Una montaña rusa. Así define Helen Lindes su vida actual. No en el terreno sentimental, donde desde hace dos años vive una relación estable .
Una montaña rusa. Así define Helen Lindes su vida actual.
No en el terreno sentimental, donde desde hace dos años vive una
relación estable con el jugador de baloncesto del Real Madrid Rudy
Fernández que la ha llevado a sentirse «por fin en casa», sino en el
ámbito laboral, donde a las temporadas de calma chicha les suceden otras
de frenética actividad. Ahora es imagen de la línea 'Shape Sensation'
de Triumph, marca de lencería para la que ya ha trabajado en Alemania «e
incluso en Sudáfrica». Posar en ropa interior, con 'bodys' moldeadores
que como una segunda piel apenas dejan nada a la imaginación, no es
problema para Lindes. «Tengo la fortuna de haber crecido en las Canarias
y allí llevar un bikini es lo más natural del mundo. Nunca he tenido
ese pudor, porque con quince años ya hacía concursos de modelos en los
que desfilaba en bañador o lencería. De ropa interior entiendo muchísimo
-ríe Helen-, aunque confieso que en mi vida cotidiana abuso del negro y
antepongo la comodidad a la sofisticación. Al final las modelos
normalizamos el estar semidesnudas ante el público. Las inseguridades
desaparecen con la edad».
Debe de ser cierto, porque a sus 31 años esta ex Miss
España dice sentirse más segura de sí misma que nunca. «Me voy
conociendo mejor. Y sobre todo es un estado mental. Esos pequeños
defectos ya sabes perfectamente cómo camuflarlos, no le das tanta
importancia a lo que piense la gente, te vas haciendo un pequeño
caparazón y todo te va resbalando. Aun así, yo soy una persona muy
sensible y me siguen afectando las críticas».
Infancia itinerante
«La niña de la inglesa». Así llamaban a Helen en su
infancia en Lanzarote. «En aquel entonces -rememora la modelo-, en la
isla solo había pueblecitos pequeños, las niñas siempre estábamos
correteando por las calles y no cerrábamos las puertas de casa con
llave, porque daba igual quien entrase, todo el mundo se conocía». Su
padre tenía una empresa constructora y su madre era agente inmobiliaria.
Eso le proporcionó una infancia itinerante. «Nos movíamos por toda la
isla y tuvimos varias casas, yo fui a dos colegios y a dos institutos.
Siempre me han costado los cambios porque soy muy tímida, pero eso me
ayudó mucho a adaptarme a todas las situaciones». Y es que la niña de la
inglesa sería tímida, pero desde muy pequeña ya sabía que quería ser
modelo. Su madre, a la que está muy unida, le tomaba fotos y vídeos.
«Siempre me dice que ya desde niña delante de la cámara yo estaba como
pez en el agua».
Helen Lindes nunca pensó que pasados los treinta
continuaría trabajando «y mucho menos a este ritmo. Pero si un día me
puse una fecha límite para retirarme la rectifico, porque ahora ya no me
planteo un final, si a los 36 me siguen contratando, encantada». Ella
atribuye sus ojos claros a su madre británica y no a las raíces nórdicas
de su apellido paterno (Lindes viene de Linden), «porque mi padre es
andaluz y muy moreno». Esos rasgos, que hace que en el mundo de la moda
la tomen por «rusa o brasileña», unidos a que es bilingüe y también
habla francés, han propiciado una carrera internacional con agencias en
Nueva York, Miami, Milán o París. «Siempre he sido ambiciosa pero muy
realista -advierte Helen-. Nunca me he marcado metas inalcanzables».
Cuando no trabaja, da rienda suelta a lo que ella llama
«mis hobbies». La lectura está entre ellos. «Siempre estoy con un libro
entre las manos. Ahora estoy leyendo 'El nombre del viento' de Patrick
Rothfuss». Montar a caballo es otra de sus aficiones. «Me apasionan los
animales. Tengo una perrita de un año, una yorkshire que se llama Bella y
ya es imagen de una marca de comida para perros. Está siguiendo los
pasos de su mamá», ríe Helen orgullosa. Cocinar también le gusta. Ajena a
las alarmantes noticias que hablan de dietas de bolas de algodón
empapadas en zumo de naranja para modelos anoréxicas, Lindes declara
rotunda: «Yo me cuido porque vivo de mi imagen, pero nunca he estado a
dieta y nunca, jamás paso hambre. No podría ser feliz en ese caso». Y
recuerda las lasañas que le ha cocinado a Rudy... «En el amor puedo
decir que he encontrado mi lugar», concluye.
TÍTULO; Lorenzo asusta al miedo
Un
rumor se transformó en un mensaje en las redes sociales. Y desde ahí,
la tormenta. Como si fuera el Cid, la alargada sombra de Jorge ...
El piloto español Jorge Lorenzo, que se fracturó la
clavícula izquierda el jueves en los ensayos libres, fue autorizado a
efectuar las sesiones de entrenamiento del gran premio de Holanda de
Moto GP, según ha anunciado su equipo, Yamaha. El campeón del mundo,
operado con éxito el jueves por la noche en Barcelona, fue sometido a
pruebas médicas durante 20 minutos este sábado por la mañana en Assen.
Los médicos lo autorizaron a disputar las sesiones de
calentamiento a las 9.40 horas. Lorenzo deberá someterse a nuevas
pruebas antes de la carrera para poder participar en ella a las 15
horas. "Gracias por vuestros mensajes de apoyo. Por vosotros ya vale la
pena intentarlo", declaró en Twitter a sus seguidores.
El reglamento permite a un piloto disputar una carrera 24
horas después de una anestesia. Y aunque no haya participado en las
pruebas de calificación, su mejor tiempo en los ensayos libres le
permitiría salir en 12ª posición. Si Lorenzo llegara a participar sería
una sorpresa. El viernes por la mañana, esta posibilidad era "muy
remota", según Yamaha. Y el jueves los médicos incluso barajaban una
convalecencia de cuatro semanas. El piloto de Yamaha es segundo en la
clasificación del mundial a sólo siete puntos de su compatriota Dani
Pedrosa.
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