Margaret Mazzantini ESCRITORA./ UN SUEÑO PARA EL COLECCIONISTA.

TÍTULO: Margaret Mazzantini ESCRITORA.

Margaret Mazzantini-foto- (Dublín, 1961), escritora y actriz italiana, es autora de varias novelas entre las que cabe destacar Non ti muovere (No te muevas), que inspiró la película homónima de su esposo, el director y actor Sergio Castellitto, con quien tiene tres hijos.
Como actriz, ha representado numerosos papeles en las obras teatrales Ifigenia de Goethe (1982), Venezia salvata (T. Othway, 1983), Las Tres Hermanas (Antón Chéjov, 1984), El Honesto Yago (Corrado Augias, 1985), El Alcalde de Zalamea (Calderón de la Barca, 1985), La Señora Julia (Johan August Strindberg, 1986), Antígona (Sófocles, 1986), Fausto (Goethe, 1987), Mi Fausto (Paul Valéry, 1987), El Niño (Susan Sontag, 1988), Praga mágica-Valeria (1989), Golpe Bajo (1994) y su propia obra Manola (de 1994 a 1998), así como en numerosas películas para el cine y la televisión.
Como novelista es autora de La palangana de zinc (1994) y Non ti muovere (No te Muevas, 1998), un duro recorrido entre una Italia marginal y olvidada, y una burguesía donde se entrecruza la opulencia superficial y la condena de cuna. Se le han concedido diversos premios literarios e interpretativos. En 2005 publicó Zorro, un monólogo para su esposo.

TÍTULO: UN SUEÑO PARA EL COLECCIONISTA.

Qué pena que los Reyes fueran a tardar otro año en volver... ¡Si es que aquellos Playmobil parecían personitas de verdad! Vestidos de enfermeros, domadores de elefantes o jardineros... tan tiesitos ellos. Los muñecos de nuestra infancia cobran vida propia en 'El viajero del tiempo', un programa para nostálgicos que el Canal Historia estrena hoy a las 22.50 horas. El exreportero de 'Caiga quien caiga' Maldo (Madrid, 1984) se quita las gafas y se mete en la máquina del tiempo para recuperar nuestra historia a través de los objetos.

Un viejo televisor de los sesenta, cuando era un objeto de lujo; un teléfono de pared que vino a resolvernos la vida y a acercarnos a los nuestros aún estando lejos; una máquina de escribir de esas que pillaban los dedos al escritor aficionado; un vinilo con las canciones de aquel verano; una Vespa, también recuerdo de ese agosto. Y el bañador de los años 20... 'Antiguallas' que coleccionistas guardan como los tesoros que son. «Vivimos rodeados de objetos a los que no prestamos atención, pero si nos paramos a analizarlos veremos que cuentan nuestra historia, algunos también la de nuestros abuelos, y tienen un gran valor artístico y también emocional», recuerda Maldo, un tipo moderno que sin llegar a renegar de las nuevas tecnologías confiesa su gusto por las cosas de antes. Aunque más que coleccionista, él se considera acumulador. «Tengo muebles, ropa, vinilos, un amplificador de guitarra antigua, monopatines, tablas de surf y skates antiguos. Por eso digo que acumulo, porque no colecciono con sentido, pero me encanta guardar las cosas», reconoce.

Vale que eran unos auténticos trastos, grandes, pesados y menos funcionales. Pero... ¿De dónde salieron? ¿Cuánto nos solucionaron la vida? «Es imposible ver el programa sin que surja la típica conversación de: 'Pues mi abuelo tiene, mi madre tuvo, yo recuerdo... Todos guardamos cosas curiosas» asegura Miguel Ángel Tobías, productor de 'El viajero del tiempo'. Dice que desde hace un tiempo no pierde ocasión de preguntar por el objeto más antiguo que se guarda en cada casa.

Las lavadoras de antes

El programa del Canal Historia aúna entretenimiento y divulgación, consta de seis capítulos y cada semana presentará una serie de objetos unidos por un hilo argumental. Cosas que nos cuentan la historia de una época: «En uno de los capítulos visito a un señor valenciano que tiene en su casa un coche antiguo con una matrícula muy peculiar, tres ceros y una 'P' de Pedro, su nombre. Ferrer, el tenista, se lo quiso cambiar por su coche personal y dijo que no porque su mujer no le dejaba bajo ningún concepto», cuenta Maldo. «En general son muy reacios a dejar que toquen sus cosas». Aunque con la tele van a hacer una excepción.

En el estreno de hoy Maldo cambia (lo intenta, vaya) cambiar un móvil de última generación por un un teléfono de 1890. También descubrirá cómo funcionaban las primeras lavadoras y los ordenadores que tuvimos en casa.