TÍTULO: LA HORMA DE MI ZAPATO,.PSG - BARCELONA | WENGER
"El Barcelona no es invencible",.
"Está claro que el Barça atesora la mejor calidad técnica. Pero también han perdido algo en el camino. Son ahora más vulnerables atrás" declaró el técnico.
El entrenador del Arsenal, Arsène Wenger, ha hablado en su blog sobre el partido de cuartos de final de la Liga de Campeones entre el Barcelona y el Paris Saint-Germain (PSG) que se disputará mañana, y ha afirmado que el conjunto blaugrana no es "invencible" por lo que el PSG puede pasar a la siguiente ronda."Si el Celtic de Glasgow y el Milan han conseguido ganar al Barça todo es posible para un equipo como el Paris Saint-Germain. Y el Barcelona no es invencible", ha asegurado el técnico.
El entrenador francés piensa que el Barcelona tiene "mejorar calidad técnica", pero que el conjunto de Tito Vilanova se ha vuelto "más vulnerable", debilidad que puede "aprovechar" el PSG.
"Está claro que el Barça atesora la mejor calidad técnica. Pero también han perdido algo en el camino. Son ahora más vulnerables atrás y me consta que el PSG tiene potencial ofensivo suficiente como para aprovechar esa vulnerabilidad que, por ejemplo, no existía en temporadas anteriores", ha apuntado.
Wenger cree que otras de las claves para que Paris Saint-Germain deje fuera al Barça en la siguiente ronda de la Liga de Campeones es "evitar a Messi en todo lo posible", porque "el argentino está involucrado en el juego ofensivo del Barça, en sus goles, alrededor del 60-70 por ciento", finalizó.
TÍTULO: El polémico estreno del Manzanares
Esta pancarta lucía en la grada lateral baja del Manzanares la mañana del 2 de octubre de 1966. Era el estreno del Manzanares, que más adelante se llamaría Vicente Calderón en honor al presidente que lo hizo posible. La gestación se había iniciado casi nueve años atrás, cuando el Atlético comprendió que el viejo y querido Metropolitano, por muchas reformas y parches que le hiciera, no daba más de sí. La operación era difícil y compleja: obtener para los terrenos del Metropolitano licencia de edificabilidad, venderlos, comprar otros terrenos en algún lugar grato, no lejano del centro, construir… Y mientras se hace el campo nuevo, ¿dónde jugar?
La Asamblea aprobó en julio de 1956, con Javier Barroso de presidente, la solicitud de un crédito de 100 millones para la operación, con la garantía de los viejos terrenos, y un año más tarde aprobó la compra de unos terrenos al lado del Manzanares (el aprendiz de río, lo llamó Quevedo). Pero al poco hubo que aceptar un corrimiento de la parcela, para liberar la zona que ahora ocupa la Avenida de los Melancólicos, a su vez trazada un poco más allá, en una franja que ocupó para edificar el Patronato de Casas Militares.
El Atlético tuvo que acercarse más al río, hasta quedar totalmente pegado a él. La cimentación exigirá mucho más dinero del previsto por las filtraciones de agua (¡Toma aprendiz de río!). Y la tribuna principal deberá permitir bajo sí el paso de la entonces llamada Avenida del Manzanares, hoy parte de la M-30, de ahí que no se pudieran cerrar las esquinas. Todo en medio de los chalaneos, chapuzas y arbitrariedades de la época. Se construye sin licencia municipal, solo con los permisos de Canalización del Manzanares, órgano competente en los terrenos próximos al río.
El Atlético sigue jugando en el Metropolitano y su vida es una montaña rusa. Hay momentos gloriosos (dos finales de Copa ganadas al Madrid, una Recopa, la final de otra) alternados con baches por falta de dinero para refuerzos. Las deudas aprietan y llega el momento doloroso en el que hay que vender a la figura emergente del equipo, Peiró, El Galgo de Cuatro Caminos, al Torino por 25 millones. La tarde del día decisivo (2 de octubre de 1962) cientos de socios se dan cita ante las oficinas de la calle Barquillo, para impedirlo. El traspaso se produjo por la noche.
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