martes, 7 de agosto de 2012

MIL RAZONES PARA HONRAR A COLÓN EN HUELVA.MIL RAZONES PARA AMARTE./ MALLORCA, AZUL Y RUBÉN DARÍO.Caracol

TÍTULO: MIL RAZONES PARA HONRAR A COLÓN EN HUELVA.

La prueba del alumbrao de anoche acreditó el brillante inicio de unas fiestas colombianas que cambian de recinto ferial.

MIL RAZONES PARA AMARTE.


Nos encontramos una tarde bajo el sol de Primavera
Tú caminando entre mis pasos, yo vistiendome en tus huellas

Y nos amamos cara a cara
Y nos besamos en la calle
Y tanto amor se fué fundiendo
Que ahora no puedo olvidarte

Mil razones para amarte
Tu eres mi razon primera
Mil poemas en la calle, ay yo!
Yo rodando donde quiera

Y así tú amor me fué naciendo como un río de agua errante
Tú boca atracó un viejo puerto siembro anclas en tú talle

Oye que nos amamos cara a cara
Y nos besamos en la calle
Y tanto amor se fué fundiendo
Que ahora no puedo olvidarte

Mil razones para amarte
Tu eres mi razon primera
Mil poemas en la calle, ay yo!
Yo rodando donde quiera

Me sobran mil razones
Y un beso me cierra la boca
Me sobran mil razones

Tumbariquipara tumbati pampero

Me sobran mil razones
Nos encontramos una tarde, noche que ansío
Me sobran mil razones

Te sobran mil razones pa escuchar Voz Veis

Tengo una cajita de cayenas y colores para estar contigo!
 

TÍTULO: MALLORCA, AZUL Y RUBÉN DARÍO.

Nacido como Félix Rubén García Sarmiento en Nicaragua en 1867, es hoy mundialmente conocido por su seudónimo: Rubén Darío. Referente del modernismo en nuestro idioma por su obra "Azul...", en sus poemas se perciben fuertes influencias de escritores franceses. Fue también representante de su país en el exterior ostentando distintos cargos, haciéndose evidente su compromiso sociopolítico también en sus obras como en "A Colón". Son otras obras fundamentales "Sonatina", "Lo fatal" y "Canción de otoño en primavera".

Caracol

En la playa he encontrado un caracol de oro
macizo y recamado de las perlas más finas;
Europa le ha tocado con sus manos divinas
cuando cruzó las ondas sobre el celeste toro.

He llevado a mis labios el caracol sonoro
y he suscitado el eco de las dianas marinas,
le acerqué a mis oídos y las azules minas
me han contado en voz baja su secreto tesoro.

Así la sal me llega de los vientos amargos
que en sus hinchadas velas sintió la nave Argos
cuando amaron los astros el sueño de Jasón;

y oigo un rumor de olas y un incógnito acento
y un profundo oleaje y un misterioso viento...
(El caracol la forma tiene de un corazón.)

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