domingo, 2 de septiembre de 2012

MAGAZINE ENTREVISTA A COLIN FARRELL./ A FONDO LOS INCENDIOS DE LOS BOSQUES, QUE PENA.

TÍTULO: MAGAZINE ENTREVISTA A COLIN FARRELL.

Colin Farrell: " Estuve cerca de terminar tirado en la calle como un drogadito.

Colin James Farrell (n. Castleknock, Irlanda, 31 de mayo de 1976) es un actor irlandés ganador del Globo de Oro. Ha trabajado en películas como Tigerland, Daredevil, Miami Vice, Minority Report, Phone Booth, The Recruit, Alejandro Magno, S.W.A.T. y In Bruges,.
Su vida
Creció en Castleknock, Irlanda. Es hijo y sobrino de ex futbolistas. Eamon Farrell, su padre, le inculcó su afición por el fútbol, aunque siendo adolescente descubrió que su verdadera pasión era la interpretación y el arte dramático. Se apuntó a un grupo de danza que se iba de gira por Australia. Al volver se matriculó en la Escuela de Arte Dramático Gaiety de Dublín, donde estudió actuación e interpretación junto a su hermana. En la Gaiety era de los alumnos más prometedores. Y así, de la capital de Irlanda se fue a Londres.

 Vida privada

Se casó en julio de 2001 con la actriz Amelia Warner, aunque su matrimonio duró apenas cuatro meses. Se le han atribuido numerosos romances: se le relacionó tras la ruptura con Isabel Lemus, Demi Moore y Britney Spears. También mantuvo relaciones sentimentales con la chica Playboy Nicole Narain, con Paris Hilton y, durante el rodaje de Alejandro Magno, con Angelina Jolie.
Tiene un hijo con la modelo Kim Bordenave, James que padece una enfermedad genética llamada Síndrome de Angelman.

 Carrera

Sus primeras apariciones en cine fueron en La zona oscura, Criminal y decente (donde trabajó junto a Kevin Spacey) y Tigerland, de Joel Schumacher y primera película americana de Colin.
Otras película en las que ha trabajado han sido Minority Report, Hart's War, The Recruit y Phone Booth, este último del realizador Joel Schumacher quien por segunda vez dirigió a Farrell en un concepto novedoso donde el 90% de la película se desarrolla dentro de una cabina telefónica donde el protagonista se ve atrapado bajo amenazas de un psicópata.
En 2004 el actor da vida a Alejandro Magno en la película, de Oliver Stone (Alexander).
También tuvo un pequeño cameo en la serie televisiva Scrubs en el papel de Billy Callahan en el capítulo 14 de la cuarta temporada.
En El sueño de Casandra, de Woody Allen, donde Farrell y Ewan McGregor interpretan a dos hermanos muy distintos. Posteriormente ha rodado dos películas de directores emergentes: Pride and Glory y Escondidos en Brujas. La segunda, un thriller con toques de humor negro, aupó a Farrell como ganador de un Globo de Oro.
El febrero de 2008, el portavoz del actor Jude Law informó que Law junto a Johnny Depp y Colin Farrell sustituirían en las escenas finales al fallecido actor Heath Ledger en la película The Imaginarium of Doctor Parnassus.

TÍTULO: A FONDO LOS INCENDIOS DE LOS BOSQUES, QUE PENA.

El francés abrió el archivo adjunto: una foto del incendio de Andilla que ... de los bosques en dos megavatios continuos de energía eléctrica. ... endurecido: castiga a los incendiarios con penas de hasta 20 años.

Incendios: el código penal no es la solución.

Responsable de la Campaña de Bosques - Greenpeace España
La indignación provocada por los devastadores incendios forestales sufridos durante el pasado mes de agosto han generado, con razón, una respuesta común en la clase política y en las poblaciones afectadas que reclaman un endurecimiento de las penas a los responsables de estos sucesos.
Ojala los políticos que reclaman el endurecimiento de las penas para los incendiarios mostraran  la misma determinación en la persecución de otros delitos también incluidos en el código penal, como los vertidos contaminantes a los ríos, el urbanismo desatado o el envenenamiento de la fauna en los cotos de caza, por poner algunos ejemplos. O con la corrupción política. Por supuesto que hay que perseguir a los criminales que queman nuestros montes. Los ecologistas somos los primeros que hemos reclamado mil veces que hay que cumplir la ley y aplicar el principio del “quien contamina paga” o, como en este caso, quién quema el monte paga.
Pero la vía penal no es la principal herramienta para prevenir el combatir los incendios forestales. El actual Código Penal contempla penas de hasta 20 años de prisión a los responsables de incendios forestales. Pero nunca nadie ha recibido la pena máxima. Además, el aumento de las penas no es el problema, sino la gran dificultad de encontrar pruebas que permitan incriminar a los responsables de estos hechos. Lo frecuente es que muchas causas abiertas por incendios acaben siendo sobreseídas o los responsables absueltos.
Por tanto, Greenpeace demanda mayores medios para las Fiscalías de Medio Ambiente, fundamentalmente en la función preventiva que realizan en coordinación con las autoridades administrativas. De reformar el Código Penal, apoyamos que se considere punible cualquier imprudencia,  sin diferenciar grave o leve, y que se endurezcan las sanciones a las personas jurídicas, a las empresas que no ponen medidas de seguridad y provocan incendios. Greenpeace también pide la eliminación del sistema de juicio con jurado para el delito de incendio forestal. La experiencia de los juicios con jurado, lenta y costosa, ha resultado muy negativa en diversos casos donde los incendiarios han resultado absueltos. Pero los cambios en el código penal no son la solución. La persecución del delito es una herramienta, una más, en la lucha contra el fuego.
Los ecosistemas forestales españoles actuales son producto de décadas de abandono rural y del fin de actividades como la recogida de leña, el carboneo, la ganadería extensiva, etc. que, junto con las políticas de repoblación forestal de la pos-guerra,  han transformado gran parte de los paisajes forestales españoles y los han hecho muy vulnerables a los grandes incendios. Esta situación no es producto de decisiones recientes. La culpa no la tienen los recortes de este año ni los del año anterior. La racanería de los presupuestos para el desarrollo rural y, en especial, para el sector forestal son crónicos, producto del olvido de unas cuantas legislaturas y de varias generaciones de políticos. Los incendios forestales, decía un veterano ecologista este mismo verano, se apagan 40 años antes de producirse, con una política del territorio coherente con nuestra climatología y nuestros ecosistemas.
Hay, por tanto, que seguir combatiendo las causas y persiguiendo a los incendiarios. Pero para minimizar los efectos de los incendios forestales tenemos que reducir y gestionar la presencia de biomasa en el monte. Hablamos de gestionar la biomasa y no de “limpiar el monte”, una expresión del todo equivocada. Y para este menester  contamos con dos grandes aliados: la ganadería extensiva y el aprovechamiento energético de la biomasa. Si el Gobierno quiere de verdad abordar el problema de los incendios, que deje de tirar balones fuera y que apoye a estos dos sectores.
Pero la gran asignatura de nuestra sociedad es comprender que el sector forestal es un yacimiento de empleo y tiene un gran potencial económico dentro de una futura economía verde, por lo que debe contar con el apoyo institucional necesario para convertirse en un sector estratégico que combine la fijación de población rural y el equilibrio territorial con la producción de materias primas y el mantenimiento de los servicios ecosistémicos en amplias regiones españoles afectadas por la falta de alternativas económicas. Más trabajo, más gente, más valor del monte…significa a medio y largo plazo menos incendios.
Por último, el nuevo escenario del cambio climático obliga a incluir este parámetro en todas las políticas, desde la turística hasta la agrícola. La africanización del clima peninsular ha traído consigo un aumento considerable del índice de riesgo de incendio. Aunque la meteorología no es responsable de que se produzcan incendios forestales, las condiciones meteorológicas explican la virulencia del fuego y las dificultades para su extinción. Si no combatimos el cambio climático y empezamos a adaptar nuestros ecosistemas al nuevo escenario, veranos como el de 2012 podrían llegar a ser la norma y no la excepción.

Foto ven al Pueblo de Castuera a conocer su gran cultura de buenos y bonitos monumentos en el paisaje de belleza perdido en Extremadura gracias, etc.

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