Horas y 6 minutos en 17 vídeos y 285 fotos en 19 galerías. Actriz porno de 28 años, nacida en Albania. Descubre aquí sus mejores escenas, etc.LA GUAPA BREANNE BENNSON--foto.
TÍTULO: DASHA ZHUKOVA:
La musa de Abramovich
Integrante de la élite rusa afincada en Londres, esta veinteañera es la causante del divorcio del magnate y propietario del Chelsea .
Como repintadas por una capa tostada de luz en medio del atardecer veneciano, las góndolas rasgan con su quilla el agua acanalada, removida tan sólo por el suave chapoteo del remo. El arrullo de las palomas y de los tortolitos humanos se confunde en la calmosa tarde de junio cuando, de súbito, un descomunal yate bajo bandera inglesa y con helicóptero parapetado en su grupa rompe por la mitad la postal veneciana. ¿Es un pájaro? ¿Es un avión? No. Es un pez gordo: Roman Abramovich, el dueño del Chelsea y gobernador de la región rusa de Chukotka, que a sus 40 años atesora una fortuna de 19.200 millones de dólares.
Aunque el escenario resultaba idóneo para una novela barata de amor en Venecia, aquel canal enmarcó a mediados de junio una escena del romance más lujoso. A bordo de su yate Ecstasea, Abramovich irrumpió en Venecia acompañado de Dasha Zhukova, su deslumbrante novia de 24 años, ex del tenista Marat Safin, con la que compareció en público por primera vez desde que se divorció en marzo de su segunda esposa y madre de sus cinco hijos.
Roman significa novela en ruso y lo que escenificó el multimillonario a bordo de su yate en Venecia fue un capítulo más de un romance que le ha salido bien caro. No en vano, Abramovich habría pagado unos cuantos millones de dólares a su esposa Irina como parte de un acuerdo secreto para desanclarse de ella civilizadamente sin abogados de por medio. Todo indica que Dasha Zhukova fue la culpable de una quiebra emocional que se formalizó en marzo y que amenazó con partir en dos la fortuna del magnate.
En las crónicas rosas venecianas no queda claro qué fue lo que más sorprendió a los testigos italianos durante la aparatosa aparición del divorciado de oro en uno de sus canales: si el despampanante yate con helicóptero incorporado o su flamante novia. Tras irrumpir a bordo de su nave como Pedro I por su casa, el zar de los negocios no dejó que lo fotografiaran junto a su diva, con la que acudió a Venecia a contemplar una bienal de arte contemporáneo.
Estudiante de homeopatía de 24 años, Dasha Zhukova pertenece por línea paterna a la élite de los millonarios poscomunistas emigrados en Londres. Su padre es Alexander Zhukov, magnate del petróleo, acero y banca, que, tras pasar seis años en una cárcel de Turín por contrabando de armas, se nacionalizó británico.
Según la prensa rusa, el fogonazo mutuo entre Roman y Dasha se produjo en febrero de 2005 en el hotel Hilton de Barcelona, donde coincidieron tras un partido Barça-Chelsea de la Champions. El oligarca del petróleo, que tras comprar el Chelsea dijo que había cogido «el virus del fútbol», parece que no estaba vacunado contra las estudiantes de medicina. Desde entonces, a la joven se la ha visto en fiestas y en el fútbol.
Estas apariciones públicas fueron la gota que colmó la paciencia de Irina Abramovich, segunda esposa del magnate (al que conoció en un avión cuando ella era azafata de Aeroflot), que en 2006 amenazó con llevar su divorcio a los tribunales. Ante los truenos y relámpagos que se avecinaban en aquel otoño londinense, Dasha salió de la capital británica para ponerse a resguardo de los flashes. Pocos días después, los paparazzi la inmortalizaron paseando con Abramovich por una calle de París.
Dasha combina sus estudios con el negocio de la moda. La joven, que posee varias boutiques en París, Londres y Los Angeles, ha creado con la hija de otro millonario ruso, Cristina Tang, una línea de pantalones vaqueros. La prensa del corazón barrunta que Abramovich sostiene los negocios de la joven. En una de sus escasas declaraciones, Zhukova reconoció el año pasado a una publicación rusa que se ha centrado en sus estudios. «Ya no me preocupo demasiado de las fiestas», reconoce Zhukova.
Abramovich pertenece a la estirpe de los oligarcas bien avenidos con el presidente Putin, que tras su llegada al poder en el año 2000 emprendió una lucha contra los magnates críticos o con ambiciones políticas. Hace unos meses, Abramovich solicitó su renuncia como gobernador de Chukotka pero fue rechaza por Putin. Entre las buenas acciones que le sitúan fuera del punto de mira del poder están sus inversiones en Chukotka o la construcción de campos de futbol para escolares. Según Forbes, Abramovich paga el sueldo del holandés Guus Hiddink, técnico de la selección nacional rusa, al que Moscú le ha encomendado la ardua labor de resucitar la grandeza perdida del fútbol ruso.
LO DICHO Y HECHO
«Me he volcado en mis estudios. Ya no me preocupo demasiado de las fiestas»
1983: Nace en Moscú. Sus padres se divorcian. 1983-99: Vive en EEUU con su madre. 1999: Se traslada a Londres, donde comienza sus estudios de homeopatía. 2004: Se presenta en sociedad, en la inauguración de una tienda de joyas de Moscú, como novia del tenista Marat Safin. 2006: Conoce a Roman Abramovich. 2007: En el mes de junio, en Venecia, se la ve en público con el magnate ruso, divorciado en marzo.
TÍTULO: Rafaela Aparicio :
Rafaela Díaz Valiente (Marbella, Málaga, 9 de abril de 1906 - Madrid, 9 de junio de 1996), conocida artísticamente como Rafaela Aparicio, fue una actriz teatral y cinematográfica española.
Diplomada en Magisterio, ejerció como maestra solo dos años. Debuta en el teatro a los 23 años en Córdoba con la obra El conflicto de Mercedes, de los hermanos Álvarez Quintero, junto a Luis Benito Arroyo, amigo de su padre, empresario taurino y teatral. Viaja a Madrid a la búsqueda de oportunidades y se une al actor Erasmo Pascual, su marido hasta la muerte de éste, iniciando una carrera teatral que nunca abandonará.
Su filmografía incluye más de cien películas, la mayoría comedias, donde abundan los papeles de "chacha" y similares y muchas veces junto a Florinda Chico. Destacan El último cuplé de Juan de Orduña, La vida por delante, La vida alrededor, El extraño viaje y El mar y el tiempo, de Fernando Fernán Gómez; Ana y los lobos y Mamá cumple cien años, de Carlos Saura; El sur, de Víctor Erice; El año de las luces, de Fernando Trueba y ¡Oh, cielos!, de Ricardo Franco.
En 1996 fallece en una residencia de ancianos de La Piovera (Madrid) a los 90 años de edad a causa de un derrame cerebral.[1] Se encuentra enterrada en el Panteón de Escritores y Artistas Españoles del cementerio de San Justo de Madrid.,etc.
TÍTULO: DEPORTES : TENIS--ROMA FINAL :NADAL-- DJOKOVIC .
NADAL RECONQUISTA ROMA TRAS GANAR A DJOKOVIC Y RECUPERA EL NÚMERO 2 DEL MUNDO.
Rafa suma 35 títulos sobre tierra, a cinco de los 40 entorchados de Thomas Muster y a diez de los 45 de Guillermo Vilas.
Rafael Nadal se proclamó por sexta vez campeón del torneo de Roma después de doblegar en la final a Novak Djokovic en dos mangas. Se trata del título número 49 del balear, que recupera el número dos del ranking y el récord de Masters 1.000 conquistados (21).
Rafa Nadal se fue de Madrid disgustado al ver frenada una racha que le habían llevado a ganar Montecarlo y Barcelona de manera consecutiva, ambos sobre su superficie preferida, un tapete de tierra batida. El balear llegó a Roma como número tres del ranking y con la necesidad de ganar el torneo para llegar como segundo cabeza de serie a Roland Garros. Lo consiguió. Después de ir entonando su maquinaria a medida que se consumía el torneo, Rafa pudo reinar por sexta vez en el Foro Itálico romano tras vencer en la final a Novak Djokovic por un marcador global de 7-5 y 6-3 tras dos horas y veinte minutos de juego en un choque disputado en la Pista Central. Una final que se disputó el lunes por culpa de la lluvia y una victoria que dará un plus de confianza a Nadal para el duro tramo de temporada que viene por delante.
El de Roma es el tercer título de Nadal en lo que llevamos consumido de temporada, el número 49 de su carrera y el 32 sobre tierra batida. Recupera además el privilegio de ser el jugador con más Masters 1.000 de la historia con un total de 21 (seis en el coso romano). Y lo más importante, vuelve a verse como número dos del mundo, lo que le permitirá viajar a París para verse como segundo cabeza de serie en Roland Garros. Su próximo reto.,etc.TÍTULO: EL DOBLES ES COMO UN MATRIMONIO--VIRGINIA RUANO PASCUAL EXTENISTA.
La subcampeona olímpica ha participado en el evento Woman&Pádel 3 en las instalaciones de El Corzo.
Virginia Ruano (Madrid, 1973) no para. Hace dos años que abandonó las pistas pero su vinculación al tenis es vitalicia, una simbiosis que socava su vida tras su retirada de la alta competición. Ahora alterna la raqueta con la pala de pádel y su última parada ha sido Badajoz, concretamente las instalaciones de El Corzo, a las que ha asistido como invitada de excepción en el Woman&Pádel 3.
Se trata de un evento organizado por la Federación Extremeña con el objetivo de incentivar la práctica de este deporte. «Me han comentado que está teniendo mucho tirón en Badajoz y que se están organizando muchas cosas y cuando he llegado he visto que hay gente que se está involucrando en esto».
Comentarista de tenis para la cadena Teledeporte, empresaria del sector hostelero, directora del torneo El Espinar de Segovia y embajadora del tenis... es la amplia carta de presentación de 'Vivi' en su nueva faceta. Su palmarés como jugadora del circuito femenino es aún más extenso, un total de 43 títulos en la categoría de dobles, la disciplina que la encumbró y mayores éxitos le ha proporcionado.
Ajena a experiencias traumáticas y periodos melancólicos de otros deportistas al finalizar su ciclo, Virginia cierra cualquier resquicio de una posible vuelta, como sí ha ocurrido con su pareja de dobles durante diez años, Paola Suárez, que tras un lustro de su retirada ha decidido desempolvar su raqueta.
«Fue muy meditado, no quería tener que plantearme luego volver. Por eso lo estiré tanto, para disfrutarlo». La nostalgia es inevitable, aunque de momento esos aires reminiscentes de glorias pasadas aún no le han sobrevolado. «La adrenalina, entrar en la pista, los aplausos de los espectadores con una grada llena, eso llegará un día que sí lo echaré de menos».
El sacrificio, la disciplina, el estrés, la presión, las horas de entrenamiento, viajes interminables, lesiones, aplazamientos, esperas... es la cara oculta del deporte que Virginia se alegra de haber dado carpetazo. «A pesar de todo tardé unos seis meses en reubicarme».
Con su adiós se cerraba una etapa laureada del tenis femenino que actualmente ha entrado en franca decadencia y sin sucesoras que irrumpan en el circuito internacional. «Es cíclico y se veía venir, no salía gente detrás de nuestra generación, los clubs dejan de trabajar con las mujeres, las niñas con 14 años deciden no competir, la Federación deja de hacer torneos y no incentiva».
Una élite huérfana
La pirámide evolutiva del tenis femenino ha sufrido un cortocircuito entre sus escalafones y ha dejado huérfano el vértice de la élite, que parece casi inaccesible para las nuevas hornadas de jugadoras.
Silvia Soler, Lara Arruabarrena, Garbiñe Muguruza, son savia nueva que intenta cambiar la inercia. «Se dejó de apoyar hace diez años y ahora empiezan a darse cuenta de que existe un problema. Hay que promover los torneos, que se han perdido un poco. También nos falta a nivel mundial una líder, que arrastre a las nuevas generaciones. Eso acerca el tenis a las pequeñas».
El tenis no es ajeno a la crisis económica, teniendo en cuenta la inversión que es necesaria para cualquier evento. La última víctima ha sido el torneo de Marbella, pero no será el último. Ante las famélicas subvenciones, 'Vivi' aboga por buscar la fórmulas alternativas para la supervivencia del deporte de la raqueta. «En Madrid se creó una liga en la que competían cada fin de semana unos clubs contra otros. Es necesario que la Federación Española haga un programa que llegue a todas las comunidades, que haya una conexión mayor».
Si languidecen los recursos y se tambalean los cimientos del tenis en general, el cuadro femenino lo sufre con más virulencia en particular. Plantes, peticiones, críticas... todo se ha quedado en agua de borrajas por la falta de un movimiento unificado, que ejerza de lobby de presión ante las altas instancias. En 2010 hubo un intento, al negarse un amplio número de jugadoras a disputar la Copa Federación, pero resultó ser una reivindicación particular más que un jaque estructural a estatus quo imperante en esta disciplina deportiva. «Había un proyecto para pedir más apoyo al deporte base, pero resultó que ese grupo buscaba solo mejoras para ellas. Pareció un boicot, pero no era real, no se avanzó , de algo que podría haber sido muy bueno para el tenis se quedó en nada».
La «problemática» de España
Al delicado estado de salud del tenis femenino le faltaba aún un capítulo amargo y se escribió hace apenas unas semanas, recrudecido con la hiel de la polémica que lo rodeó. La selección española perdía contra Eslovaquia la eliminatoria por la permanencia en el Grupo Mundial y descendía. Lo peor fue el incendio que devastó las entrañas del vestuario de la 'Armada', cuando la capitana, Arantxa Sánchez Vicario, dejó fuera a Anabel Medina, número uno nacional, por estimar que su presencia perjudicaba a sus compañeras.
Al preguntarle a 'Vivi' sobre si la considera «problemática», la ironía se cuela en su respuesta con fino sentido del humor: «¿A quién, a Anabel o a Arantxa?. Me sorprendió, he vivido muchas cosas con Anabel y ni mucho menos me lo parece. Siempre ha defendido los colores de España».
Sobre la posibilidad de llegar a dirigir la Selección, es rotunda y la incógnita es cuándo se producirá ese relevo. «Claro que sí, aunque no creo que ahora mismo sea mi momento, pero es algo bonito, me siento una persona capaz de unir un equipo. Pero será más adelante».
La crisis en el cuadro femenino no es un mal endémico exclusivo de España, la pandemia se ha incrustado en el circuito internacional, aunque los síntomas y sus agentes difieren. Lejos de el autoritarismo de otras épocas de Pierce, Hingis, Steffi Graf... el ránking de la WTA (Women's Tennis Association), estrena líder casi cada mes, ya que las pistas se convierten en una pasarela de alta costura, un escaparate desde el que se gestan contratos comerciales millonarios, donde el tenis queda eclipsado. «Las Williams fueron una revolución, por su forma de jugar, con un saque y golpes potentes, pero no ayudaron al tenis, no eran profesionales, lo usaban como medio para otros fines. El nivel medio ha subido, pero arriba falta cierto tirón».
Con los JJ OO de Londres a la vuelta de la esquina 'Vivi' no se atreve a apostar por ninguna favorita, aunque no descarta de su quiniela a las españolas, en una superficie tan imprevisible como es la hierba. Sabe de lo que habla, dos medallas de plata en Atenas y Pekín la avalan.
El dobles ha sido siempre el gran olvidado, especialmente fuera de las fronteras estadounidenses, las televisiones ni siquiera se plantean la opción de incluirlo en sus parrillas y la repercusión a nivel de audiencia se extermina. «Me han pasado más anécdotas fuera que aquí, por ejemplo ir a Argentina o a Japón y que sepan quién soy. Ahora, la gente me reconoce por ser la comentarista de Teledeporte, y yo les digo: 'no, que yo era tenista'». A pesar de ello no pierde la sonrisa y se siente orgullosa de su papel en la historia.
Sobre su prolífica carrera en dobles, una confesión inusitada y que prestigia aún más sus logros: «Jugué diez años con Paola Suárez como pareja y nunca lo entrenamos. Nos complementábamos muy bien y no teníamos esa necesidad. El tenis en el dobles es como un matrimonio, hay que aguantar muchas cosas. Uno cede, otro tira, luego cambiamos y se busca un equilibrio». El tenis, por tanto, un simulacro infalible para comprobar la compatibilidad de los cónyuges antes de pasar por la vicaría.
La dichosa pista azul
Hace unas semanas la pista de Madrid pasó de ser la Caja Mágica a una auténtica caja de Pandora con la celebración del Masters 1.000, donde la innovación de la superficie de tierra azul levantó una polvareda que enturbió la disputa del torneo, subyugado por las críticas de los participantes, poco partidarios del invento. «Es una lástima, si los jugadores no hubieran tenido tantos problemas habría sido un éxito, por la gran novedad, es una pista que en la televisión se ve muy bien. Todos hemos jugado en pistas de tierra batida roja que eran peores que la de Madrid en cuanto a lo que resbalaban».
Su proyecto más ambicioso y que más le ocupa, al margen del restaurante que ha inaugurado en Madrid, es conseguir que el torneo de El Espinar, del que es directora, sea mixto y contribuir en el desarrollo del tenis femenino. Un golpe ganador necesario.
La subcampeona olímpica ha participado en el evento Woman&Pádel 3 en las instalaciones de El Corzo.
Virginia Ruano (Madrid, 1973) no para. Hace dos años que abandonó las pistas pero su vinculación al tenis es vitalicia, una simbiosis que socava su vida tras su retirada de la alta competición. Ahora alterna la raqueta con la pala de pádel y su última parada ha sido Badajoz, concretamente las instalaciones de El Corzo, a las que ha asistido como invitada de excepción en el Woman&Pádel 3.
Se trata de un evento organizado por la Federación Extremeña con el objetivo de incentivar la práctica de este deporte. «Me han comentado que está teniendo mucho tirón en Badajoz y que se están organizando muchas cosas y cuando he llegado he visto que hay gente que se está involucrando en esto».
Comentarista de tenis para la cadena Teledeporte, empresaria del sector hostelero, directora del torneo El Espinar de Segovia y embajadora del tenis... es la amplia carta de presentación de 'Vivi' en su nueva faceta. Su palmarés como jugadora del circuito femenino es aún más extenso, un total de 43 títulos en la categoría de dobles, la disciplina que la encumbró y mayores éxitos le ha proporcionado.
Ajena a experiencias traumáticas y periodos melancólicos de otros deportistas al finalizar su ciclo, Virginia cierra cualquier resquicio de una posible vuelta, como sí ha ocurrido con su pareja de dobles durante diez años, Paola Suárez, que tras un lustro de su retirada ha decidido desempolvar su raqueta.
«Fue muy meditado, no quería tener que plantearme luego volver. Por eso lo estiré tanto, para disfrutarlo». La nostalgia es inevitable, aunque de momento esos aires reminiscentes de glorias pasadas aún no le han sobrevolado. «La adrenalina, entrar en la pista, los aplausos de los espectadores con una grada llena, eso llegará un día que sí lo echaré de menos».
El sacrificio, la disciplina, el estrés, la presión, las horas de entrenamiento, viajes interminables, lesiones, aplazamientos, esperas... es la cara oculta del deporte que Virginia se alegra de haber dado carpetazo. «A pesar de todo tardé unos seis meses en reubicarme».
Con su adiós se cerraba una etapa laureada del tenis femenino que actualmente ha entrado en franca decadencia y sin sucesoras que irrumpan en el circuito internacional. «Es cíclico y se veía venir, no salía gente detrás de nuestra generación, los clubs dejan de trabajar con las mujeres, las niñas con 14 años deciden no competir, la Federación deja de hacer torneos y no incentiva».
Una élite huérfana
La pirámide evolutiva del tenis femenino ha sufrido un cortocircuito entre sus escalafones y ha dejado huérfano el vértice de la élite, que parece casi inaccesible para las nuevas hornadas de jugadoras.
Silvia Soler, Lara Arruabarrena, Garbiñe Muguruza, son savia nueva que intenta cambiar la inercia. «Se dejó de apoyar hace diez años y ahora empiezan a darse cuenta de que existe un problema. Hay que promover los torneos, que se han perdido un poco. También nos falta a nivel mundial una líder, que arrastre a las nuevas generaciones. Eso acerca el tenis a las pequeñas».
El tenis no es ajeno a la crisis económica, teniendo en cuenta la inversión que es necesaria para cualquier evento. La última víctima ha sido el torneo de Marbella, pero no será el último. Ante las famélicas subvenciones, 'Vivi' aboga por buscar la fórmulas alternativas para la supervivencia del deporte de la raqueta. «En Madrid se creó una liga en la que competían cada fin de semana unos clubs contra otros. Es necesario que la Federación Española haga un programa que llegue a todas las comunidades, que haya una conexión mayor».
Si languidecen los recursos y se tambalean los cimientos del tenis en general, el cuadro femenino lo sufre con más virulencia en particular. Plantes, peticiones, críticas... todo se ha quedado en agua de borrajas por la falta de un movimiento unificado, que ejerza de lobby de presión ante las altas instancias. En 2010 hubo un intento, al negarse un amplio número de jugadoras a disputar la Copa Federación, pero resultó ser una reivindicación particular más que un jaque estructural a estatus quo imperante en esta disciplina deportiva. «Había un proyecto para pedir más apoyo al deporte base, pero resultó que ese grupo buscaba solo mejoras para ellas. Pareció un boicot, pero no era real, no se avanzó , de algo que podría haber sido muy bueno para el tenis se quedó en nada».
La «problemática» de España
Al delicado estado de salud del tenis femenino le faltaba aún un capítulo amargo y se escribió hace apenas unas semanas, recrudecido con la hiel de la polémica que lo rodeó. La selección española perdía contra Eslovaquia la eliminatoria por la permanencia en el Grupo Mundial y descendía. Lo peor fue el incendio que devastó las entrañas del vestuario de la 'Armada', cuando la capitana, Arantxa Sánchez Vicario, dejó fuera a Anabel Medina, número uno nacional, por estimar que su presencia perjudicaba a sus compañeras.
Al preguntarle a 'Vivi' sobre si la considera «problemática», la ironía se cuela en su respuesta con fino sentido del humor: «¿A quién, a Anabel o a Arantxa?. Me sorprendió, he vivido muchas cosas con Anabel y ni mucho menos me lo parece. Siempre ha defendido los colores de España».
Sobre la posibilidad de llegar a dirigir la Selección, es rotunda y la incógnita es cuándo se producirá ese relevo. «Claro que sí, aunque no creo que ahora mismo sea mi momento, pero es algo bonito, me siento una persona capaz de unir un equipo. Pero será más adelante».
La crisis en el cuadro femenino no es un mal endémico exclusivo de España, la pandemia se ha incrustado en el circuito internacional, aunque los síntomas y sus agentes difieren. Lejos de el autoritarismo de otras épocas de Pierce, Hingis, Steffi Graf... el ránking de la WTA (Women's Tennis Association), estrena líder casi cada mes, ya que las pistas se convierten en una pasarela de alta costura, un escaparate desde el que se gestan contratos comerciales millonarios, donde el tenis queda eclipsado. «Las Williams fueron una revolución, por su forma de jugar, con un saque y golpes potentes, pero no ayudaron al tenis, no eran profesionales, lo usaban como medio para otros fines. El nivel medio ha subido, pero arriba falta cierto tirón».
Con los JJ OO de Londres a la vuelta de la esquina 'Vivi' no se atreve a apostar por ninguna favorita, aunque no descarta de su quiniela a las españolas, en una superficie tan imprevisible como es la hierba. Sabe de lo que habla, dos medallas de plata en Atenas y Pekín la avalan.
El dobles ha sido siempre el gran olvidado, especialmente fuera de las fronteras estadounidenses, las televisiones ni siquiera se plantean la opción de incluirlo en sus parrillas y la repercusión a nivel de audiencia se extermina. «Me han pasado más anécdotas fuera que aquí, por ejemplo ir a Argentina o a Japón y que sepan quién soy. Ahora, la gente me reconoce por ser la comentarista de Teledeporte, y yo les digo: 'no, que yo era tenista'». A pesar de ello no pierde la sonrisa y se siente orgullosa de su papel en la historia.
Sobre su prolífica carrera en dobles, una confesión inusitada y que prestigia aún más sus logros: «Jugué diez años con Paola Suárez como pareja y nunca lo entrenamos. Nos complementábamos muy bien y no teníamos esa necesidad. El tenis en el dobles es como un matrimonio, hay que aguantar muchas cosas. Uno cede, otro tira, luego cambiamos y se busca un equilibrio». El tenis, por tanto, un simulacro infalible para comprobar la compatibilidad de los cónyuges antes de pasar por la vicaría.
La dichosa pista azul
Hace unas semanas la pista de Madrid pasó de ser la Caja Mágica a una auténtica caja de Pandora con la celebración del Masters 1.000, donde la innovación de la superficie de tierra azul levantó una polvareda que enturbió la disputa del torneo, subyugado por las críticas de los participantes, poco partidarios del invento. «Es una lástima, si los jugadores no hubieran tenido tantos problemas habría sido un éxito, por la gran novedad, es una pista que en la televisión se ve muy bien. Todos hemos jugado en pistas de tierra batida roja que eran peores que la de Madrid en cuanto a lo que resbalaban».
Su proyecto más ambicioso y que más le ocupa, al margen del restaurante que ha inaugurado en Madrid, es conseguir que el torneo de El Espinar, del que es directora, sea mixto y contribuir en el desarrollo del tenis femenino. Un golpe ganador necesario.
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