Un estudio alerta de la dependencia de los jóvenes al teléfono hasta el punto de que un tercio de ellos confiesa que se lo lleva al baño.
Mire rápidamente a su alrededor, en el autobús, en la calle o cuando esté en una comida. ¿Cuántas personas tienen entre sus manos un móvil? El resultado de las pesquisas será sorprendente. El uso de estos teléfonos se ha extendido tanto en los últimos años que no son pocos los que han traspasado la delgada línea que separa la dependencia de la adicción. El psicólogo José Antonio Molina alerta de que los 'moviladictos' ya representan entre el 5 y el 8% de la población española. Este experto en adicciones ha participado en la elaboración de una encuesta sobre dependencia y hábitos en el uso del móvil, realizada a más de 1.500 personas. Ayer la empresa de seguros CPP hizo público los resultados de un primer análisis, que deja entrever que de alguna manera se vive en la esclavitud del móvil.
Así, un tercio de los españoles confiesa que no sabe ir al baño si no es con el móvil en la mano, por si le llaman o recibe un mensaje. Eso sí, lo hacen con mayor frecuencia los hombres (38%) que las mujeres (25%) de entre 18 y 24 años. Del mismo modo, tampoco se abandona este terminal cuando hay que comer: dos de cada diez reconoce que lo pone sobre la mesa, sobre todo el género masculino, 22%, frente al 16% de las féminas. Tan solo el 9% de los jóvenes asegura apagarlo para prestar mayor atención a sus comensales, cifra que se dispara hasta el 32% cuando los encuestados tienen más de 55 años.
No menos llamativo es que uno de cada diez españoles haya interrumpido un momento de intimidad con su pareja para atender una llamada. En estos casos los jóvenes se confiesan más predispuestos a suspender esos ratos de amor (18%) que los mayores (5%). Molina recuerda que «el móvil está presente en muchos momentos de nuestro día a día, pero debemos evitar convertirnos en esclavos de él». El estudio también arroja que en el cine y el teatro, hasta un 40% lo deja encendido e, incluso, lo mira en el caso de que vibre; los hay que chatean en el coche (el 2%); y un 5% ha llegado a despertarse a media noche para usarlo. De hecho, solo dos de cada diez jóvenes usa su móvil exclusivamente para hablar por teléfono.
Esta adicción sin droga no es comparable a la que puede producir otras enfermedades de esta índole como el alcoholismo, pero sí comparte la fase de negación y minimización del problema. «Nos ha visitado una chica que insistía continuamente en que ella no dependía de su móvil, aunque sus amigos confesaban que sí. En la mayoría de los casos es el entorno el que se da cuenta primero del problema», explica. Molina indica que por el momento en las consultas de psicología no se ven muchos casos de adictos al teléfono, aunque recuerda que «hace veinte años tampoco se veían cocainómanos y ahora sí».
TÍTULO: REVUELTA EN GUADALIX:
No está la cosa para ir regalando el 'prime time'. Hoy la franja más rentable es territorio de 'Gran Hermano', que ha logrado con sus 3,5 millones de espectadores de las últimas semanas pasearse como una apisonadora por la noche de los lunes y de los jueves. Y el que venga de frente, que se aparte. Como ya no hay más excusas para meter y sacar a la gente de la casa, el lunes oficiarán la gran final, la de verdad, y llevarán a David Bisbal a cantar la canción de la Eurocopa, que en Telecinco no dan puntada sin hilo. También entregarán los 300.000 euros del maletín al vencedor y los 20.000 al adosado del invento éste del 'más uno' que han ideado para hacer de un programa de tres meses otro de cinco por el mismo precio. Los 300.000 son un premio gordo, pero es una inversión asumible porque les ha llenado 150 horas de televisión a la hora a la que los anuncios se cobran como oro.
Besos y abrazos, saludos a la familia... y para dentro otra vez. Porque al calor de las abultadas audiencias Telecinco ha improvisado una continuación de 'GH'. 'GH: la re-vuelta', lo han llamado, y es más de lo mismo, porque entran los 21 concursantes de esta edición -los que quieran-. Los ideólogos de esta nueva vuelta de tuerca les invitan a «limar asperezas» dentro de la casa de Guadalix. Eso por decir algo, porque les cuentan que hay que entrar a pintar las paredes y van de cabeza.
Juan, el cura, ha anunciado que no va porque ha retomado su labor, pero Ochoa, David y Michael ya están apuntados. Y en cuanto lo sepan los que están dentro les va a faltar tiempo para hacer la maleta. Literalmente, porque saldrán el lunes de madrugada de la casa y Telecinco estrenará 'La re-vuelta' el miércoles o el jueves, en función de a quién quieran cargarse en la competencia.
La novedad de esta continuación del 'reality' original es básicamente nada. Si acaso que 'El debate', el apéndice que presenta Jordi González para llenar la madrugada de los miércoles, se traslada dentro de la casa para que los concursantes arreglen sus cosas, o se den de tortas, que a Telecinco le da igual mientras interactúen entre ellos.
Al margen de filias y fobias, hay que reconocer que la operación es redonda. Porque muy mal dadas tienen que venir para que 'La revuelta' no mantenga las cifras de 'GH'. Y tres millones y pico son muchos en esta campaña de audiencias de saldo.
«Son magos» -foto.
Además, con la Eurocopa a la vuelta de la esquina (arranca el 8 de junio también en Telecinco), las cadenas no van a arriesgar con estrenos. Porque el fútbol es un competidor imbatible y porque en el mes de junio comienza la fuga de espectadores, que no retornan hasta el otoño. De manera que 'La re-vuelta' no tendrá más competencia que la que ya tenía hasta ahora 'GH'. Los únicos que podían hacerle cierta sombra eran los cantantes de 'El Número Uno' (Antena 3), pero han acabado por sucumbir. Así que con el terreno libre Telecinco no es que no se lo haya pensado, es que no ha querido perder ni una semana.
Cuánto durará 'La re-vuelta' solo lo sabe Mercedes Milá, que también se hará cargo de este 'spin off' de 'Gran Hermano'. «Me voy de vacaciones y si lo quieren alargar se tendrán que buscar a otra», advirtió ayer la periodista catalana, que se hizo acompañar de los concursantes que están fuera para promocionar el nuevo programa. Ya dijo que había «hambre» de 'Gran Hermano' y no teme empachar a los de casa. «Va a ser revolucionario», promete. Y el entusiasmo de Mercedes es real.
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