domingo, 16 de junio de 2013

CARTA DE LA SEMANA, SILENCIO POR FAVOR CON CONVERSACIÓN CON TITO VALVERDE, / EL BLOC DEL CARTERO , ÉXITO

TÍTULO:CARTA DE LA SEMANA,   SILENCIO POR FAVOR CON 


CONVERSACIÓN CON
TITO VALVERDE

ÁVILA, 26 de Abril de 1952. Viene a este mundo Fernando Valverde quien mas tarde será conocido como TITO VALVERDE
Está casado con la actriz Maria Jesús Sirvent. Tito es un hombre extrovertido, cariñoso, sencillo y cercano; ama su profesión y tiene palabras generosas para todos sus compañeros. Es un hombre afable y risueño a quien le gusta la conversación y la tertulia. Pero sus mejores palabras, que denotan una profunda admiración, son para su esposa María Jesús. Cuando habla de Maria Jesús se le ilumina el rostro y uno llega a dudar si Tito Valverde está mas enamorado de Mª Jesús, esposa o de la actriz Mª Jesús Sirvent.
 
¿Cómo os conocisteis?
- Cuando conocí a mi mujer yo era un "pringadillo" en el teatro y ella una gran actriz haciendo primeros papeles. La primera vez que la vi mas de cerca fue cuando estaba ensayando con Luis Prendes. Aquel día yo estaba alucinado. Después de bastante tiempo en la profesión me llamaron para interpretar el papel de Marques del Castañar en la obra de Pérez Galdos "Casandra". Quiso la fortuna, para mi, que la Marquesa del Castañar fuera Maria Jesús Sirvent.
Ensayando, ensayando y como la obra es un drama pues siempre estaba mi hombro para que apoyara su llanto. Al final, todo acaba en un vals que lo bailan los Marqueses del Castañar. Después empezamos a salir y ... hasta ahora, y de eso hace 25 años. La verdad es que ha sido una relación como de teatro o de película, como tu quieras.
" Quiso la fortuna, para mi, que la Marquesa del Castañar fuera Maria Jesús Sirvent"
 TITO VALVERDE tiene un Goya como mejor actor de reparto por su intervención en la película "Sombras en una batalla" de Mario Camus. Tito Valverde ha cosechado múltiples premios a lo largo de su carrera, pero para nosotros es un orgullo destacar aquí en INFORMADORES, el que le otorgó la Asociación Profesional Española de Informadores de Prensa Radio y Televisión, APEI, en el año 2003 por su destacada labor en EL COMISARIO. La Academia de la Televisión le otorga el Premio A.T.V. como mejor interpretación masculina por su papel en El Comisario. Tiene además cuatro premios de la Unión de Actores: Uno por su interpretación en "Sombras de una batalla", otro por "Alas de mariposa" y dos consecutivos por "Todos los hombres sois iguales". Suyas tengo contabilizadas 22 películas, desde "La Guerra de Papá" con Antonio Mercero en 1977, hasta "Reinas" en el 2005 con Manuel Gómez Pereira.
 
Tito Valverde es actor que repite con algunos directores, esto es una buena señal: Tres películas con Gómez Pereira, dos con Mario Camus y con José Luis Cuerda. Con Juanma Bajo Ulloa hizo una de las mas bellas películas de su filmografía: Alas de Mariposa. Trabajó a las ordenes de Sancho Gracia en 'fluidos".
 
¿Qué tal son los actores cuando están detrás de las cámaras?
- Sancho Gracia no es un actor al uso. Sancho Gracia y Curro Jiménez para el público y Félix para los amigos. Normalmente los directores-actores, como conocen su profesión de actor suelen ser mucho mas comprensivos con los intérpretes. En esta película, Huidos, era el productor y el protagonista, pero por una serie de cuestiones ajenas por completo a su persona, tuvo que hacerse cargo, una vez empezada la película, de la dirección. Sancho Gracia siempre ha hecho protagonistas, pero en esta ocasión permitió que yo hiciera el papel de protagonista. Con Sancho Gracia hubo una relación un poco desconcertante a veces y otras muy cercana. Félix es un personaje muy especial y un gran intérprete. Ignoro si ha dirigido otras películas.
La televisión es un campo en el que TITO VALVERDE ha brillado con luz propia. Desde "Mala Racha" en 1987. dirigida por José Luis Cuerda, hasta "EL COMISARIO" no ha dejado Vd. de trabajar, compaginando sus labores entre el cine y la televisión. La verdad es que no ha parado ni un momento. Por cierto, a propósito de lo de parado. Fernando Fernán Gómez dijo en cierta ocasión que: "el estado natural de un actor es el de estar parado".
 
 ¿Cuántas veces y por cuanto tiempo ha estado Tito Valverde parado?
- Primero hablemos de Fernando Fernán Gómez: Don Fernando, es un sabio, creo que es la persona que mas he admirado y admiro en mi vida. Tuve la gran suerte de trabajar con él y eso me permitió disfrutar de su compañía. Se le atribuyen muchas frases a Don Fernando, pero en este caso estoy convencido que la frase es suya. Y ahora, respondiendo a su pregunta. Yo creo que sigo en esta profesión , precisamente por no haber estado parado. El gran problema es que cuando no eres de Madrid y llegas de fuera, si no tienes una independencia económica no puedes aguantar el estar parado mucho tiempo.
Mi madre decía que esta profesión de actor es "pan para hoy y hambre para mañana". Generalmente los padres no estan por la labor de que su hijo se dedique a esta profesión; generalmente es la madre la que siempre está sufriendo por tu seguridad. Afortunadamente yo he estado parado en muy pocas ocasiones, pues de haber llegado a una situación así, hubiera continuado mis estudios de aparejador. La carrera de actor no es una profesión estable
Lo cierto es que ahora de tener que volver a empezar con lo que esta profesión me ha enseñado, quizás no empezaría nunca. Hasta hace muy pocos días mi madre me estaba diciendo: "Pero hijo ¿por qué no haces algo de provecho?"
 
Mi madre decía que esta profesión de actor es "pan para hoy y hambre para mañana". Generalmente los padres no estan por la labor de que su hijo se dedique a esta profesión.
 A propósito de hacer algo ¿cuántas horas de rodaje?
- Para la grabación, ahora, tenemos un horario normal: de ocho de la mañana a cuatro de la tarde, o sea ocho horas de trabajo. Este horario lo tenemos cuando trabajamos en el estudio, pero cuando hay que rodar exteriores, de noche, entonces las jornadas son de seis de la tarde hasta las tres de la madrugada, a veces más. Además hay que tener en cuenta que a muchos directores no les agrada la idea de interrumpir el trabajo para comer y prefieren comer después de rodar o grabar. Pero bueno, trabajamos ocho horas en el "plato" y cuando hay que trabajar en exteriores por la noche, ya sabes que esa semana va a ser igual todos los días.
 
 Y después del trabajo ¿qué hace Tito Valverde?
- Generalmente voy a casa. Si he tenido que madrugar mucho me echo una siestecita . Hace mucho tiempo que no la hago. Yo tengo una obsesión que es el guión.. Como cada dos semanas tengo una historia nueva, un capitulo nuevo, me llevo el guión a todas partes, al baño, a la cama, al salón. Lo que suelo hacer es estar tranquilo en mi casa y centrarme en mi papel de los próximos días. Y cuando no, pues sigo estando tranquilo en casa junto a mi mujer viendo la tele, jugando con mis perros y ahora, últimamente, ¡¡ el ordenador !! que todavía no lo manejo como a mi me gustaría, pero todo llegará.
 
 Yo sé que musicalmente en su casa impera Alejandro Sanz y especialmente su "Corazón partio"
- Si, efectivamente el "corazón partio" es el que mas se ha escuchado en mi casa. El nuevo ya lo tengo; comprado naturalmente, no pirata. Ahora estoy menos por la música, ahora estoy mas por el ordenador, aunque mientras lo manejo siempre pongo música. En mi juventud, yo soy de la generación de 62/70 oía poca música española sin embargo ahora es lo que mas oigo, a los nuestros. Lo que estoy haciendo es recopilar toda la música de mi infancia y mi juventud. Esa es la música que pongo en mi coche y la que me lleva a los gratos recuerdos de mi juventud.
 
 ¿Sabia Vd. que la casa de discos DECCA, en 1962 rechazó a los Beatles diciéndoles que no les gustaba su sonido y que la música de guitarra no estaba de moda?
- No, no conocía esta historia pero lo cierto es que al mundo entero sí le gustó su música . Yo he bailado muchas canciones de los Beatles y especialmente las románticas. Recuerdo que mi hermano, con un dinero que teníamos ahorrado los dos, compró un disco de ellos, Sargento Peppers y la verdad es que es algo inolvidable. Lo cierto es que esos "escarabajitos" consiguieron que todos vibrásemos con su música y todavía ahora millones de personas siguen haciéndolo. Los Rollings también forman parte de mis recuerdos, aunque eran más agresivos con su música que, creo era maravillosa, pero a mi dame Los Beatles.
 
 Tito, hábleme de su vida cotidiana. ¿Qué desayuna?
- Lo mío es el café con leche. Todos los días una tostadita de pan con aceite de oliva y mi café con leche. Podría estar todo el día tomando café con leche, pero no lo hago porque me pone muy nervioso
 
 ¿Hace ejercicio?
- Debería hacerlo pero no lo hago, es un propósito para el próximo año
 
¿Qué periódico lee?
- Mira, no creas que quiero templar gaitas, pero los leo todos para así tener una visión mas amplia del panorama. No me inclino por ninguno en especial.
 
¿Qué libro está leyendo ahora?
- Estoy leyendo "Comedia con fantasmas" de Marcos Ordóñez y ya tengo preparada "La Catedral del Mar".
 
Para terminar me gustaría que me preparara un menú ideal para VD.
- Para empezar un picoteo, a base de patatas revolconas, lomo, choricito etc. y de segundo, un buen muletón de Ávila o corderito o tostón, aunque últimamente lo pido menos porque me dan pena esos animalitos recién nacidos. Si debo serle sincero yo elegiría unos huevos fritos con chorizo y con patatas y un buen pan para mojar bien la yema. Con esto y mi guión de la semana, mi música, mis perros y mi casa junto a Maria Jesús soy el hombre mas feliz de la tierra, o por lo menos lo intento.



TÍTULO:  EL BLOC DEL CARTERO , ÉXITO

Tal vez porque alcancé el éxito (o lo que el mundo entiende por éxito) siendo muy joven, he tenido ocasión de reflexionar mucho sobre su naturaleza. La vanidad nos hace creer que el éxito -cuando es propio- es consecuencia natural (y justísima) de nuestros merecimientos; y el resentimiento nos hace creer que el éxito ajeno es consecuencia de la fortuna (y, por lo tanto, injusto o siquiera arbitrario). Ambas consideraciones son erróneas, y en el fondo hijas de la misma insidiosa malignidad. El éxito, en puridad, no es más que la recompensa que el mundo nos concede cuando se siente halagado por nuestros actos; y nuestra envidia del éxito ajeno no es sino deseo de participar de ese halago. Con esto no quiero decir que quien disfruta (o más bien padece) el éxito no lo merezca, o que para alcanzarlo se haya resignado a halagar al mundo; por el contrario, creo que hay personas exitosas que poseen prendas admirables, del mismo modo que creo que no todas las personas exitosas han querido halagar al mundo a sabiendas. Pero esto es lo de menos; pues lo que caracteriza el éxito no es lo que nosotros somos, sino lo que desde fuera se percibe de nosotros. El éxito es siempre mendaz, porque no depende de nuestros merecimientos; quienes lo alcanzan, como quienes lo persiguen sin llegar nunca a alcanzarlo, son víctimas del mismo espejismo.
Esta falacia del éxito es algo de lo que cuesta mucho darse cuenta. Quien alcanza el éxito tiende a emborracharse con él, pensando que todos los honores y reconocimientos que recibe son pocos; y quien pugna en vano por alcanzarlo percibe el fracaso como una amputación o un despojo inicuo, más lacerante todavía cuando contempla que otros han alcanzado el éxito sin apenas esfuerzo (o, en todo caso, con un esfuerzo no mayor que el suyo). Aquí reside la malignidad del éxito, y la razón por la que resulta a la larga tan destructivo, tanto para quienes lo disfrutan (o padecen) como para quienes lo anhelan. Aceptar que el éxito es mendaz, que el aplauso del mundo no es consecuencia de nuestra genialidad sino del provecho que el mundo saca de nosotros, es una durísima prueba a la que pocos están dispuestos a enfrentarse.
Casi todas las personas que han alcanzado el éxito llegan a desarrollar la creencia absurda de que es una gratificación debida; por eso, cuando su éxito decae o palidece, se dan de coscorrones contra las paredes, incapaces de entender su desgracia. Hay también una minoría de personas exitosas más conscientes que llegan a captar que el éxito alcanzado es la consecuencia directa de haber halagado al mundo; pero suelen tornarse cínicas, y siguen dando al mundo lo que al mundo le halaga, pues el éxito ha generado en ellas adicción. Lo mismo ocurre entre las personas 'fracasadas': la mayor parte concluyen que su fracaso es hijo de la ingratitud de un mundo que se niega a recompensar su talento; y los pocos conscientes de que su fracaso es la expresión del rechazo del mundo se esfuerzan desesperadamente por halagarlo, mendigando esa recompensa que se les escamotea.
Yo alcancé el éxito a una edad temprana; e, ingenuamente, pensé al principio que lo había alcanzado por merecimientos propios. Con el paso del tiempo, llegué a descubrir que mis merecimientos (reales o ficticios) nada tenían que ver con mi éxito; y que, si deseaba retenerlo, tendría que esforzarme en halagar al mundo. Esto solo se puede lograr de dos maneras: mediante la asimilación del espíritu del mundo o mediante el fingimiento constante. La primera es algo semejante a practicarse una lobotomía indolora: se trata de darle al mundo lo que el mundo te demanda, vaciándote de ti mismo y llenando el hueco resultante con la borra que hace las delicias del mundo; al principio puede parecer algo indigno, pero es una indignidad de la que uno se olvida muy fácilmente. La segunda manera es más aflictiva, porque la conciencia del fingimiento te hace sentir como un pelele; pero esta aflicción tiene su lenitivo, que es el propio éxito, un éxito cínicamente logrado a costa de tu conversión en un pelele.
Y, luego, en fin, está el repudio del éxito, el rechazo del éxito como algo despreciable y envilecedor. La senda que conduce al repudio del éxito ha sido transitada por muy pocos hombres: es incómoda y áspera, porque exige abajamiento y en el hombre hay una tendencia natural a ascender; es cruel y oprobiosa, porque a quienes por ella se internan solo les aguarda el vituperio del mundo. Todos los días le pido a Dios su asistencia para adentrarme en ella.





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