No me puedo quejar. Es una oportunidad y como están las cosas quedarte al frente de un programa es una buena noticia. Estoy esperando ...
Roberto Leal remata su faena veraniega al frente de 'Espejo Público': «Con Sandrá Daviú hay química y eso se transmite» .
Otro verano más, Roberto Leal (Sevilla, 1979) se queda al fresco del aire acondicionado en Madrid. El chico de 'Espejo Público' (Antena 3) y Sandra Daviú sustituyen a Susanna Griso mientras ella apura sus últimos días libres.
- ¿Se hace duro volver a quedarse sin vacaciones?
- No me puedo quejar. Es una oportunidad y como están las cosas quedarte al frente de un programa es una buena noticia. Estoy esperando ver el final del túnel para pillar un poco de color porque ¡tengo moreno foco!
- Sarna con gusto no pica.
- Estoy muy contento. Mantenemos la misma dinámica y estos meses no han sido los típicos de reportajes de playa. Julio y agosto nos están dejando grandes titulares. Ahora contamos con menos colaboradores, se ha cuidado el presupuesto.
- ¿Cómo es Sandra Daviú?
- Genial. Coincidimos en 'España Directo' pero no trabajamos codo con codo. Creo que hemos encajado bien, la gente nos dice que hay química y eso se trasmite. Nos apoyamos bien el uno en el otro.
- ¿Y se hubiera animado a presentar en solitario?
- Sí, ya lo hice en Navidades y en Semana Santa, pero es mejor un tándem. Así refrescas el programa y el espectador lo agradece. Tenemos personalidades distintas y eso enriquece el producto final.
- ¿Nota que recae más peso sobre usted ahora?
- Al principio sí. Antes de irse Susanna nos presionó irónicamente para que le cuidáramos el chiringuito. Siempre trabajamos con respeto, pero no tenemos presión por ningún frente. Nos han dicho que lo pasemos bien, que salgamos a disfrutar y a defender lo mejor posible.
- Entonces ¿existe una cierta rivalidad con Joaquín Prat?
- La audiencia siempre se mira y el verano está siendo equitativo. Empezamos primeros y ahora llevan ellos un par de semanas por encima. La diferencia es solo de décimas. Ambas ofertas son buenas y cada uno se queda con la que más le gusta.
- ¿Susanna se ha puesto en contacto para darles indicaciones o está desconectada?
- Desconecta totalmente. Tenemos un grupo de 'WhatsApp' y alguna vez entra para dar envidia y decir «¡mirad qué bien estoy, qué foto me he hecho!». No valora lo que ocurre porque así no se puede vivir. Yo también desconectaré cuando me vaya en septiembre.
- Estará contando los días...
- Todavía no sé cuando me voy, pero me tomaré unos días el mes que viene. El programa arranca con Susanna el 3 de septiembre, así que las cogeré la primera o la segunda semana. Luego me incorporaré y vuelta a empezar.
- ¿Habrá algún cambio en estos últimos días?
- Queda mucho programa, pero variará poco. Esta semana Susanna se incorpora a la redacción y le pediremos consejos para rematar bien la faena.
- ¿Le apetecería hacer cosas nuevas en televisión?
- Me están saliendo otras cosillas, pero no me puedo quejar, estoy muy contento. 'Espejo Público' es un programa referente de las mañanas. Aquí se está bien y fuera hace mucho frío.
Otro verano más, Roberto Leal (Sevilla, 1979) se queda al fresco del aire acondicionado en Madrid. El chico de 'Espejo Público' (Antena 3) y Sandra Daviú sustituyen a Susanna Griso mientras ella apura sus últimos días libres.
- ¿Se hace duro volver a quedarse sin vacaciones?
- No me puedo quejar. Es una oportunidad y como están las cosas quedarte al frente de un programa es una buena noticia. Estoy esperando ver el final del túnel para pillar un poco de color porque ¡tengo moreno foco!
- Sarna con gusto no pica.
- Estoy muy contento. Mantenemos la misma dinámica y estos meses no han sido los típicos de reportajes de playa. Julio y agosto nos están dejando grandes titulares. Ahora contamos con menos colaboradores, se ha cuidado el presupuesto.
- ¿Cómo es Sandra Daviú?
- Genial. Coincidimos en 'España Directo' pero no trabajamos codo con codo. Creo que hemos encajado bien, la gente nos dice que hay química y eso se trasmite. Nos apoyamos bien el uno en el otro.
- ¿Y se hubiera animado a presentar en solitario?
- Sí, ya lo hice en Navidades y en Semana Santa, pero es mejor un tándem. Así refrescas el programa y el espectador lo agradece. Tenemos personalidades distintas y eso enriquece el producto final.
- ¿Nota que recae más peso sobre usted ahora?
- Al principio sí. Antes de irse Susanna nos presionó irónicamente para que le cuidáramos el chiringuito. Siempre trabajamos con respeto, pero no tenemos presión por ningún frente. Nos han dicho que lo pasemos bien, que salgamos a disfrutar y a defender lo mejor posible.
- Entonces ¿existe una cierta rivalidad con Joaquín Prat?
- La audiencia siempre se mira y el verano está siendo equitativo. Empezamos primeros y ahora llevan ellos un par de semanas por encima. La diferencia es solo de décimas. Ambas ofertas son buenas y cada uno se queda con la que más le gusta.
- ¿Susanna se ha puesto en contacto para darles indicaciones o está desconectada?
- Desconecta totalmente. Tenemos un grupo de 'WhatsApp' y alguna vez entra para dar envidia y decir «¡mirad qué bien estoy, qué foto me he hecho!». No valora lo que ocurre porque así no se puede vivir. Yo también desconectaré cuando me vaya en septiembre.
- Estará contando los días...
- Todavía no sé cuando me voy, pero me tomaré unos días el mes que viene. El programa arranca con Susanna el 3 de septiembre, así que las cogeré la primera o la segunda semana. Luego me incorporaré y vuelta a empezar.
- ¿Habrá algún cambio en estos últimos días?
- Queda mucho programa, pero variará poco. Esta semana Susanna se incorpora a la redacción y le pediremos consejos para rematar bien la faena.
- ¿Le apetecería hacer cosas nuevas en televisión?
- Me están saliendo otras cosillas, pero no me puedo quejar, estoy muy contento. 'Espejo Público' es un programa referente de las mañanas. Aquí se está bien y fuera hace mucho frío.
A pesar de sus relaciones adúlteras y de los rumores que le emparejan con su nieta, el actor es el famoso que inspira más confianza en EE UU.
Es «el hombre vivo más sexy de Hollywood», según su compañera en 'Seven', la actriz Gwyneth Paltrow. Y el más grande de los actores americanos, en alabanza de la crítica Pauline Kael al descubrirle hace 30 años en 'Brubaker'. Morgan Freeman ha sido presidente de Estados Unidos en 'Deep Impact', máximo responsable de la CIA en 'Pánico nuclear', Mandela en 'Invictus' y el mismísimo Hacedor en 'Como Dios'. Así que no es extraño que sus compatriotas le acaben de elegir la celebridad que inspira más confianza.
La lista de la revista 'Forbes' incluye entre los diez famosos más fiables a otras luminarias de Hollywood como el director Ron Howard y los actores Sandra Bullock, Tom Hanks y Michael J. Fox, que el año pasado encabezó el ránking. «Freeman casi nunca hace papeles de malo y ha logrado evitar grandes escándalos. Eso ayuda a que el público siga confiando en él», justifica la publicación.
Menos mal. Los estadounidenses no han debido tener en cuenta las relaciones adúlteras del actor, su accidente de coche junto a una mujer que se saldó con una demanda por conducir borracho y el posterior divorcio, o las acusaciones de mantener desde hace una década una relación con su nieta, 45 años menor.
Su modélica vida familiar empezó a torcerse a raíz del fatídico accidente en agosto de 2008. Hasta entonces, el suministrador de 'gadgets' de Batman era un hombre hecho a sí mismo, que a los 18 años se enroló en las Fuerzas Aéreas para ser piloto pero no pasó de mecánico. Freeman lavó coches y fue cocinero y tipógrafo antes de bailar en Broadway y rodar treinta películas como secundario. Hasta que 'Paseando a Miss Daisy' le puso en el mapa. Alejado de Los Ángeles, criaba caballos junto a su segunda mujer en una granja en Carolina del Sur.
Cuando su coche se salió de la calzada y dio varias vueltas de campana se rompieron más cosas que sus costillas y el brazo. La mujer que le acompañaba le acusó de negligencia por haber bebido unas cuantas copas antes de ofrecerse a llevarle a casa. Su esposa no aguantó más una relación abierta -el actor tenía como amante regular desde hace años a la maestra Mary Joyce Hays- y solicitó el divorcio.
La revista sensacionalista 'National Enquirer' desveló entonces que Freeman también mantenía desde hace una década un idilio con E'Dena Hines, nieta de su primera mujer y criada desde niña por el actor.
La publicación llegaba a hablar de fotos sugerentes y de contactos sexuales en un hotel de California. El pasado abril, el protagonista de 'Cadena perpetua' negaba en un comunicado que fuera a casarse con su nieta política, con quien aparece a menudo en la alfombra roja. Las noticias de su romance son «fabricaciones difamatorias».
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