El fotógrafo Gervasio Sánchez (Córdoba, 1959) se ha convertido con rapidez y justicia en uno de los referentes del periodismo más ético de la ...foto,.
Gervasio Sánchez Fotoperiodista.
El fotógrafo Gervasio Sánchez (Córdoba, 1959) se ha convertido con rapidez y justicia en uno de los referentes del periodismo más ético de la actualidad. Tiene el Premio Nacional de Fotografía porque desde 1984 ha hecho información gráfica y escrita en los más enquistados conflictos del mundo, desde América Latina a Camboya y África, desde guerras como la de los Balcanes a esos otros conflictos personales ocultos que arrastran los 'niños-soldado' de Sierra Leona. Nadie como él nos ha restregado los ojos con el dolor insoportable de las víctimas y la evasiva actitud de nuestra sociedad ante ellas. En el MEIAC de Badajoz se exponen desde ayer casi tres centenares de sus imágenes, pertenecientes a un hombre que dice que no hace arte, sino periodismo.
-¿Dónde se ve mejor, con sus fotos publicadas en periódicos y revistas o en un museo?
-Esto es puro periodismo. Algunas de mis fotos están en museos y la de la Biblioteca de Sarajevo va a tener mucho recorrido porque me la han pedido mucho. Pero te puedo jurar que el día que la hice ni se me ocurrió que pudiera llegar a un museo. Estaban cayendo bombas sobre Sarajevo y me metí en la biblioteca simplemente para que no me mataran. Y me encontré ese haz de luz. Y es la foto que ha tenido más trascendencia. O esta otra (señala la de Sofia y Alia), por la que me han dado premios y ha tenido mucho recorrido. Pues la hice cuando la chica estaba dormida y yo llevaba ya una semana con ella y esto es lo que pasaba en su vida. Hice la foto y es bonita, pero ni se me ocurriría pensar que esto es arte. Esto es fotografía, fotoperiodismo.
-Antiguamente a los periodistas se les pedía poca implicación emocional con los acontecimientos de los que informaban. ¿Para un fotógrafo es distinto?
-Yo tengo muy claro que si no estás dispuesto a ir a una guerra para sufrir el dolor de las víctimas en tu propio interior, no vas a poder transmitir con decencia. Me parece muy bien, y es una opción, que alguien diga que se quiere mantener alejado de lo que pasa, pero no va a transmitir con decencia por muy buenas fotos que haga, por muy bueno que sea literariamente o por muy bien que haga los vídeos. Uno tiene que saber el precio que va a pagar y no hace falta que lo comuniques. No hay cosa que más me joda que un periodista o una periodista hablando de lo que les pasa a ellos, que es uno de los vicios principales de los periodistas españoles. Cuando tú vas a un lugar como estos debes saber que vas a pagar un precio muy alto. ¿Estás dispuesto o no lo estás? Si no lo estás, te quedas en tu casa y ya está.
-Hay muchos periodistas como usted que pueden citar, y no en vano, el nombre de Ryszard Kapuscinski. ¿Por qué está entonces tan desprestigiado el periodismo actual?
-Porque el periodismo ha dejado de vigilar al poder y se ha convertido en su amigo principal o preferente, ahora que está tan de moda esta palabra. El periodista se ha convertido en el amigo del poder político y económico, con los que mantiene relaciones impúdicas a todos los niveles. En Madrid, Badajoz, Cáceres o Cuenca. Hay vinculaciones directas entre los directores de los canales autonómicos y el partido en el poder. Hay directores que permiten que en su diario se investigue la corrupción del partido contrario y no del partido amigo. También hay directores que maltratan a sus periodistas y diseñan investigaciones que en realidad son filtraciones. Dicen que es periodismo de investigación cuando en realidad se están filtrando cosas interesadas. Son directores que no obligan a sus periodistas a buscar noticias, que no critican a los bancos, cajas de ahorros o poderes fácticos de la ciudad que muchas veces compran voluntades políticas. Ese es el desprestigio del periodismo. Cuando los periodistas dejan de hacer su labor de investigación y dejan su lucha porque la sociedad mejore porque se vinculan al poder político y económico, están haciendo un flaco favor a la democracia y a la propia profesión. Salimos de la Transición con un gran prestigio y hoy estamos desprestigiados.
-¿Y se puede recuperar?
-Claro. Echando a un montón de directores de medios y otras personas que son los encargados de impedir que historias importantes para la sociedad aparezcan en los medios de comunicación. Se puede buscar la manera de que el derecho a la información esté por encima de todas las cosas, tanto si hay que criticar al director de un banco que utiliza prácticas vomitivas como al constructor que revende terrenos. Para eso está un diario en una ciudad o en un país. El problema es que la estructura piramidal de los medios de comunicación hace que cada vez haya menos gente crítica y más gente que ha sido elegida porque saben que no van a dar problemas. Y no hablo de ningún diario en particular, sino de toda la prensa en general.
-Es fotógrafo sobre todo, pero una de las veces que la ha liado fue con motivo de un pequeño discurso contra la venta de armamento que dio cuando la recepción del Premio de Periodismo Ortega y Gasset. ¿Pensó que alcanzaría tanta repercusión?
-Si coges mi libro de Sarajevo y lees el prólogo que escribí, es incendiario. Y lo hice en el año 1994 cuando era muy joven y poco conocido. Y si lees lo que escribí en el libro 'Vidas minadas' en el año 1997. En el 2008 me dieron un premio y me permitieron hablar cuatro minutos y tuvo mucha trascendencia porque había gente muy importante en el salón, entre ella la vicepresidenta del Gobierno y seis ministros y ministras de Zapatero, la presidenta de la Comunidad de Madrid y otros altos cargos y ochocientas personas. Yo dije muy educadamente lo que pensaba y, cuando acabó el acto, alguien me dijo 'te has pasado'. Y yo dije '¡no!, me habría pasado si os hubiese llamado hijos de puta a todos, que es lo que os merecéis. Así que déjate de rollos'. Un partido como el PSOE sextuplicó la venta de armas españolas en ocho años.Y eso se produjo entre el 2004 y el 2011, mientras utilizaba la antorcha del pacifismo y hablaba ex catedra sobre la palabra 'paz' (...)Mi discurso era pequeñito pero tuvo mucha trascendencia por Internet. Yo no podía hacer un discurso protocolario cuando me habían dado el premio por la foto de una niña que había perdido dos piernas en la explosión en la que había muerto su hermana María. El problema que hay en la política española es que está llena de gentuza que traiciona las ideas al día siguiente de llegar al poder (...).
-Es un hombre fiel, mantiene las colaboraciones con los medios con los que empezó.
-Soy muy fiel, llevo veintiocho años con la misma mujer, veinticinco con el Heraldo de Aragón, dieciocho años con la Cadena Ser... El otro día expliqué que la primera vez que yo trabajé con la Cadena Ser me maltrataron. Era en el cerco de Sarajevo en 1992 y tardé dos años en recuperar la relación con ellos. Y dejé de trabajar con El País o Diario 16 porque me maltrataron. Yo trabajo con medios que me respetan a mí como periodista y, sobre todo, que respetan a los protagonistas de mis historias, que son historias duras, de gente que ha sido mutilada y ha muerto por circunstancias que desconoce. Y yo quiero que esas historias sean bien presentadas.
-Aparte de todos los reportajes que arrastra durante años y piensa seguir ampliando, ¿tiene proyectos nuevos?
-Trabajo en muchas cosas. Estoy en Afganistán un par de meses al año y allí vuelvo la semana que viene. También estoy siguiendo las historias de 'Vidas minadas' y 'Desaparecidos en España'. Hago cosas diferentes con complicaciones cada vez mayores porque cada vez existe menos financiación. Y luego hago actualidad, que me gusta mucho. Me gusta estar en Afganistán y meterme en directo en la Ser o hacer una crónica para el Heraldo o un reportaje de actualidad para el domingo.
-¿Hay algo que le interesaría fotografiar en Extremadura?
-Estoy trabajando en el tema de los 'Desaparecidos' en España y Extremadura es uno de los lugares donde más hubo y donde más fosas siguen sin abrir. Creo que es importante sacar algún día los cuerpos que hay debajo de la tierra. Hay mucho lío con quienes dicen que no hay que remover la tierra. A la gente que tiene dudas, yo siempre les digo que se vayan en silencio a una de las aperturas de fosas y, cuando vean cómo salen los cuerpos, se pregunte: ¿Si fueran mi padre o mi abuelo, les dejaría ahí tirados? Hay dos respuestas: sí o no. Si es sí, que se vayan al psiquiatra. Si es no, que actúen en consecuencia y permitan que los cuerpos de esas personas sean entregados a sus familias.
TÍTULO: EL ARTE DE ABRIR EL CANAL.
TÍTULO: EL ARTE DE ABRIR EL CANAL.
Si hiciéramos una encuesta entre personas de menos de cincuenta años preguntando si saben lo que es un salón, la mayoría diría que una ...
Si hiciéramos una encuesta entre personas de menos de cincuenta años preguntando si saben lo que es un 'salón', la mayoría diría que una habitación de la casa. Pero pocos sabrían que aquí en Extremadura también remite a la manera de preparar la canal de un cordero, antiguamente oveja vieja y en muchos casos que estuviera a punto de morir o tal vez recién muerta. Esta canal se prepara sin piel, deshuesada y es secada por oreo, es decir al aire libre. Luego se aliña con sal, aunque no lo suficiente para que sea un salazón.
Los antiguos pastores sabían hacer este trabajo perfectamente. Entre otras cosas porque si alguna oveja del rebaño causaba baja, al jefe había que presentarle la 'pellica' y el salón por separado. No para que los viera, sino para que vendiera la piel y se comiera el salón, puesto que era y es muy apreciado.
Francisco Quiles, que es una de las pocas personas que aún saben prepararlo, lo explica: «Una vez abierto en canal, al animal se le quitan las vísceras, y con paciencia de cirujano se le retiran todos los huesos de las patas y las manos y minuciosamente también las costillas para dejar toda la carne completamente limpia. A continuación esa canal, ya sin un solo hueso, se 'envarilla'. Es decir, se les coloca unos palos de tal forma que queda totalmente estirado, y se deja al aire libre el tiempo que sea necesario, que puede ser aproximadamente de un par de días o tres. Una vez seco, está listo para el consumo y realmente es un bocado exquisito».
Francisco nació en 1933, por lo que vivió una infancia difícil marcada por la Guerra Civil y los años del hambre. Empezó a trabajar cuando aun era un niño, cosa normal por aquellos años, cosa que además se podía considerar una suerte porque se quitaba una boca que alimentar en las escasas economías de aquel momento.
Fue pastor y recuerda que cuando ganaba de sueldo una peseta al día, un pan de un kilogramo de peso costaba veinticinco pesetas, lo que hace comprender muchas cosas. Vivía en el campo, en algunos momentos en un chozo, y al pueblo venía una vez al mes, daba igual las fiestas grandes o pequeñas, y desde luego los domingos eran días como los demás. Cuando se echó novia iba a verla con bastante menos frecuencia de la que le hubiera gustado, y en algunas ocasiones salía del campo montado en un borrico después de dejar apriscadas las ovejas y tenía que estar nuevamente en el campo cuando el sol salía. ¿Cómo? Saliendo a las dos o las tres de la madrugada de vuelta a su destino.
A los pastores se les solía dar una piara, una parte de las ovejas que cuidaban eran suyas. Con arreglo a la cantidad que les correspondiera, se repartían por un sencillo prorrateo el queso del que se hiciera, y la parte económica de la venta de los corderos, que se solían comercializar por la feria de mayo.
Hoy, disfrutando de su jubilación, aparte de hacer algún salón, entretiene su tiempo en trabajar la madera a los juncos. De cualquier trozo de madera de olivo o de naranjo puede hacer unas magníficas cucharas o tenedores y unos adornos que dan envidia.
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