sábado, 7 de septiembre de 2013

UN RESTAURANTE DE POSTAL,./ El Cigala: «En el flamenco no hay trampas».

TÍTULO; UN RESTAURANTE DE POSTAL,.

COMIENDO MIGAS CON, PORCO PRETO, EN FRONTEIRA, A ORILLAS DEL RÍO AVIS,.

Incluye una visita a La Postal sobre todo si van a visitar:

  • La Alameda del Río Eresma:  un camino al lo largo del río que extiende con senderos de más de un kilometro y les acerca a La Casa de MonedaEl Monasterio del Parral y El Convento de San Vicente
  • La Alameda del Alcázar; Una explanada enorme de hierba para disfrutar de la naturaleza a los mismos pies de nuestro castillo emblemático
  • La Iglesia Rómanica de La Vera Cruz; Fortaleza y Templo de los Caballeros de la Orden de Malta  cuyos miembros también son conocidos como Los Templarios.
  • El Convento de San Juan de la Cruz y su tumba.
Nos encontramos a cinco minutos de estos destinos y a ocho minutos de la Plaza Mayor de Segovia en el barrio de Zamarramala.


Nos encontrará al final de la cuesta que sube a Zamarramala en un mirador natural que nos obsequia con una panorámica sin igual de Segovia y La Sierra de Guadarrama. De allí viene el nombre de Zamarramala : "Zamarram Ala"   Mirador Sagrado de Alá.
Disfruten de nuestra terraza y jardin que ofrecen seguridad para las familias que vienen con niños porque todo esta vallado


Y para los que no vienen acompañados de pequeños ofrecemos un espacio muy singular: El vagón de Antonio Machado



Aquí  pueden disfrutar de una comida o cena con un ambiente perfecto.  Las mesas son de 4 o 2 personas pero podemos atender reservas para cualquier número de comensales.


TÍTULO; El Cigala: «En el flamenco no hay trampas».

El Cigala: «En el flamenco no hay trampas»- En su carné de identidad sigue apareciendo como Diego Ramón Jiménez Salazar, pero se le conoce y se le llama por su nombre de guerra, .

TELEVISIÓN CON DUENDE

El Cigala: «En el flamenco no hay trampas»

El músico debuta como maestro de ceremonias en 'Flamenco para tus ojos', de TVE

En su carné de identidad sigue apareciendo como Diego Ramón Jiménez Salazar, pero se le conoce y se le llama por su nombre de 'guerra', 'El Cigala' (Madrid, 1968). En 'Flamenco para tus ojos' (hoy a las dos de la madrugada en La 2) el cantaor se ha bajado del tablao para presentar a Raimundo Amador, Pepe Habichuela, David Palomar o Esperanza Fernández. Y claro, para lanzarse por bulerías. Tras seis años sin un espacio dedicado al flamenco en la pública, el duende ha regresado con un programa en el que la tradición del cante y la guitarra se fusionan con el jazz, la música latina o la clásica sin perder su esencia. La cita, los sábados a las dos de la madrugada.
- De cantaor a presentador, ¿qué tal el cambio de palo?
- (Risas) Ha sido entre amigos. He presentado a Raimundo (Amador), a Tomatito... Y lo hemos pasado muy bien. Pensaba que me iba a sentir más agobiado delante de la cámara presentando, pero me he encontrado muy cómodo en mi debut televisivo.
- Uno de sus programas estuvo dedicado al flamenco en Madrid. ¿Se puso nostálgico?
- Sí. Visitar los sitios donde se reunía mi padre con Camarón... Toda esa parte de Madrid de Casa Patas, Villa Rosa y Torre Bermeja ha sido muy nostálgica. Por esos sitios iba yo con mi bici y me paraba en todos los tablaos.
- ¿Y se ponía a cantar?
- (Risas) ¡Qué va! No me dejaban.
- Pero ahora no lo bajan de un escenario. ¿Con quién le gustaría actuar?
- Con Rubén Blades o con Chick Corea.
- ¿Cómo explicar el flamenco?
- Es difícil, pero puedes hacerlo con ciertos palos, como los cantes de 'ida y vuelta' que van de Cádiz a La Habana y nuevamente a Cádiz. O la Guajira, o la Colombiana.
- ¿Por qué sigue gustando tanto esta música?
- Porque es una música de verdad, de alma y corazón. No hay trampa ninguna y eso el flamenco lo transmite muy bien. Aunque la gente no entienda lo que es una soleá se emociona cuando escucha una.
- ¿Qué música oye en casa?
- Clásica. Pavarotti, Puccini, Maria Callas, Mozart... El Réquiem, Beethoven y Caruso. Pero también la salsa y la música latina. Me gusta poner a Ray Charles, Steve Wonder y a Michael Jackson. Me gustan los genios.
- ¿Y ve la televisión?
- ¡Sí! Me encantan los documentales. Cuando no estoy cantando estoy viendo uno en el National Geographic o en Odisea. Veo las noticias, pero me ponen enfermo.
- ¿Por eso pone tierra de por medio y se marcha a República Dominicana?
- No por eso. Es porque tengo trabajo allí. Presento discos en México, en Argentina y en Colombia. Me voy un año, no exactamente sabático porque voy a trabajar. No olvido España. Pero es que todo lo que está pasando perjudica mucho.
- ¿Qué música recomendaría para evadirse un poco de los sinsabores de la crisis?
- Un disquito de flamenco. Escuchar a Paco de Lucía o a Camarón. Luego oír un disco de Bebo Valdés y otro de Héctor Lavoe, de Rolando Laserie, Chavela Vargas o Mercedes Sosa. Hay música que te engrandece el alma.
- ¿Qué banda sonora le pondría a este momento en España?
- Es muy difícil. No me sugiere ningún tema alegre. El flamenco es una pena y una tristeza. Como está ahora todo le pondría un cante por tarantas. Un cante minero también le vendría al pelo.

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