La cantante recupera el legado de Parálisis Permanente, grupo clave del rock siniestro español.
La Movida tiene muchos mitos, pero pocos de resonancia tan enigmática y trágica como el de Parálisis Permanente, el grupo clave del rock siniestro español, truncado una madrugada de mayo de 1983, cuando Eduardo Benavente, su cantante, falleció en un accidente de tráfico a los 20 años. Ahora Ana Curra, colíder del grupo, anteriormente teclista de Alaska y los Pegamoides y sex-symbol de la Movida, ha resucitado el legado de Parálisis Permanente regrabando cuatro de sus canciones en el EP 'El acto' y tocándolas por primera en 30 años sobre un escenario. «Esta vuelta al repertorio de Parálisis obedece sobre todo a un momento personal en el que me siento con fuerzas suficientes», dice Curra, de nombre Ana Isabel Fernández. «Ha pasado el tiempo suficiente y tengo una deuda pendiente, conmigo misma, con Eduardo y con este repertorio, que yo había aparcado una vez que murió».
En ello también hay un componente de reivindicación personal: al empezar Parálisis Permanente, Curra tenía contrato con la discográfica de Pegamoides y en el álbum que grabó junto a Benavente tuvo que figurar como colaboradora. Tampoco pudo aparecer en los vídeos, y en la portada salía de espaldas, con peluca y un atuendo sadomaso que se cosió ella misma. «Claro que hay algo de reivindicación de mi historia», reconoce. «Hay quien dice 'esto es un revival'. Lo será para ti, para mí es mi historia».
Tras la desaparición de Benavente, que también era su pareja, Ana Curra (53 años) se mantuvo en activo en la escena rock hasta mediados de los 80, primero con Seres Vacíos, otro proyecto conjunto en el que ella era la que cantaba, y con un disco en solitario que no obtuvo los resultados esperados. Después se centró en su carrera como profesora de piano, dando clases hasta ahora en el conservatorio de El Escorial (Madrid). Apartada de los focos hasta una reciente colaboración con el músico de electrónica Digital 21, Curra reconoce haber disfrutado de estos años de docencia: «Descubrirle a alguien la música es muy bonito, y si hay un buen receptor enfrente es fascinante. También desgasta mucho, porque tienes que transmitir pasión para abrirle esa puerta. Pero la música te puede salvar la vida en muchas situaciones».
Probablemente la salvó también a Ana Curra, que en aquella carretera riojana, de camino a un concierto en Zaragoza, perdió a su pareja sentimental y creativa. «Reaccioné haciendo música con Seres Vacíos y poniéndome a grabar», cuenta. «Pasados los años tuve el bajón, antes no me lo permití, no podía afrontarlo. Y lo superé a base de alguna hostia que otra». Parálisis Permanente, como era menester en los grupos de la onda gótica, había coqueteado con la oscuridad y la muerte, pero como una idea romántica. «La de Eduardo fue la primera muerte que viví de cerca», comenta Curra, que conducía el coche siniestrado.
La estética
Curra había comenzado en la música siendo adolescente, tras conocer a Carlos Berlanga, miembro de los Pegamoides, en un concierto. «Carlos se acercó, me dijo que tenía muy buena imagen y me preguntó si tocaba algo. Le dije que los teclados y le dijo a Nacho (Canut, ahora en Fangoria): 'Ya tenemos teclista'. El componente estético era clave entonces». Curra dice comprender la decisión de Alaska de no querer hablar del pasado, de los efervescentes años de la Movida: «Entiendo que a la gente le interese, pero es trágico quedarse anclado en el pasado. Aparte, no me gusta teorizar sobre la Movida: esa alegría, ese impulso y esa creatividad es muy difícil de trasladar. Aquello fue irrepetible, pero no te puedes quedar en la nostalgia».
Ana Curra ha vuelto a grabar temas de Parálisis Permanente. -foto.
TÍTULO: RUBÉN POZO DESCUBRE SUS NUEVAS CARTAS MUSICALES:
Apenas ha pasado un mes desde que Leiva publicase 'Diciembre'. Ahora le toca a la otra 'pata' de Pereza, Rubén Pozo, mostrar sus cartas musicales. Mañana sale a la venta 'Lo que más', el primer disco en solitario de este barcelonés de nacimiento y madrileño de adopción que se ha ganado el derecho a contar con un espacio propio después de años de duro trabajo, primero con Buenas Noches Rose y, a lo largo de la última década, colocando a Pereza en lo más alto del rock nacional.
TÍTULO: RUBÉN POZO DESCUBRE SUS NUEVAS CARTAS MUSICALES:
Apenas ha pasado un mes desde que Leiva publicase 'Diciembre'. Ahora le toca a la otra 'pata' de Pereza, Rubén Pozo, mostrar sus cartas musicales. Mañana sale a la venta 'Lo que más', el primer disco en solitario de este barcelonés de nacimiento y madrileño de adopción que se ha ganado el derecho a contar con un espacio propio después de años de duro trabajo, primero con Buenas Noches Rose y, a lo largo de la última década, colocando a Pereza en lo más alto del rock nacional.
En 'Lo que más', editado por Sony Music y producido por el propio Rubén Pozo y Juan de Dios (Amaral, De Luxe), el artista se ha rodeado de viejos conocidos como Joe Eceiza (guitarra), Álvaro Lucini (bajo) o David Rico (batería) para dar forma a los doce temas que integran un álbum honesto y fresco. Dos características perseguidas desde el principio por el músico, y a veces tan olvidados en el panorama musical. Pozo optó, para materializar dicho empeño personal, por grabar casi la totalidad del disco en directo, a la vieja usanza. Como los clásicos.
Se equivoca quien busque artificios en 'Lo que más'. Rubén Pozo da rienda suelta a sus reflexiones en torno a las relaciones humanas de la forma más sencilla posible, con temas rockeros y otros más reposados. Ejemplo de los primeros son 'Nombre de canción', apoyado en un poderoso 'riff' y que sirve para abrir el disco; o 'Como cualquiera', parido casi al final de la grabación. La introspección domina otros cortes como 'Rucu rucu' o 'Las horas muertas'. Y el pop se abre camino en el disco con las letras y la música de 'San Valentín' o 'Nada más'. Como primer single, 'Pegatina', donde el artista huye de la tristeza apelando a una letra vacilona y festiva. Completan el debut en solitario de Rubén Pozo 'Chavalita', 'Invierno', 'Ozono', 'Mañana será otro día' y 'Lo que más'.
Para presentarlos, Rubén Pozo se echará a la carretera en una gira que ya tiene fechas confirmadas en Logroño, Guadalajara, Zaragoza, Córdoba y Toledo.
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