Que nos salve nuestro Dios en esta vida-Gracias.
Cuenta la leyenda que una joven asturiana se mató en una curva, llamada la curva de la muerte. Dicen que cuando vas llegando a la curva te encuentras con una joven vestida de blanco haciendo autostop. Si detienes el coche, ella se monta y te dice: Ten cuidado que en esta curva me maté yo. Después la chica desaparece sin decir nada.
Esto también es muy sonado en un pueblo antes de llegar a Madrid: Navalcarnero.
«Hay una de la dama que pide aventón en la carretera, la recoges y al rato, cuando miras el asiento, tienes a una calavera sentada junto a ti.»
«Esto ocurre en 1976. Dos jóvenes probaban un carro [automóvil] nuevo. En las afueras de la ciudad recogieron a una joven que hacía autostop. Como el auto sólo tenía dos puertas, uno de los chicos tuvo que bajarse para que laa desconocida se situara en la parte posterior. Los chicos iban rápido en una zona de curvas, pues querían probar la potencia del carro. En ese momento, la misteriosa pasajera, que hasta el momento no había pronunciado palabra, advierte: Cuidado, muchachos, porque en las curvas que están por pasar ha habido muchos accidentes; las conozco todas. Los chicos giran sus cabezas para tranquilizar a la pasajera y el conductor reduce un poco la velocidad para complacerla. Uno de los chicos comenta: ¿Vio, senorita?: otros pueden matarse aquí, pero nosotros pasamos muy bien. La pasajera, sin embargo, no responde. Los chicos reparan de sopetón en que... no hay nadie allí excepto ellos mismos.... Incluso detienen el auto para cerciorarse. No hay nadie.. Un escalofrío les recorre la espina dorsal.. Solos en la carretera de noche, sólo las estrellas y ellos son testigos de lo que pasó.»
TÍTULO: UNA TIRANA PASADA DE MODA.
ME HE PASADO el invierno tiritando cada vez que veía a las presentadoras de los informativos de televisión en manga corta. No puedo entender que vistan así aunque la temperatura exterior marque bajo cero. La moda es un reflejo de la sociedad, y la mejor es la que se adapta a la realidad. Por ejemplo, nuestras bisabuelas dieron un paso en la conquista de su libertad el día en que se quitaron el corsé que las oprimía hasta el desmayo. Que los pantalones entraran en el vestuario femenino también supuso un paso adelante. Y no les digo los 'jeans', yo no sé que haría sin ellos. Me han salvado de más de un apuro cuando he ido de viaje, al llegar tenía una cita de trabajo y la falta de tiempo me impedía planchar. Para esos casos, un 'jean' negro y unos complementos adecuados hacen que te sientas 'vestida'.
Y NO ES QUE TENGA nada en contra de los tacones, aunque en alguna ocasión los haya cuestionado, pero creo que los zapatos bajos también han facilitado la vida a las que trabajamos. Salir por la mañana de casa y no regresar hasta la noche subida en unos tacones ha supuesto a muchas de nosotras problemas de espalda y de pies, amén de aumentar el cansancio. Afortunadamente, ahora los zapatos bajos son tan bonitos, o más, que los de tacón. Para mí supuso un momento de liberación el día en que decidí 'bajarme' de los tacones y usar zapatos planos para gran disgusto de mi madre. A ella jamás se le hubiera ocurrido salir a la calle sin ir 'arreglada', aunque fuera para ir a comprar un sello al estanco, mientras que yo cuando, por ejemplo, salgo a pasear a mi querido Argos (mi perro), cruzo los dedos para no encontrarme con nadie.
EN LOS ÚLTIMOS años confieso que me rebelo ante esa tendencia de que no hay telas de invierno ni de verano. Ya digo que me dan escalofríos al ver a algunas presentadoras de la televisión. Como también me pruduce tiritona ver a nuestras actrices, pongamos que en la Gala de los Goya, hacer el paseíllo de la alfombra roja con los hombros al descubierto y sandalias sin medias, mientras la temperatura es de menos dos o tres grados. Será cosa de la edad, pero yo no estaría dispuesta a coger una bronquitis por ir en pleno invierno con un vestidito y unas sandalias preciosas por muy estupendo que fuera el resultado. Como tampoco entiendo lo de llevar botas en verano.
DIRÁN USTEDES que tengo algunas manías porque no es la primera vez que escribo sobre este tema, pero creo que cada una debe vestir como se sienta cómoda, y que esa comodidad no es incompatible con la elegancia y, ni mucho menos, con estar lo mejor posible. Por eso pienso que hay cosas a las que hay que decir que no como, por ejemplo, a vestir en manga corta en pleno invierno o a subirse a tacones imposibles para ir a trabajar. Y que no me digan que en los platós hace calor, porque llevo años trabajando en televisión. Todo tiene su momento, ¿o no?
P. D.: A esta alturas, creo que la moda no puede ser una 'tirana' que dicte tendencias absurdas, sino que cada cual puede ir como quiera. La moda tiene que estar al servicio de las personas, adaptándose al momento y a las circustancias, y no que las personas sean las que estén a su servicio.
Hay cosas a las que hay que decir que no como, por ejemplo, a vestir manga corta en invierno o a los tacones imposibles para ir a trabajar.
TÍTULO: GEOMÉTRIDOS:
Pesanba que las mariposas nocturnas de la familia Geometridae recibían este nombre por su forma cuando se posan de día con las alas abiertas, pero resulta que porque sus orugas avanzan como nuestra mano cuando mide por palmos la tierra.
TÍTULO: VARIEDAD;
Si bien no es cierto que los marineros tengan una mujer en cada puerto, si es verdad que cada pez, cefalópodo o crustáceo recibe, tratádonse de la misma especie, un nombre diferente en cada puerto, siendo el mar tan parecido en todas partes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario