TÍTULO: FERRER SIGUE Y ROBREDO CAE SIN remisión ante Murray
ESPN Deportes
No hubo sangre en la pista central, aunque Tommy Robredo incluso metió un passing de punto y de película cuando perdía 40-0 con el ...No hubo sangre en la pista central, aunque Tommy Robredo incluso metió un 'passing' de punto y de película cuando perdía 40-0 con el servicio de-foto,. Andy Murray y 2-6, 4-6 y 5-6 en el marcador. Fue el secundario ideal para que bajo la cubierta y con luz artificial el público de Wimbledon viese ayer el avance parsimonioso de su ídolo hacia la final tras las eliminaciones de Nadal y Federer, que le esperaban en el camino.A Murray lo han vestido sus patrocinadores que parece un Madelman absolutamente blanco, un tenista de gimnasio, y Robredo, el inteligente navegador por el circuito profesional en busca de buen rollo y rentas, daba ayer el aire del caballero de este deporte de reyes. Pero el escocés jugó dos marchas por debajo de lo que podría y rompió el servicio del rival cuando apretó para no complicarse las cosas.El choque entre David Ferrer y Roberto Bautista Agut entretuvo al público de la pista uno, que dio la bienvenida al duelo regional entre los mejores tenistas del momento en Alicante y en Castellón, respectivamente. Al cabo de 2 horas y 54 minutos, Bautista se cansó de martillear la roca de Ferrer y rindió con dos bolas cansadas a la red un 6-5 que el rival remató en el siguiente juego con su servicio (6-3, 3-6, 7-6, 7-5). El número 60 del ránking tuvo asistencia del masajista y del médico por un problema en el tobillo izquierdo. El del número 3 iba ayer protegido con refuerzos pero el leve esguince no le impide jugar. Ferrer tampoco se quejó esta vez tras patinar peligrosamente en el primer set.Ferrer vuelve hoy a la pista para disputar el paso a los octavos contra Alexander Dolgopolov. Fernando Verdasco disputará con Ernests Gulbis el paso a los últimos 16 y Feliciano López se juega contra Tommy Haas el derecho a verse el lunes con Djokovic.TÍTULO: LA CINTURA TÁCTICA DE DON VICENTE,.LA CINTURA TÁCTICA DE DON VICENTE,.
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Sudoroso, pálido, sentado solo en el banquillo, pensativo y con síntomas de agotamiento. La imagen de Del Bosque cuando presenciaba los ...Sudoroso, pálido, sentado solo en el banquillo, pensativo y con síntomas de agotamiento. La imagen de Del Bosque cuando presenciaba los penaltis que decidieron el pase de España a la final de la Copa Confederaciones mostraba que en Fortaleza vivió uno de sus duelos más intensos y difíciles como seleccionador. Le sobraban la chaqueta y la corbata, y le faltaba el aliento. «Estoy agotado. Los lanzadores de penaltis los decidió Toni Grande (su ayudante) porque estaba más fresco que yo», reconocía para premiar, sobre todo, al trabajo de todos los jugadores bajo un calor y una humedad asfixiantes. «Hicieron un esfuerzo extraordinario y completaron uno de esos partidos que dignifican el deporte», remarcaba tras reconocer que España tuvo el santo de cara porque Italia fue superior, sobre todo en el primer tiempo.Aunque en este mundillo todo cambia por una pena máxima, es innegable que Del Bosque mostró cintura táctica, clave para superar a rivales que conocen a los campeones de memoria. No insistió en su error inicial. Le ganaba la partida Cesare Prandelli con esos tres centrales y dos laterales que se convirtieron en dos centrocampistas más y le dieron a Italia superioridad numérica en el centro del campo, pero supo corregir. La Roja igualó fuerzas en la segunda parte, sin cambiar ese dibujo 4-1-4-1 que ha empleado en esta Copa Confederaciones sin Xabi Alonso, y acabó pasando por encima de los 'azzurri' en la prórroga.El técnico salmantino se vio derrotado por la pizarra por su colega, pero habló tranquilamente con sus pupilos en el túnel de vestuarios durante el descanso, y cambió en la segunda mitad. Cuando buena parte de la crítica pedía a Javi Martínez en el doble pivote para frenar la hemorragia, él insistió en su idea madre pero cambió de protagonistas y permutó posiciones. Primero, tiró a Pedro a la izquierda, para frenar por allí a Maggio, y escoró a Silva hacia la derecha. Luego, introdujo a Jesús Navas para dar amplitud al juego, ganar espacios y taponar la vía de Giaccherini. Muy bien visto el reemplazo de un agotado Pedro por Mata. Con el versátil futbolista del Chelsea en el campo, Iniesta encontró un socio magnífico, España tocó más y mejor y los transalpinos comenzaron a correr persiguiendo sombras. Pero, sin duda, lo más sorprendente fue introducir a Javi Martínez como delantero centro a pesar de que Villa, el mayor goleador en la historia de la selección, aguardaba en el banquillo. Se antojaba una frivolidad impropia de un partido de alto nivel. Pero Torres estaba fundido y el ex del Athletic le ofrecía movilidad arriba, poderío aéreo y capacidad defensiva para tapar la salida de Pirlo, el arquitecto 'azzurri'. Dejó tres modificaciones decisivas que desnudan a quienes le acusan de inmovilista o, como dijo Florentino Pérez hace diez años, tener el «librillo agotado».El navarro llegó a desplegarse como extremo y de mediapunta en el Athletic, pero no jugaba de ariete desde que tenía ocho años. «Solo me habían puesto ahí cuando de niño destacaba en el pueblo. Me veían el mejor y me ponían de delantero para que marcase goles», recordó Javi Martínez. Aceptó encantado la propuesta de Del Bosque y bromeaba al decir que tuvo «minutos para disfrutar porque todos los jugadores quieren ser delanteros porque son los que meten los goles».Las bromas del '9'¿Qué le pidió el técnico a Javi Martínez? «Me dijo que intentase ayudar a Xavi e Iniesta en defensa, para incomodar la salida de Italia, y que cuando tuviese el balón lo aguantase de espaldas entre los centrales. Y que jugase fácil y lanzase desmarques a los espacios». En la zona mixta de Castelao, todo eran bromas. «Vamos, nueve», le soltó Albiol cuando pasaba a su lado. «Ahora tenemos uno más para el debate del 'nueve'», ironizó Fernando Torres.La actuación decisiva de Iker Casillas también vino a darle la razón a Del Bosque. Víctor Valdés llegó a Brasil en mucha mejor forma, con más portería y sin esa prolongada inactividad de cinco meses que merma a cualquier portero, pero era una cuestión de galones, de jerarquía, de casi 150 partidos con la selección absoluta. A Iker le acompañaba un plus de motivación, un deseo de elevar su autoestima. Y, con flor o no, demostró que se mantiene como el guardameta más decisivo del mundo. Y sin que el destino le reservara el privilegio de desviar alguno de los siete penaltis que le lanzaron.
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