Un restaurante de Mérida recibe las disculpas de 23 alumnos de un centro inglés que rompieron un cristal del local .
Dear Señor Manuel-foto-. I am very sorry we broke your window». 'Querido señor Manuel. Siento mucho que rompiéramos su ventana'. Así comienza una de las cartas que ha recibido el hostelero emeritense Manuel Sánchez después de que un grupo de estudiantes de un colegio inglés rompiera un cristal de su establecimiento. Tras lo ocurrido, le han enviado 23 cartas en las que, uno por uno, los niños le piden perdón por los daños causados. Y, de paso, alaban su cocina y su atención. «I loved the patatas fritas», concluye la misiva citada.
La historia comenzó el pasado lunes, día 14. Esa noche el restaurante de Manuel Sánchez, Tabula Calda, recibió a una excursión de alumnos de American School in London, un centro ubicado en la capital inglesa. Esta institución, que este curso conmemora su 60 aniversario, fue creada en 1951 por un periodista estadounidense con el objetivo de crear un lugar donde ofrecer una formación que siguiera el currículo del sistema educativo de EE UU.
Los 23 estudiantes del grupo que acudió al local emeritense, de distintas nacionalidades, estaban acompañados por tres monitores. Fueron acomodados en un comedor con vistas a la calle.
En un momento de la cena pasó por la calle otra parte del grupo. Los chavales, de 12 a 13 años de edad, se agolparon en la ventana para saludar a sus compañeros. Debido a la presión se rompió uno de los cristales. Los monitores quisieron pagar el daño causado y le pidieron al dueño del local que reprendiera a los niños, pero Sánchez restó importancia a lo ocurrido y lo dejó pasar sin más consecuencias.
23 cartas manuscritas .
El grupo pasó esa noche en un hotel de Mérida, Nova Roma, situado a pocos metros del restaurante. Al día siguiente, el dueño de Tabula Calda recibió un gran sobre de este establecimiento en el que aparecían las disculpas de los 23 estudiantes. Cada uno escribió una carta en la que le piden perdón por el daño causado y agradecen la atención recibida. En muchos casos también alaban la comida, que para algunos ha sido la mejor de la excursión hasta la fecha. Otros se animaron a hacer un dibujo, en el que muestran su disgusto por el cristal roto pero su admiración por la cena. También aparece una carta de una de las monitoras, que es española, en la que explica que los chavales estaban muy afectados y que querían pedirle perdón.
«Nos han dado una muestra de civismo y educación», resalta Manuel Sánchez. Como indica, nada que ver con lo ocurrido el pasado año, cuando sorprendió a varios integrantes de un grupo de clientes españoles escribiendo con bolígrafo en el mantel. Les pidió explicaciones por lo ocurrido «y me dijeron que ya me lo pagaría el seguro».
Una contestación totalmente opuesta a la inesperada respuesta que ha sido enviada por parte del grupo de estudiantes del centro británico, que agradecen en sus cartas la atención recibida. Como indica el mensaje enviado por uno de los alumnos, «this will be remembered forever, but not because of the window, because of your great patience» ('esto se recordará siempre, pero no por la ventana, sino por su gran paciencia').
TÍTULO: DOBLE CUERPO:
Jake, un actor de películas de terror, descubre a su mujer con su amante. Tras abandonarla, se instala en una lujoso apartamento que le ha dejado un compañero. Desde allí ve cómo cada noche una mujer desconocida monta un pequeño y morboso espéctaculo en su vivienda...
La historia comenzó el pasado lunes, día 14. Esa noche el restaurante de Manuel Sánchez, Tabula Calda, recibió a una excursión de alumnos de American School in London, un centro ubicado en la capital inglesa. Esta institución, que este curso conmemora su 60 aniversario, fue creada en 1951 por un periodista estadounidense con el objetivo de crear un lugar donde ofrecer una formación que siguiera el currículo del sistema educativo de EE UU.
Los 23 estudiantes del grupo que acudió al local emeritense, de distintas nacionalidades, estaban acompañados por tres monitores. Fueron acomodados en un comedor con vistas a la calle.
En un momento de la cena pasó por la calle otra parte del grupo. Los chavales, de 12 a 13 años de edad, se agolparon en la ventana para saludar a sus compañeros. Debido a la presión se rompió uno de los cristales. Los monitores quisieron pagar el daño causado y le pidieron al dueño del local que reprendiera a los niños, pero Sánchez restó importancia a lo ocurrido y lo dejó pasar sin más consecuencias.
23 cartas manuscritas .
El grupo pasó esa noche en un hotel de Mérida, Nova Roma, situado a pocos metros del restaurante. Al día siguiente, el dueño de Tabula Calda recibió un gran sobre de este establecimiento en el que aparecían las disculpas de los 23 estudiantes. Cada uno escribió una carta en la que le piden perdón por el daño causado y agradecen la atención recibida. En muchos casos también alaban la comida, que para algunos ha sido la mejor de la excursión hasta la fecha. Otros se animaron a hacer un dibujo, en el que muestran su disgusto por el cristal roto pero su admiración por la cena. También aparece una carta de una de las monitoras, que es española, en la que explica que los chavales estaban muy afectados y que querían pedirle perdón.
«Nos han dado una muestra de civismo y educación», resalta Manuel Sánchez. Como indica, nada que ver con lo ocurrido el pasado año, cuando sorprendió a varios integrantes de un grupo de clientes españoles escribiendo con bolígrafo en el mantel. Les pidió explicaciones por lo ocurrido «y me dijeron que ya me lo pagaría el seguro».
Una contestación totalmente opuesta a la inesperada respuesta que ha sido enviada por parte del grupo de estudiantes del centro británico, que agradecen en sus cartas la atención recibida. Como indica el mensaje enviado por uno de los alumnos, «this will be remembered forever, but not because of the window, because of your great patience» ('esto se recordará siempre, pero no por la ventana, sino por su gran paciencia').
TÍTULO: DOBLE CUERPO:
Jake, un actor de películas de terror, descubre a su mujer con su amante. Tras abandonarla, se instala en una lujoso apartamento que le ha dejado un compañero. Desde allí ve cómo cada noche una mujer desconocida monta un pequeño y morboso espéctaculo en su vivienda...
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