Puede que hayas
Nacido en la cara buena del mundo
Yo nací en la cara mala
Llevo la marca del lado oscuro
Y no me sonrojo si te digo que te quiero
Y que me dejes o te deje
Eso ya no me da miedo
Habías sido sin dudarlo la más bella
De entre todas las estrellas
Que yo vi en el firmamento
¿cómo ganarse el cielo
Cuando uno ama con toda el alma?
Y es que el cariño que te tengo
No se paga con dinero
Habías sido sin dudarlo la más bella
De entre todas las estrellas
Que yo vi en el firmamento
Puede que hayas
Nacido en la cara buena del mundo
Yo nací en la cara mala
Llevo la marca del lado oscuro
Y no me sonrojo si te digo que te quiero
Y que me dejes o te deje
Eso ya no me da miedo
Habías sido, sin dudarlo, la más bella
De entre todas las estrellas
Que yo vi en el firmamento
No me sonrojo si te digo que te quiero
Si te digo que te quiero.
TÍTULO: EL REGRESO DE LA MARIPOSA DE HIERRO.SUU KYI.
Ganó las elecciones en 1990 por una mayoría aplastante, aunque no pudo formar gobierno al negarse las autoridades militares a tener en cuenta este resultado; es poseedora de infinidad de galardones por su pensamiento y su lucha. Esta mujer visionaria que combina el idealismo y el pragmatismo ilustrado, de 63 años, de fe budista, lleva 13 de los últimos 19 años bajo arresto domiciliario. Reconocida como prisionera de conciencia por Amnistía Internacional.
Su autobiografía no deja a nadie indiferente, por eso la pongo en este blog, y aquí está la entrevista, que se publicó en “The New Courier” en abril de 2003.
Sus compatriotas la llaman la “mariposa de hierro”, un nombre que evoca tanto su lucha no violenta por la democracia como la fortaleza de su carácter. Aung San Suu Kyi, de 57 años, habla al New Courier de la evolución política de su país desde su liberación del arresto domiciliario en mayo del año pasado.
PREGUNTA: Usted acaba de recibir el Premio por la Tolerancia y No-Violencia del Mandanjeet Singh de la Unesco. Durante muchos años, se le ha dado incontables galardones internacionales, incluido el Premio Nobel de la Paz en 1991. ¿En qué medida le han ayudado estos reconocimientos?
AUNG SAN SUU KYI: Es muy beneficioso para el movimiento porque es un signo de que la gente de todo el mundo nos apoya y nos siente. Así que no veo estos galardones como algo personal, sino como algo que se da al movimiento.
P: ¿Qué espera usted de la comunidad internacional y especialmente de la ONU?
ASSK: Nos gustaría ver que la ONU permanece muy firme por la Resolución de la Asamblea General (1) en Birmania y que intente implementar los términos de la resolución tan rápidamente como sea posible. Nos gustaría que toda la comunidad internacional apoyara a la ONU y a esto.
P: ¿Cuál ha sido el impacto de las sanciones internacionales?
ASSK: Cuando la gente habla de las sanciones internacionales, generalmente están hablando de las sanciones de los EEUU. Y a menudo tengo que recordar a la gente que las sanciones de EEUU simplemente impiden a los empresarios norteamericanos hacer nuevas inversiones. Las inversiones que se hicieron antes de que las sanciones se implementaran continúan allí. Desde este punto de vista, no podemos decir que estas sanciones hayan tenido un impacto económicamente importante. Pero han tenido un impacto político muy importante, al demostrar que la gente de los EEUU están preocupados sobre lo que está pasando en Birmania. Y el hecho de que los EEUU hayan impuesto sanciones también hace que otros países se incorporen y tomen nota.
P: ¿Usted cree que las sanciones pueden empujar al país hacia una democracia?
ASSK: No creo que las sanciones aisladamente impulsen al país hacia una democracia. Creo que en una situación tan compleja como la nuestra, nosotros necesitamos muchas, muchas líneas de esfuerzo diferentes antes de que podamos conseguir los cambios que queremos.
P: ¿Cuál es su interpretación, su visión, de la democracia?
ASSK: Es algo que le pregunto a la gente de Birmania cuando viajo por todo el país. Sobre todo cuando voy a la Birmania rural, a los pueblos. Les pregunto a la gente lo que ellos entienden por democracia, de por qué quieren una democracia. Y bastante frecuentemente ellos simplemente dicen que quieren ser libres. Así que yo defino a la democracia como un sistema que garantiza tanto la libertad como la seguridad. Por supuesto que la gente tiene que sentirse segura, pero no queremos una falsa clase de seguridad, la cual no permita en absoluto esta libertad. Así que a esto me refiero cuando hablo de democracia. Claro que esto significa que tiene que haber unas instituciones democráticas básicas tanto como una judicatura independiente, una verdadera libertad y elecciones justas, libertad de prensa y todas esas cosas. Pero una vez dadas estas bases, creo que nosotros encontraremos nuestra forma de democracia. Así ha pasado en todo el mundo. Francia tiene su propia clase de democracia, y EEUU tiene su propia clase de democracia, por ejemplo.
P: ¿Usted cree que el apoyo internacional tiene algo que ver con su liberación del pasado mes de mayo?
ASSK: Como dije, no todo es debido al apoyo internacional. Aunque el apoyo internacional juega verdaderamente un papel importante.
P: ¿Cuáles son los otros factores?
ASSK: El factor de que la gente de nuestro país quiere el cambio. Y que es mejor para nosotros estar en buenas términos que en malos términos. Me gustaría darle al régimen el beneficio de la duda, y me gustaría creer que lo que de verdad quieren es bueno para el país. Y que vean que la reconciliación es la mejor cosa posible que se pueda hacer.
P: ¿Es usted realmente libre?
ASSK: Estoy libre. Pero la libertad es relativa, en el sentido de que estoy libre, aunque la gente no siempre tenga la libertad de venir a verme. Esto pasó durante mi último viaje a Arakan cuando al público general le impidieron venir a verme para demostrarme su apoyo. Cuando fui liberada, dije que había sido liberada aunque no habíamos conseguido la democracia. Así que no es ciertamente que estemos al final del camino. Estamos sencillamente en algún punto del principio del camino porque tenemos que seguir adelante. Y el mensaje que me gustaría lanzar a todo el mundo ahora es que es importante para nosotros movernos hacia delante tan rápidamente como nos sea posible por la salud de nuestro pueblo.
P: ¿Ha podido usted reanudar sus actividades políticas normales como líder de un partido legítimo?
ASSK: Todavía no se me permite funcionar como un líder de un partido político normal, porque a ninguno de los partidos políticos de Birmania se les permite funcionar como partidos políticos normales. Eso es lo que estamos intentando conseguir; esto es uno de los factores que son importantes en el proceso de cambio. La situación política ha cambiado en cierto grado. El cambio más obvio, por supuesto, es que la Liga Nacional de la Democracia ha sido capaz de expandir operaciones en cierta medida. Ahora puedo ir por el país. Aunque creo que la cosa más prometedora que descubrí, no necesariamente un cambio como consecuencia de mi liberación, es el tremendo apoyo de la gente joven y el sentido de solidaridad entre diferentes nacionalidades étnicas de Birmania.
P: ¿Cómo de importante es para usted la coalición étnica?
ASSK: Oh, es lo más importante, es la cosa más importante; porque Birmania es una Unión, es un país hecho de muchas nacionalidades étnicas diferentes, y a menos que podamos conseguir una solidaridad de verdad, nunca estaremos en paz. Lo que necesitamos es un sistema de naturaleza federal que tenga bajo su consideración todas las aspiraciones de las diferentes nacionalidades. Y como dije justo ahora, encontré que había una tremenda solidaridad entre las nacionalidades étnicas cuando visité los estados de Shan y Arakan. La bienvenida con la que fui acogida por el público general fue muy afectuosa y muy, muy animadora. Así que creo que nos estamos moviendo sin parar hacia la verdadera solidaridad.
P: ¿Cuáles son los siguientes pasos?
ASSK: El siguiente paso es conseguir el diálogo. Creo que tenemos que sentarnos y hablar sobre asuntos que importan a este país con el SPDC (Ruling State Peace and Development Council).
P: ¿Cuál es la actual situación de los derechos humanos en Birmania?
ASSK: Todavía no disfrutamos de unos derechos humanos básicos como son los detallados en la Declaración de los Derechos Humanos de la ONU.
P: ¿Y qué me dice de la situación de los prisioneros políticos?
ASSK: Ha habido numerosas liberaciones de prisioneros políticos, aunque todavía hay cientos de esos prisioneros entre barras. Una de nuestras demandas es que sean liberados incondicionalmente lo antes posible.
P: ¿Cómo están progresando las negociaciones para la liberación?
ASSK: No tenemos y no tuvimos ninguna negociación.
P: ¿Cuáles son la principal necesidad de Birmania en lo que se refiere a educación y cultura?
ASSK: En lo que se refiere a la educación, necesitamos muchas cosas. Estoy principalmente preocupada por la educación superior, ya que mucha gente joven se van de la escuela sin tener una educación. Todo el sistema necesita ser revisado. Con respecto a la cultura, estamos compuestos de muchas nacionalidades étnicas, como ya hablamos al principio, y es muy importante que intentemos preservar los diferentes filamentos culturales de este país. La democracia dará a todo el mundo la oportunidad de hacer sus contribuciones al desarrollo de los temas de educación y cultura. Así que lo que la democracia hace es proveer a la gente con una oportunidad de utilizar libremente su talento por el bien del país. Creo que debería ser un florecimiento de la cultura y de institutos para la educación, así como organizaciones y actividades.
P: ¿Qué le contesta usted a la gente que dice que los derechos humanos son un concepto occidental, no relevantes para Asia?
ASSK: Mi respuesta es preguntar: ¿No son los asiáticos seres humanos?
(1) El 19 de noviembre de 2002, la Asamblea General de la ONU adoptó una resolución en la que de forma contundente urgía al gobierno de Myanmar (Birmania) a “restituir la democracia e implementar los resultados de las elecciones de 1990 y a asegurar que los contactos de Aung San Suu Kyi, así como otros líderes de la Liga Nacional por la Democracia se movieran sin retraso dentro del derecho sustantivo y el diálogo estructural hacia una democratización y reconciliación nacional y a en un nivel inicial a incluir otros líderes políticos en estas conversaciones, incluyendo a los representantes de los grupos étnicos……. Para liberar de forma incondicional e inmediatamente a todos los prisioneros políticos”
El pedregoso camino hacia la democracia.
Tras un viaje de 28 años como estudiante y erudita, Aung San Suu Kyi regresa a su casa en Rangún para cuidar a su madre que está enferma, que terminará muriendo en 1988. La entonces heroína de 43 años, hija del héroe General Aung San, el asesinado negociador en la independencia de Birmania de los ingleses, se encontró en mitad de una lucha por la democracia sin precedentes en su tierra natal. Millones de personas se lanzaron a la calle para poner fin a un gobierno dictatorial de 26 años, y miles de protestantes prodemocráticos fueron masacrados. Se enfrentó a un ejército que amenazaba con abatirla mientras ella acampaba en el delta Irrawaddy, mientras era aclamada por una multitud de medio millón de personas que la escuchaban abogar por un gobierno democrático en Rangún. Suu Kyi pronto fue reconocida como un símbolo de la democracia.
Fue elegida Secretaria General del recién fundado Liga Nacional por la Democracia, el cual ganó en las elecciones legislativas de mayo de 1990 con una aplastante mayoría del 82%. Fue un éxito histórico que la junta militar reinante nunca aceptó ni olvidó.
La causa democrática, se casó con su inmensa popularidad, Suu Kyi obtuvo en 1991 el Premio Nobel de la Paz. A partir de aquí su vida ha corrido bajo numerosos arrestos domiciliarios.
Aung San Suu Kyi continúa en la resistencia, dice: “ HABRÁN cambios porque TODO lo que lo militar tiene son armas”.
Sus últimos 19 meses de arresto domiciliario acabó en mayo del 2002. Desde entonces ella ha podido viajar por las diferentes provincias de Birmania.
¿Una victoria? ¿Un paso que acerca más hacia una reconciliación nacional? La mariposa de hierro, como la gente de allí la llaman, es cautelosamente optimista.
FIN DE LA ENTREVISTA.
Su autobiografía no deja a nadie indiferente, por eso la pongo en este blog, y aquí está la entrevista, que se publicó en “The New Courier” en abril de 2003.
Sus compatriotas la llaman la “mariposa de hierro”, un nombre que evoca tanto su lucha no violenta por la democracia como la fortaleza de su carácter. Aung San Suu Kyi, de 57 años, habla al New Courier de la evolución política de su país desde su liberación del arresto domiciliario en mayo del año pasado.
PREGUNTA: Usted acaba de recibir el Premio por la Tolerancia y No-Violencia del Mandanjeet Singh de la Unesco. Durante muchos años, se le ha dado incontables galardones internacionales, incluido el Premio Nobel de la Paz en 1991. ¿En qué medida le han ayudado estos reconocimientos?
AUNG SAN SUU KYI: Es muy beneficioso para el movimiento porque es un signo de que la gente de todo el mundo nos apoya y nos siente. Así que no veo estos galardones como algo personal, sino como algo que se da al movimiento.
P: ¿Qué espera usted de la comunidad internacional y especialmente de la ONU?
ASSK: Nos gustaría ver que la ONU permanece muy firme por la Resolución de la Asamblea General (1) en Birmania y que intente implementar los términos de la resolución tan rápidamente como sea posible. Nos gustaría que toda la comunidad internacional apoyara a la ONU y a esto.
P: ¿Cuál ha sido el impacto de las sanciones internacionales?
ASSK: Cuando la gente habla de las sanciones internacionales, generalmente están hablando de las sanciones de los EEUU. Y a menudo tengo que recordar a la gente que las sanciones de EEUU simplemente impiden a los empresarios norteamericanos hacer nuevas inversiones. Las inversiones que se hicieron antes de que las sanciones se implementaran continúan allí. Desde este punto de vista, no podemos decir que estas sanciones hayan tenido un impacto económicamente importante. Pero han tenido un impacto político muy importante, al demostrar que la gente de los EEUU están preocupados sobre lo que está pasando en Birmania. Y el hecho de que los EEUU hayan impuesto sanciones también hace que otros países se incorporen y tomen nota.
P: ¿Usted cree que las sanciones pueden empujar al país hacia una democracia?
ASSK: No creo que las sanciones aisladamente impulsen al país hacia una democracia. Creo que en una situación tan compleja como la nuestra, nosotros necesitamos muchas, muchas líneas de esfuerzo diferentes antes de que podamos conseguir los cambios que queremos.
P: ¿Cuál es su interpretación, su visión, de la democracia?
ASSK: Es algo que le pregunto a la gente de Birmania cuando viajo por todo el país. Sobre todo cuando voy a la Birmania rural, a los pueblos. Les pregunto a la gente lo que ellos entienden por democracia, de por qué quieren una democracia. Y bastante frecuentemente ellos simplemente dicen que quieren ser libres. Así que yo defino a la democracia como un sistema que garantiza tanto la libertad como la seguridad. Por supuesto que la gente tiene que sentirse segura, pero no queremos una falsa clase de seguridad, la cual no permita en absoluto esta libertad. Así que a esto me refiero cuando hablo de democracia. Claro que esto significa que tiene que haber unas instituciones democráticas básicas tanto como una judicatura independiente, una verdadera libertad y elecciones justas, libertad de prensa y todas esas cosas. Pero una vez dadas estas bases, creo que nosotros encontraremos nuestra forma de democracia. Así ha pasado en todo el mundo. Francia tiene su propia clase de democracia, y EEUU tiene su propia clase de democracia, por ejemplo.
P: ¿Usted cree que el apoyo internacional tiene algo que ver con su liberación del pasado mes de mayo?
ASSK: Como dije, no todo es debido al apoyo internacional. Aunque el apoyo internacional juega verdaderamente un papel importante.
P: ¿Cuáles son los otros factores?
ASSK: El factor de que la gente de nuestro país quiere el cambio. Y que es mejor para nosotros estar en buenas términos que en malos términos. Me gustaría darle al régimen el beneficio de la duda, y me gustaría creer que lo que de verdad quieren es bueno para el país. Y que vean que la reconciliación es la mejor cosa posible que se pueda hacer.
P: ¿Es usted realmente libre?
ASSK: Estoy libre. Pero la libertad es relativa, en el sentido de que estoy libre, aunque la gente no siempre tenga la libertad de venir a verme. Esto pasó durante mi último viaje a Arakan cuando al público general le impidieron venir a verme para demostrarme su apoyo. Cuando fui liberada, dije que había sido liberada aunque no habíamos conseguido la democracia. Así que no es ciertamente que estemos al final del camino. Estamos sencillamente en algún punto del principio del camino porque tenemos que seguir adelante. Y el mensaje que me gustaría lanzar a todo el mundo ahora es que es importante para nosotros movernos hacia delante tan rápidamente como nos sea posible por la salud de nuestro pueblo.
P: ¿Ha podido usted reanudar sus actividades políticas normales como líder de un partido legítimo?
ASSK: Todavía no se me permite funcionar como un líder de un partido político normal, porque a ninguno de los partidos políticos de Birmania se les permite funcionar como partidos políticos normales. Eso es lo que estamos intentando conseguir; esto es uno de los factores que son importantes en el proceso de cambio. La situación política ha cambiado en cierto grado. El cambio más obvio, por supuesto, es que la Liga Nacional de la Democracia ha sido capaz de expandir operaciones en cierta medida. Ahora puedo ir por el país. Aunque creo que la cosa más prometedora que descubrí, no necesariamente un cambio como consecuencia de mi liberación, es el tremendo apoyo de la gente joven y el sentido de solidaridad entre diferentes nacionalidades étnicas de Birmania.
P: ¿Cómo de importante es para usted la coalición étnica?
ASSK: Oh, es lo más importante, es la cosa más importante; porque Birmania es una Unión, es un país hecho de muchas nacionalidades étnicas diferentes, y a menos que podamos conseguir una solidaridad de verdad, nunca estaremos en paz. Lo que necesitamos es un sistema de naturaleza federal que tenga bajo su consideración todas las aspiraciones de las diferentes nacionalidades. Y como dije justo ahora, encontré que había una tremenda solidaridad entre las nacionalidades étnicas cuando visité los estados de Shan y Arakan. La bienvenida con la que fui acogida por el público general fue muy afectuosa y muy, muy animadora. Así que creo que nos estamos moviendo sin parar hacia la verdadera solidaridad.
P: ¿Cuáles son los siguientes pasos?
ASSK: El siguiente paso es conseguir el diálogo. Creo que tenemos que sentarnos y hablar sobre asuntos que importan a este país con el SPDC (Ruling State Peace and Development Council).
P: ¿Cuál es la actual situación de los derechos humanos en Birmania?
ASSK: Todavía no disfrutamos de unos derechos humanos básicos como son los detallados en la Declaración de los Derechos Humanos de la ONU.
P: ¿Y qué me dice de la situación de los prisioneros políticos?
ASSK: Ha habido numerosas liberaciones de prisioneros políticos, aunque todavía hay cientos de esos prisioneros entre barras. Una de nuestras demandas es que sean liberados incondicionalmente lo antes posible.
P: ¿Cómo están progresando las negociaciones para la liberación?
ASSK: No tenemos y no tuvimos ninguna negociación.
P: ¿Cuáles son la principal necesidad de Birmania en lo que se refiere a educación y cultura?
ASSK: En lo que se refiere a la educación, necesitamos muchas cosas. Estoy principalmente preocupada por la educación superior, ya que mucha gente joven se van de la escuela sin tener una educación. Todo el sistema necesita ser revisado. Con respecto a la cultura, estamos compuestos de muchas nacionalidades étnicas, como ya hablamos al principio, y es muy importante que intentemos preservar los diferentes filamentos culturales de este país. La democracia dará a todo el mundo la oportunidad de hacer sus contribuciones al desarrollo de los temas de educación y cultura. Así que lo que la democracia hace es proveer a la gente con una oportunidad de utilizar libremente su talento por el bien del país. Creo que debería ser un florecimiento de la cultura y de institutos para la educación, así como organizaciones y actividades.
P: ¿Qué le contesta usted a la gente que dice que los derechos humanos son un concepto occidental, no relevantes para Asia?
ASSK: Mi respuesta es preguntar: ¿No son los asiáticos seres humanos?
(1) El 19 de noviembre de 2002, la Asamblea General de la ONU adoptó una resolución en la que de forma contundente urgía al gobierno de Myanmar (Birmania) a “restituir la democracia e implementar los resultados de las elecciones de 1990 y a asegurar que los contactos de Aung San Suu Kyi, así como otros líderes de la Liga Nacional por la Democracia se movieran sin retraso dentro del derecho sustantivo y el diálogo estructural hacia una democratización y reconciliación nacional y a en un nivel inicial a incluir otros líderes políticos en estas conversaciones, incluyendo a los representantes de los grupos étnicos……. Para liberar de forma incondicional e inmediatamente a todos los prisioneros políticos”
El pedregoso camino hacia la democracia.
Tras un viaje de 28 años como estudiante y erudita, Aung San Suu Kyi regresa a su casa en Rangún para cuidar a su madre que está enferma, que terminará muriendo en 1988. La entonces heroína de 43 años, hija del héroe General Aung San, el asesinado negociador en la independencia de Birmania de los ingleses, se encontró en mitad de una lucha por la democracia sin precedentes en su tierra natal. Millones de personas se lanzaron a la calle para poner fin a un gobierno dictatorial de 26 años, y miles de protestantes prodemocráticos fueron masacrados. Se enfrentó a un ejército que amenazaba con abatirla mientras ella acampaba en el delta Irrawaddy, mientras era aclamada por una multitud de medio millón de personas que la escuchaban abogar por un gobierno democrático en Rangún. Suu Kyi pronto fue reconocida como un símbolo de la democracia.
Fue elegida Secretaria General del recién fundado Liga Nacional por la Democracia, el cual ganó en las elecciones legislativas de mayo de 1990 con una aplastante mayoría del 82%. Fue un éxito histórico que la junta militar reinante nunca aceptó ni olvidó.
La causa democrática, se casó con su inmensa popularidad, Suu Kyi obtuvo en 1991 el Premio Nobel de la Paz. A partir de aquí su vida ha corrido bajo numerosos arrestos domiciliarios.
Aung San Suu Kyi continúa en la resistencia, dice: “ HABRÁN cambios porque TODO lo que lo militar tiene son armas”.
Sus últimos 19 meses de arresto domiciliario acabó en mayo del 2002. Desde entonces ella ha podido viajar por las diferentes provincias de Birmania.
¿Una victoria? ¿Un paso que acerca más hacia una reconciliación nacional? La mariposa de hierro, como la gente de allí la llaman, es cautelosamente optimista.
FIN DE LA ENTREVISTA.
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