ENRÉDATE ¿ ES EL HÉROE O EL VILLANO? / NO CIERREN NUESTRO COLE,.

TÍTULO: ENRÉDATE ¿ ES EL HÉROE O EL VILLANO?.

El Héroe y el Villano en nosotros

¿Qué caracteriza a un héroe? ¿Qué caracteriza a un villano? Estás dos figuras tan fuertemente presentes en la cultura popular, en el cine y en los comics, buscan representar dos polos opuestos de identidad y motivación. Veamos que podemos aprender de lo que inspiran estos dos arquetipos tan definidos.

Identidad

Tanto la identidad del heroe como la del villano, siempre surgen de un contexto problemático y difícil. Bruce Wayne (Batman) vió morir a sus padres asesinados frente a sus ojos. Peter Parker (Spiderman) fue el causante de la muerte de su propio tío, quien lo crió. Clark Kent (Superman) es un huérfano de un planeta donde todos sus seres queridos y conocidos fueron destruídos. Los villanos también fueron víctimas de pasados traumáticos y críticos. De ese mismo pasado algunos se convirtieron en villanos y otros en heroes. De un mismo origen puede cristalizarse algo increiblemente malo o algo increiblemente benéfico. Todo depende del camino que se haya decidido seguir.

Vulnerabilidades y poderes

Superman se vuelve más débil que un niño cuando es expuesto a un cristal de criptonita pero tiene mucha fuerza. Batman es solo un simple ser humano pero es muy inteligente y cuenta con aparatos sofisticados. De la misma forma nosotros tenemos nuestras fortalezas y nuestras debilidades. El hecho de que tengamos puntos flojos no quita todo lo bueno que podemos hacer con los talentos que sí tenemos. Queda en nosotros cuidarnos de nuestras vulnerabilidades para no ser vencidos y usar nuestras capacidades para hacer el bien.

Motivación

El villano a menudo utiliza su pasado difícil para justificar sus motivaciones de venganza, materialismo y egoísmo generalizado, teniendo poca consideración de los daños que causa a terceros. Por el contrario, el héroe utiliza su pasado como motivación para combatir la injusticia, y para evitar que otros sufran el mismo mal que ellos experimentaron, incluso arriesgando sus propias vidas y derramando su sangre a fin de salvar a otros.
El villano recibe su satisfacción del botín que obtiene o del daño que provoca, mientras que el héroe obtiene su satisfacción al ayudar a otros, al hacer el bien a los demás. El egoísmo se presenta como contrapunto al amor desinteresado.

El viaje del Héroe

Las historias de héroes por lo general parten de un viaje iniciático que el personaje tiene que atravesar y superar antes de poder adquirir sus habilidades y convertirse finalmente en un guerrero del bien. No lo logra de la noche a la mañana. El héroe debe primero superar sus ambiciones de venganza, egoísmo y orgullo personal. Debe adquirir conciencia sobre el dolor y la necesidad ajena. Debe saber desarrollar su potencialidad interior con fines honorables. Si por el contrario los desarrolla con fines egoístas, la ambición puede llevarlo a caer en la categoría del villano.

Nuestro propio viaje se forja día a día, con las elecciones que tomamos en el tiempo presente. La conciencia moral es una brújula que nos permite saber que camino tomamos, y el camino determina nuestro destino. Dentro nuestro se encuentran el héroe y el villano luchando por nuestra alma. Podemos ser villanos pensando siempre en nuestros propios deseos sin importar las consecuencias que puedan tener en la gente que nos rodea, cerrando nuestros ojos al sufrimiento ajeno. Podemos ser héroes prestando atención a las dificultades, necesidades y dolor de los que nos rodean, y actuando en consecuencia para aliviar ese dolor y traer bienestar y paz. En nuestras manos esta el poder de ser verdaderos héroes.

TÍTULO;  NO CIERREN NUESTRO COLE,.

 ¡No cierren nuestro cole!, por Cristina Morató

Sylvia nunca olvidará el día que consiguió plaza en el colegio deseado para su hija. Aunque era un centro de educación especial, temía que ...

 

Sylvia nunca olvidará el día que consiguió plaza en el colegio deseado para su hija. Aunque era un centro de educación especial, temía que no la admitieran porque además de síndrome de Down sufría parálisis cerebral. No podía andar ni hablar pero la aceptaron encantados, dispuestos a sacar lo mejor de ella. Y así, Rocío, a sus seis años, se puso en manos de maestros, logopedas, fisioterapeutas y auxiliares que, con grandes dosis de entrega, paciencia y afecto consiguieron el milagro. Hoy tiene 15 años, escribe palabras sueltas, es capaz de formas frases, come sola y colabora al vestirse. Pero lo más importante es que es una adolescente sana y feliz que contagia a todos su alegría. El centro que cambió su vida –y la de tantos como ella– es el colegio Adarve de Pozuelo de Alarcón, en Madrid. La noticia de que puede cerrar sus puertas porque no “resulta rentable” ha provocado la indignación y una ola de solidaridad. Porque este no es un colegio cualquiera y sus alumnos, tampoco.

Desde que se fundó hace más de 20 años, el colegio Adarve ha sido un referente en atención y educación a discapacitados. Es un centro privado concertado con la Comunidad de Madrid que pertenece a ATAM (Asociación de Telefónica de Asistencia al Minusválido). Aquí no se aparca a los niños, ni se limitan a “cuidarles”, los tratan de manera individualizada pero a la vez les enseñan a compartir su tiempo con los demás; tienen muchas actividades en grupo y reciben terapias adecuadas a sus problemas tanto de fisioterapia como logopedia. Sus 41 alumnos son niños gravemente afectados, que sufren epilepsia, ceguera, parálisis cerebral, autismo y un sinfín de patologías. La mayoría van en silla de ruedas o caminan con dificultad y necesitan atención médica. Las alternativas, si finalmente Adarve cierra, son desalentadoras. El resto de los colegios concertados de la zona tienen barreras arquitectónicas insalvables, están muy alejados y se encuentran saturados. A los padres les preocupa el retroceso que van a sufrir y no entienden que la atención a estos niños tan desfavorecidos pueda medirse en términos de rentabilidad económica. Para ellos sería como empezar de cero y echar por tierra la gran labor de un equipo humano de profesionales.

En su informe anual, Unicef denuncia el desamparo que sufren en todo el mundo los menores discapacitados. En España, la ausencia de estadísticas desde el 2004 deja a las víctimas de minusvalías en la invisibilidad. Para los autores, estos niños se encuentran entre las personas más marginadas del mundo. Son los grandes olvidados y los más vulnerables ante la violencia, el abuso, la explotación y el abandono. Sobre todo, si se les oculta o se les ingresa en instituciones, algo que ocurre con frecuencia por el estigma social y la carga económica que supone sacarles adelante. Los padres de los alumnos del Adarve han tenido que superar muchos obstáculos y no piensan rendirse ante lo que consideran una grave injusticia: “Son niños que han tenido que luchar tanto en la vida, con sus enfermedades, sus limitaciones, su integración en la sociedad, que no merecen que además les causemos más sufrimiento añadido”.



En su informe, Unicef denuncia que los niños discapacitados son los grandes olvidados y los más expuestos ante la violencia, el abuso y el abandono.