martes, 14 de febrero de 2012

LA CARRETERA NO ERAN PARA LOS COCHES.-UN SAN VALENTÍN DE PEDALES

TÍTULO: LA CARRETERA NO ERAN PARA LOS COCHES.

Carlton Reid estaba investigando sobre la manera en la que se financiaban las carreteras en los años treinta. En su búsqueda se topó con la figura de Ress Jeffreys, uno de los primeros agentes en hacer lobby para que se asfaltaran las calles de las ciudades. Jeffreys presionaba a los políticos para que se asfaltaran los caminos como representante de la Road Improvements Association (Asociación de mejora de las carreteras), un grupo de presión de la CTC, el club del turismo a pedales. Es decir, defendía la necesidad de mejorar las vías para la buena circulación de las bicicletas con “la amenaza del polvo” como estandarte. “Los ciclistas fueron los primeros en interesarse por el buen estado de las carreteras; incluso por su creación”, dice el autor vía mail. Poco antes, en 1896, al otro lado del Atlántico había surgido un movimiento parecido: Good Roads. Este grupo estaba en contacto directo con los candidatos presidenciales en liza de lo que se deduce que el apoyo de los ciclistas en la carrera presidencial era relevante. “Hoy en día poca gente conoce la historia del origen de las carreteras”, continúa Reid que para solucionar este problema publicará su libro Roads were not built for cars como eBook descargable el mes de abril.

TÍTULO: UN SAN VALENTÍN  DE PEDALES.
A pesar de su tono impostado, su caracter consumista y su inapropiado momento (el 14 de febrero siempre es inadecuado), San Valentín se ha importado. Los centros comerciales lo usan como reclamo para fomentar la compra y los más románticos disfrutan dejándose llevar por el espíritu de Cupido. Eros tenía un caracter más duro. La tradición se instauró a mediados del siglo XIX en Estados Unidos pero la fecha es relevante desde tiempos del Imperio Romano. En el siglo III, el emperador Claudio prohibió que los jóvenes soldados se casaran; sin familia prestaban más atención a la guerra. No contaba con la oposición del sacerdote Valentín que, en secreto, formalizaba la unión de los enamorados. De las bodas clandestinas se pasó a las tiendas de regalos y en el camino, las bicicletas no quedaron exentas de esta cariñosa infección: un paseo en tándem, una bici para dos o una escapa al campo a pedales son algunas de las ideas para románticos pedaleantes que han visto cómo la bici pasaba a formar parte del acervo cultural del 14 de febrero.

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