Ya están cerrados los ocho bares de La Madrila acusados de generar ruido en Cáceres.

La alcaldesa se reunirá con los hosteleros.

En algunos casos la justicia no es lenta. Ayer se hacía público el auto de la Audiencia Provincial de Cáceres que ordena el cierre de los bares Latinos, La Belle, Barroco, Down, Maquiavello, La Cuerda, Pasadena Copas y Submarino. Algunos letrados de las partes implicadas en este procedimiento señalaban que el cierre seguramente sería efectivo dentro de un mes; pero ayer por la noche agentes de la Policía Local recorrían los bares afectados de La Madrila para comunicar a sus propietarios la orden judicial, por lo tanto ya están cerrados.

Esta mañana se lo confirmaban a HOY varios propietarios de los locales que comentaban que estaban sorprendidos por la decisión judicial, lamentando las pérdidas que van a tener y las personas que se van a quedar en paro.

Reacción del Ayuntamiento

Respeto a la decisión judicial y prudencia. El Ayuntamiento cacereño ha recibido el auto de la Audiencia Provincial que decreta el cierre de ocho locales de la Madrila con sorpresa. Su portavoz municipal, Valentín Pacheco, admite que el asunto tiene una enorme trascendencia social pero a su vez descarta que el Consistorio vaya a hacer de mediador entre las dos partes de este conflicto: denunciantes (vecinos afectados por el ruido) y hosteleros. Lo que sí hará la alcaldesa es reunirse en breve con los propietarios de los bares.

"La alcaldesa tiene interés en hablar con los hosteleros. Este asunto afecta a una parte importante de la actividad empresarial", recalca Pacheco. El portavoz del equipo de Gobierno, que además es concejal de Seguridad, niega que esté previsto algún dispositivo especial en la zona. Tampoco habrá una próxima convocatoria de la mesa contra el ruido, ya que no tiene sentido por la negativa de la asociación antirruido a hablar con los denunciados. "El Ayuntamiento no puede actuar como mediador en un conflicto que está en los tribunales de Justicia", manifiesta Valentín Pacheco.

El Gobierno quiere conocer de primera mano la opinión de los hosteleros. La propia alcaldesa se entrevistará con ellos. Una de las posibilidades, según el portavoz municipal es llevar la movida a otra parte de la ciudad. "Se puede estudiar el traslado de la zona de ocio. Sería una forma de dar una solución temporal", sostiene.