolorosa.
    • Se puede llorar, ya que el llanto elimina una sobrecarga de afecto y tristeza que no puede ser expresado de otra forma.
    • Se habla de lo que ha sucedido para poder verbalizar sus sentimientos.
    • No se está solo: el apoyo de personas que sepan ayudar es imprescindible. Hay que respetar los tiempos de recuperación de cada persona y dar espacio a la expresión de lo que se ha vivido. Las reacciones tanto inmediatas como posteriores ante una tragedia son subjetivas y tienen relación con el psiquismo de la persona que lo sufre.

    LA MIRADA PSICOLÓGICA

    El interés por esta tragedia ha sido grande. Muchos turistas han viajado al lugar de los hechos para posar ante el barco hundido señalando, quizá, que ellos siguen de pie frente al coloso caído. Pero en este deseo puede haber algo más, la metáfora de que todo se está hundiendo mientras que los que deberían tirar el salvavidas abandonan el barco. Afortunadamente, el espíritu de colaboración prima sobre la voracidad de algunos poderosos que dirigen la economía del mundo.

    LA NOTICIA, CRÓNICA DE UN DESASTRE
    El pasado 13 de enero naufragó frente a la costa italiana de Giglio el crucero Costa Concordia en el que viajaban 4.200 personas. Una roca rasgó 70 metros el casco. El agua entró y el barco empezó a inclinarse. El terror y la angustia invadieron a pasajeros y tripulantes, presos de una situación caótica que ha provocado hasta la fecha 17 muertos y más de 60 desaparecidos. Al drama humano puede añadirse un daño ecológico enorme, ya que el barco tiene 2.300 toneladas de combustible. Se estudia qué hacer para evitar más daños.

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