miércoles, 30 de mayo de 2012

CASI UN SIGLO DESPUÉS.

Un maestro Valverde de Leganés plantó eucaliptos con sus alumnos hace 100 años, ahora la historia se repite .
Hace casi un siglo, un maestro de escuela valverdeño, César Hurtado Delicado, que ejerció su labor en Valverde de Leganés durante décadas, organizó, por los principios de los años 20 del siglo pasado, con sus alumnos, la plantación de un buen número de eucaliptos en el descansadero del Pozo del Juncal, junto al Camino Viejo de Badajoz a poco más de un kilómetro del casco urbano. Un lugar emblemático por aquellos entonces muy frecuentado por los numerosos rebaños que transitaban y pastaban por caminos, abrevaderos y descansaderos públicos de nuestros campos.
Una iniciativa curiosa para la época que cuenta Joaquín Antúnez Gamero: «Mi padre me relató en bastantes ocasiones que, cuando iba a la escuela de don César, con nueve o diez años, fueron todos los muchachos con el maestro a sembrar eucaliptos en el Pozo del Juncal y que les regalaron un bocadillo cuando terminaron la tarea». Como el padre de Joaquín nació en 1911, la siembra referida habría tenido lugar por 1920, año arriba, año abajo.
Ahora, al cabo de noventa años, se ha vuelto a repetir la historia. Alumnos de los cursos de 3º a 6º de primaria, del colegio que lleva el nombre de aquel maestro 'César Hurtado', han participado en el proyecto de 'Reforestación en el Entorno Escolar' concedido al centro escolar por la Junta de Extremadura. Han plantado más de un centenar de plantones de encinas y alcornoques con la ayuda de alumnos del Taller de Poda y del Centro Especial de Empleo, coordinados por el responsable de jardinería del ayuntamiento valverdeño, José María Franco, y con la colaboración de la Guardia Civil, que ha controlando los recorridos de ida vuelta, principalmente a la hora de cruzar la carretera de Badajoz.
Desde hace varios años el colegio César Hurtado participa en dicho proyecto curso tras curso y ha realizado las plantaciones autorizadas en distintos lugares, Cerro de los Mártires, Parque de las Piletas, Convento Viejo, siguiendo la estela iniciada por el maestro que le dio nombre.
En el paraje donde se ha realizado esta última siembra han ido desapareciendo los eucaliptos sembrados y tan solo las personas mayores recuerdan la arboleda; solo se conserva uno de ellos, ya casi centenario, que presenta unas grandes dimensiones con más de cinco metros de perímetro de tronco y una altura próxima a los 30 metros; es de desear que las encinas y alcornoques plantadas ahora lleguen a mejor fin y que cuando estos alumnos de ahora, sean adultos puedan ver el descansadero del Pozo del Juncal poblado de los árboles que ellos sembraron.
Los niños participantes en la plantación de árboles, en un momento de descanso-foto.

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