domingo, 26 de agosto de 2012

¿ QUÉ HEMOS APRENDIDO QUE SEA IMPORTANTE? / MAGAZINE ENTREVISTA MARK KNOPFLER:

TÍTULO: ¿ QUÉ HEMOS APRENDIDO QUE SEA IMPORTANTE?

Nuestra civilización ha constatado el potencial casi infinito de intuición.

A finales de agosto es imposible no pensar en las cosas que te gustaría que pensaran la mayoría de los españoles. Ahí van las seis primicias ...
He aprendido que lo más importante no es lo que me sucede sino lo que hago al ... He aprendido que soy responsable de lo que hago, cualquiera que sea ...
HE APRENDIDO--- foto comentario--India Martínez: "Todo lo que he aprendido está en este tercer disco

He aprendido que no puedo hacer que alguien me ame,
solo convertirme en alguien a quien se puede amar,
el resto depende de los otros.
He aprendido que se pueden requerir años para construir la confianza,
y solo segundos para destruirla.

He aprendido que lo que realmente cuenta en la vida, no son las cosas que tengo alrededor, sino las personas.
He aprendido que no puedo compararme con lo mejor que hacen los demás,
sino con lo mejor que puedo hacer yo.

He aprendido que lo más importante no es lo que me sucede,
sino lo que hago al respecto.

He aprendido que hay cosas que puedo hacer en un instante,
y que pueden ocasionar DOLOR TODA UNA VIDA.

He aprendido que puedo llegar mucho más lejos de lo que pensé posible.
He aprendido que soy responsable de lo que hago,
cualquiera sea el sentimiento que tenga.

He aprendido que si no controlo mis actitudes,
ellas me controlan a mi.

He aprendido que los héroes son las personas que hacen aquello
de lo que están convencidas,
a pesar de las consecuencias.

He aprendido que el dinero es un pésimo indicador
del valor de algo o de alguien.

He aprendido que a veces tengo el derecho de estar enojado,
pero no el de ser cruel.

He aprendido que el verdadero amor y la verdadera amistad,
continuarán creciendo a pesar de las distancias.

He aprendido que por más grande que sea mi duelo,
el mundo no se detiene por mi dolor.

He aprendido que mientras mis antecedentes y circunstancias
pueden haber influido en lo que soy,
Yo soy el responsable de lo que llego a ser.

He aprendido que dos personas pueden mirar la misma cosa
y ver algo totalmente diferente.

He aprendido que sin importar las circunstancias,
cuando soy honesto conmigo mismo, llego más lejos en la vida.

He aprendido que muchas cosas pueden ser generadas por la mente,
el truco es el autodominio.

He aprendido que tanto escribir como hablar,
alivia los dolores emocionales.

He aprendido que el paradigma en el que vivimos,
es la única opción que tengo.

He aprendido que es importante practicar para convertirme
en la persona que quiero ser.

He aprendido que es mucho más fácil reaccionar que pensar ...
y más satisfactorio pensar que reaccionar.
 

TÍTULO: MAGAZINE ENTREVISTA MARK KNOPFLER:

Mark Knopfler.

"Llega un momento en que tienes que rescatarte a ti mismo.".

Hace 15 años que no fuma, bebe con moderación E, Incluso, va al Gimnasio. El guitarrista tranquilo acaba de cumplir los 63 años, y vuelve a la carga. En septiembre saca su octavo disco en solitario. En su cuartel general, en Londres, el hombre que marco los años 80 con sus punteos y melodías nos regala una charla tan plácida como su forma de tocar la guitarra...
Aunque también haga amigos de flamenco.

Esta es la traducción/adaptación de la entrevista que Andreu Buenafuente hizo a Mark Knopfler en el programa de TV3 – Televisió de Catalunya La cosa nostra, el día 26 de Septiembre del 2.012, fecha de lanzamiento del Sailing to Philadelphia.
pretendido ser lo más fiel posible a la entrevista, pero hay que comprender las diferencias entre un texto escrito y una conversación distendida y natural, además de las dificultades que tuve a la hora de entender ciertas traducciones (al mezclarse la voz de Mark en inglés y la del traductor, Enric, en catalán, a veces era difícil entender la frase). Para cualquier corrección, mándame un correo.
La entrevista
Andreu Buenafuente: Recibimos a un hombre que tiene millones de discos vendidos, más que Jesulín, que contabiliza premios de todo tipo, y su vida forma parte de la historia del rock. Y de la nuestra propia, porque hay momentos de nuestra vida asociados a alguna canción escrita por este hombre: Mark Knopfler. Por favor, adelante.
Se abre la puerta y Mark entra. La banda toca el “Going Home”, Mark los señala, saluda a Andreu y al público. Se sienta en el sillón de vaca mientras aún se oyen los aplausos entusiastas.
Mark Knopfler: Gracias. Muy buena la banda; los he escuchado antes.
A.B.: ¿Sí? No está mal; es la única que encontramos para estas horas.
M.K.: ¿Cuánto les ha costado aprenderla?
A. B.: (Mirando a la banda) Puf… ¿diez minutos?
M. K.: Me lo imaginaba… no, ha estado muy bien.
A. B.: Entre ustedes los músicos siempre hay ese fondo de amabilidad, de confraternidad. Si a usted le dieran a elegir entre cenar con un músico o con un político, ¿qué elegiría?
M. K.: Creo que me iría con el político, porque los músicos son personas de poca confianza, no tienen gusto, son más bien vagos, demasiado sensibles… no me gustan; creo que sí, me iría con el político, son gente fantástica.
A. B.: De todas formas, gracias por venir y por haber escogido este humilde programa. Su presencia es algo que justifica muchas horas de trabajo. Nos enorgullece que haya venido Mark Knopfler, se lo debe imaginar…
M. K.: No te pases…
A. B.: Si usted es un mito.
M. K.: (No entiende la traducción) ¿Perdón? ¿Un mito?
A. B.: “A miz” Se produce un juego de palabras entre A. B., M. K. y el traductor por medio que escapa a mi comprensión.
M. K.: No, no me debes decir estas cosas, de verdad.
A. B.: Bien, pues le diré otra: usted ha sido el culpable de que cambiásemos de tararear estribillos a cantar solos de guitarra; vas por la calle (hace como que toca la guitarra; risas del público)…
M. K.: Cuando no sabes cantar… es como una extensión; cuando no sabes cantar alguna vez es como si la guitarra tuviera que hacer tu faena ¿no? Sí, a veces, cuando la voz no me llega, dejo que la guitarra cante, que hable.
A. B.: El otro día le oí una cosa curiosa; le preguntaron si se atrevería usted con la guitarra española, y dijo que no, que le daba mucho respeto, ¿no?
M. K.: No, es demasiado inteligente para mí. Aprendo muy lentamente. Tardo mucho en aprender cualquier cosa. Ahora mismo estoy aprendiendo a escribir una canción que me gustó escuchar.
A. B.: ¡Qué dice! No me lo creo.
M. K.: No, no, es verdad. Escucho discos, y si los escucho demasiado me pongo triste, casi trágico.
A. B.: Es un hombre modesto, como podemos ver, que dice que no le gusta verse en televisión, que es como si se viera en un espejo para comprarse un vestido… no se gusta.
M. K.: (Con cara de desagrado) No, la verdad… si me veo en un vídeo, por ejemplo… (se gira y se ve en un monitor, y se ríe mientras se tapa la cara) ¡Sí me estoy viendo!
A. B.: ¡Girad los monitores!
M. K.: No pasa nada… Si voy a un restaurante y hay un espejo, me siento de espaldas a él. ¿A ti te gusta verte?
A. B.: (Con gesto de que es evidente) A mí sí. (Risas del público)
M. K.: Pues yo puedo verme limpiándome los dientes, y me cuesta…
A. B.: Tiene razón, y no me gusta comer solo; cuando comes solo es muy triste.
M. K.: Sí; a mí me duele el corazón cuando veo comer sola a la gente… ¿o te pones delante del espejo cuando vas al restaurante?
A. B.: (Como justificándose) Soy soltero. (Mark y el público ríen) Tenemos que hacer tantas cosas los solteros. Mark, hablemos del disco. Usted es una persona que se toma los trabajos con calma, y de éste ha dicho cosas como que ha hecho las canciones que le ha dado la gana, que no tienen un gran significado, sobre temas que le gustaban, que son muchas y muy personales, y que gustarán al seguidor de Knopfler.
M. K.: Bueno, eso espero. Las canciones vienen de todas partes; y soy malo. Una de estas canciones la empecé con 19 años y me ha costado… (duda en decir un número exacto) la tira de años sacarla en un disco. Eso es ser lento, me lo reconocerás.
A. B.: A los 19, usted que ahora tiene 24…
M. K.: Sí, 5 o 6 años me ha costado, aproximadamente. Pero todos los que escriben canciones lo saben: tienes como una especie de cuarto trastero… (señala a la banda) Vosotros que sois músicos lo sabréis perfectamente, ¿no? (De nuevo a Andreu) ¿Escriben canciones estos chicos tuyos?
A. B.: Sí, sí… tienen una muy bonita que se llama “Toda, toda” (risas del público) … Llevamos año y medio juntos, Mark; lo llevamos mal; qué le voy a explicar (más risas). Hablando de convivencia, es usted uno de los pocos músicos a los que le he oído decir “Me gusta mucho ir de gira; me lo paso muy bien”. Dire Straits hizo en su momento la gira…
M. K.: (Cortándole) Sí, me gusta escribir, grabar… es una de las razones por las que estoy aquí; me gusta entrar a una plaza de toros, por ejemplo…
A. B.: ¿A tocar?
M. K.: Sí… ¡a lo otro no! ¡Lo otro no me gusta hacerlo! (Risas) Mira, es fantástico; tocas en cualquier sitio… y parece como si todo subiera, que todos suben. Tocas de una manera o de otra, y la gente dice “¡Olé!”… a veces, no siempre. (Risas)
A. B.: De todo esto se nota que es una persona enamorada de su oficio, y es muy bonito oirlo de una persona tan importante en el negocio.
M. K.: Sí, me encanta lo que hago, de verdad, absolutamente. Es que pienso que soy la persona con más suerte del mundo; es tener suerte. Por ejemplo, salgo con la moto, voy rápido, no mucho pero bastante, porque tengo ganas de llegar al trabajo. Pero a veces debes hacer bandas sonoras… porque si hiciera sólo eso (discos) me costaría aún más… las bandas se deben hacer rápido.
A. B.: Es más ágil, ¿no? Sin embargo, usted hizo con los Dire Straits las giras más maratonianas que se recuerdan. Corríjame si me equivoco, pero llegaron a estar año y medio de gira, casi 2 años, sin pasar por casa…
M. K.: 250 actuacciones al año, sí señor. Es una locura; era como correr… Aún me gusta ir de gira, aunque estoy un poco más civilizado. Pienso que 2 semanas sí y 1 de descanso sería lo bueno… o quizás 1 de trabajo y 2 de descanso, 2 y 1.
A. B.: Eso lo hacen los bomberos.
M. K.: Sí exacto; más o menos. (Risas del público)
A. B.: Perdón por el ejemplo. Me acuerdo cuando se ponía aquella cinta, aquellas muñequeras… ¿usted se acuerda de aquella época?
M. K.: Si miras estas luces modernas, estas que se mueven, las “barn-lights” (?) les llaman, no generan nada de calor; así que cuando salieron ya no necesitaba nada de eso. Pero antes, es que no veía nada de lo que sudaba…
A. B.: Era como ver un tenista; tenemos una imagen de Mark Knopfler de tenista. Hablando de tenistas…
M. K.: (Cortándole) De hecho cuando era pequeño empecé con la raqueta de tenis (hace como si tocara con la zurda).
A. B.: Yo también. (Risas del público).
M. K.: A tocar la guitarra; como soy zurdo la tocaba así, y ella me obligó a cambiarla, mi madre (hace como si tocara con la diestra).
A. B.: De hecho creo que todos los niños del mundo han hecho así (hace como que toca) “Mira, mira, Mark Knopfler“; ahora hacen (hace lo mismo) “Mira, mira, Mark Knopfler“. Claro… Mark lo mira medio flipado; el público ríe
A. B.: Su mito…
M. K.: Lo siento por ellos.
A. B.: ¿Cuándo le dijeron, Mark, que su guitarra sonaba especial? Porque suena especial… pones una guitarra de Knopfler y dices “este es Knopfler”. ¿Hay un momento en el que se da cuenta, que encuentra una posición? ¿Una fecha en la que se diga “estoy tocando diferente”?
M. K.: Bien, es un error completo. Yo empecé tocando con un trozo de plástico, como un plectro, que está pensado básicamente para atormentar a los padres. Y como no tenía dinero para comprarme un amplificador, ni convencí a mi padre de que me lo comprara, tenía una guitarra eléctrica sin nada a qué enchufarla.
De manera que destrocé la radio de casa, -no fue nada popular-, les pedía las acústicas a mis amigos, y poco a poco fui entrando en los clubs de folk y empecé a tocar con los dedos, poco a poco, sin plástico.
Pero no como el flamenco, sino tocando más normal. Y poco a poco, con los años, comencé a romper algunas reglas, y de repente se produjo una síntesis, porque comencé a tocar cosas… porque siempre me perdía (aquí dice algo que no entiendo)… y acabas haciendo cosas con los dedos de alguna manera, y es como usar un plectro.
De hecho, el plectro es lo que uso yo, lo puedes usar para que haga este ruido (hace un ruido como de moscardón). Pero en fin, yo toco como toco, y no sé qué decirte… es un conjunto de cosas que van saliendo.
A. B.: Y no cambie que nos gusta mucho como toca. Escuche, en este disco…
M. K.: (Cortando) No sufras, no cambiaré.
A. B.: No cambie, no. Si quiere cambiar, llámeme (risas del público y de Mark). Mark, en este disco hay grandes colaboraciones, están James Taylor y Van Morrison. Es un placer, realmente, estar en casa haciendo una canción y pensar “en esta me gustaría que me ayudara este otro”; poder escoger tu compañero de juegos un poco, ¿no? Eso también es ser un privilegiado, ¿no?
M. K.: ¡Vaya que si es un privilegio! ¡Vaya que sí! Cuando escribí estas canciones, con Van, ¡oía su voz! Ya había trabajado con él antes, en el 80 y tantos, en San Francisco. Pero oía su voz en mi cabeza; fue fantástico. Y cuando entras al estudio de grabación, le oyes, le oyes de verdad cantar… es fantástico. Siempre me ha gustado Van Morrison, desde que era un adolescente, pero a James Taylor no lo conocía tanto; recuerdo que sí conocía algo de su música, la música folk que hacía, pero pensé que estaría bien que cantara en esta canción. Es como hacer el casting de una película, en el fondo; pensé “se ajustará al personaje”. Y sí, lo ha hecho.
A. B.: Perfecto. Escuche, después de 105 millones de discos vendidos, una auténtica… son récords, vamos, ¿aún compone algo presionado sobre si gustará o no? ¿O ha hecho el disco que le daba la gana? ,etc.

No hay comentarios:

Publicar un comentario