La defensa de Pablo Ibar-foto-, condenado por triple asesinato, tiene 30 días para recurrir.
El español Pablo Ibar no ha logrado que el tribunal de Florida que en 2000 le condenó a muerte por triple asesinato aceptara repetir el juicio, por lo que seguirá en el corredor de la muerte a la espera de un recurso al Tribunal Supremo del estado.
El juez rechazó ayer anular la sentencia, en una breve audiencia que supuso un nuevo golpe para Ibar y su familia, originaria del País Vasco. El caso aún puede alargarse por lo menos dos o tres años más, según reconoce su abogado.
«Pablo ya se esperaba la mala noticia», reconoce la familia del preso guipuzcoano, que confía en que «se conozca la verdad» en el recurso que impondrán ante el Supremo del estado de Florida.
«Han sido muy malas noticias, después de tres años», afirmó Tania, esposa de Ibar, el único español condenado a muerte en Estados Unidos. La petición de repetición del juicio fue presentada en marzo de 2009. Que tardara tanto tiempo en haber un pronunciamiento había dado esperanzas a Pablo Ibar, cuyos padres emigraron a EE.UU. en la década de los años 70 y cuenta con doble nacionalidad.
Lo veía como garantía de la seriedad con que el juez estaba revisando la argumentación ofrecida por su abogado, Benjamin Waxman. «Tanto tiempo nos está consumiendo», declaró Tania entre lágrimas. Por su parte, la cónsul de España en Miami, Cristina Barrios, se declaró «bastante desolada», si bien aseguró que todos van a «seguir luchando».
Argumentos de la defensa.
La defensa alegaba que los derechos constitucionales de Pablo Ibar no habían sido respetados, pues no contó con una asistencia letrada efectiva (era un abogado de oficio que se encontraba enfermo y luego reconoció haber cometidos graves fallos) y porque la principal prueba de cargo (una foto borrosa sacada de una cinta de videovigilancia de escasa calidad) no era suficiente para condenar a una persona a muerte. En el escenario donde supuestamente se cometió el crimen no se encontraron huellas dactilares o ADN que inculpen al acusado de nacionalidad española.
El triple crimen ocurrió en junio de 1994 en un domicilio de la localidad de Mirarmar, en Florida. La Policía halló allí los cuerpos sin vida del propietario de la casa, Casimir Scharski, dueño de un club nocturno, y de dos mujeres, Sharon Anderson y Marie Rodgers. Poco después serían detenidos Pablo Ibar y Seth Peñalver. Ambos fueron a juicio en 1997, pero al año siguiente este fue declarado nulo por falta de acuerdo del jurado.
En el año 1999 comenzó un segundo juicio, que finalmente fue aplazado para Ibar y que para Peñalver supuso la condena a muerte. Ibar fue juzgado en 2000 y recibió la misma sentencia.
Sí para Peñalver.
Luego el Tribunal Supremo de Florida aceptó que Peñalver gozara de un nuevo juicio, pero lo denegó en el caso de Pablo Ibar. Cerrada esa vía, su abogado presentó una moción ante el tribunal original que lo había condenado alengando lo inadecuada que había sido su defensa y solicitando la anulación de la sentencia. Es ese tribunal el que ahora ha rechazado la petición presentada por la defensa de Ibar, que ahora tiene un plazo de treinta días para recurrir ante el Tribunal Supremo del estado.
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