El genial ilusionista dice que ha variado mucho la percepción social de este arte, que ahora se practica en centros culturales.
Juan Tamariz dice que la magia es un espectáculo en crecimiento exponencial y que el relevo generacional está asegurado. Mucho tiene que ver en ese auge este mago divertido y parlanchín que ha hecho que el público acepte con naturalidad lo inexplicable. El sábado actúa en Badajoz y el domingo en Cáceres.
-¿Es diferente el espectáculo cuando se hace para televisión o para un teatro?
-La dificultad no está en el medio sino en la preparación, que tiene que ser larga, profunda, rigurosa y a la vez apasionada de los juegos que se presentan.
-¿Pasa como con los actores, que no es lo mismo interpretar todo el personaje de una tacada que en tomas, como para el cine?
-En televisión es todo mucho más difícil por la gran frialdad del medio, porque cuanto mejor se hace el juego, el espectador puede pensar a veces que ha habido algún corte con la cámara. Hace ya 17 ó 18 años que dejé la televisión y para mí lo más hermoso ha sido siempre el directo con las personas enfrente.
-Una nota del teatro avisa que el espectador dispondrá de una cámara para ver los trucos con más cercanía.
-Eso es porque muchos espectadores que me han visto en televisión piensan que en el teatro no me van a ver nada. Ponemos eso, pero es una mentira gordísima. El espectáculo se hace sin cámara ni pantalla y sólo en la última media hora, en la que sí hago unos juegos más de cerca, más íntimos, aprovechamos para ponerlas. Pero la hora y media precedente se ve perfectamente porque son efectos de cuerda, de telepatía, de cartas gigantes. Yo he trabajado en el circo Price, que son 1.600 localidades y se ve perfectamente, no hay problema.
-¿Se acuerda de cuándo cogió su primera carta para manejarla?
-No me acuerdo, sería muy chiquitillo. Pero fue a los seis o siete años cuando empecé a pensar para crear un juego de magia, porque los Reyes Magos me trajeron una caja de magia y había en ella unas cartas.
-¿El humor es la fórmula que utilizan ustedes los magos para que no nos sintamos engañados?
-Yo no lo hago con humor sino con alegría. No es humor, porque no trato de que se rían. Se trata de transmitir alegría y disfrute, de hacer fiesta y que no sea una cosa tristona y dramática. Pero hay otros magos que lo presentan muy seriamente. Tenemos al argentino René Lavand que es extraordinario y otros muchos.
-Pero, lo de hablar sí es fundamental para los magos, ¿no?
-Hay otros magos que presentan todo musical, como Copperfield y en España, Yunque, pero a mí me gusta más hablar porque soy muy parlanchín.
-En los últimos años han surgido magos importantes para el mundo de los niños como el personaje de Harry Potter. ¿Está satisfecho del nivel de representación que tienen los magos en nuestra vida diaria?
-Es verdad que ha variado mucho la percepción social de la magia. Yo paso medio año fuera de España trabajando pero, cuando estoy aquí, trabajo en sitios especiales, muy culturales. Hace poco estuvimos en Toronto en un Festival de Artes Escénicas y en el Festival de Salsburgo, que es de música clásica y querían un espectáculo de magia, algo que hace veinte años era impensable. Es verdad que la magia entra cada vez más en la sociedad y pienso que es un buen elemento para darnos ilusión, que luego nos permita luchar contra las dificultades de la vida que no son pocas.
-¿Son conscientes de lo que significa su trabajo en una sociedad en la que las ilusiones se nos deshacen en las manos?
-Siempre he tenido conciencia de que la magia es un arte hermosísimo. Todos queremos saber qué nos depara el futuro o cómo pegar el brazo sin más a alguien que se lo rompe o queremos volar. Estos deseos que hasta ahora son imposibles para el humano, el mago o la maga los presenta artísticamente y nos dice que son posibles con la ilusión. De alguna manera, es una especie de proyección hacia el futuro que se puede conseguir y eso nos da fuerza vital, ilusión y alegría. Y nos transmite la emoción del sentido de lo maravilloso que tanto bien hace al alma.
-¿Le ha fallado alguna vez algún truco?
-Bueno, alguna vez nos ha fallado, sí. También los espectadores intervienen mucho y a veces cambian el sentido de lo que estoy haciendo. Esa creatividad del momento hace que cada juego y cada espectáculo sean únicos.
-¿La cercanía del público sigue siendo un desafío?
-Cuanto más cerca está la gente para mí es mejor, disfrutan más.
-Con usted trabaja su esposa, que es un maga colombiana, ¿qué hace ella en el espectáculo?
-Normalmente hace juegos muy de colorido y con animales, pero en este caso va a presentar unos efectos de telepatía y transmisión mental, adivinando los pensamientos de los espectadores. Pero que nadie tema porque solo adivinará lo bueno, no lo malo. Suele ser muy espectacular y sorprendente.
TÍTULO: MAFALDA:
Mafalda es el nombre de una tira de prensa argentina desarrollada por el historietista Quino desde 1964 a 1973, protagonizada por la niña homónima, "espejo de la clase media latinoamericana y de la juventud progresista",[1] que se muestra preocupada por la humanidad y la paz mundial, y se rebela contra el mundo legado por sus mayores.
Mafalda es muy popular en Latinoamérica en general, así como en algunos países europeos: España, Italia, Grecia y Francia. Ha sido traducida a más de treinta idiomas.[2] Umberto Eco, quien ha escrito la introducción a la traducción italiana de Mafalda, ha dicho amarla muchísimo y considera que es muy importante leer Mafalda para entender la Argentina.[3] Sin embargo, las inquietudes que plasman ella y sus amigos en la historieta son de índole universal.
- Mafalda: Al comenzar la historieta tiene cuatro años, y en marzo siguiente ingresa al jardín de infantes. Representa la aspiración idealista y utópica a hacer de éste un Mundo mejor aunque la envuelve el pesimismo y la preocupación en casi todo el tiempo debido a las circunstancias que lo aquejan inevitablemente. Los comentarios y ocurrencias de Mafalda son el espejo de las inquietudes sociales y políticas en el Mundo de los años sesenta. A Mafalda le gustan Los Beatles y el Pájaro Loco. Le gusta también jugar en el parque a los vaqueros con sus amigos. Su comida preferida son los panqueques, que le gustan tanto que es capaz de comer un poco de sopa —plato que ella odia— para poder comer este postre adorado por ella. En los diez años de la historieta aparentemente llega hasta el tercer o cuarto grado. Le gustaría estudiar idiomas y trabajar de intérprete en las Naciones Unidas para contribuir a la paz mundial. Mafalda está convencida del progreso social de la Mujer y lo preconiza a ultranza, algo adelantado a su época. Nació el 15 de marzo de 1962, según confiesa el mismo Quino, aunque también se suele celebrar su cumpleaños el día en que apareció publicada por primera vez. Primera aparición: 29 de septiembre de 1964.
- Papá: Es el típico empleado de oficina, hombre probo que trabaja en una compañía de seguros privada (en la era previa a los ordenadores). Procura en todo momento la mesura en el gasto familiar y no comprende bien los avances y retos que plantean las nuevas generaciones. Las dudas que le plantea su hija con respecto a los males del Mundo lo ponen en entredicho en más de una ocasión. Nunca revelan su nombre y apellido, aunque en una tira se ve dibujado en una pared un corazón con los nombres Raquel y Alberto. Su afición son las plantas de interior, ya que viven en un apartamento y cuando aparecieron hormigas en su casa (durante la primera aparición de Manolito, 29 de marzo de 1965) describió al hecho como "la peor desgracia en el mundo". Conduce el auto familiar que es un Citroën 2CV. Primera aparición: 29 de septiembre de 1964.
- Mamá: Es una típica ama de casa argentina de clase media de los años sesenta preocupada hasta la histeria por lo que pasa dentro de su microclima hogareño. En la tira #1391 se revela que se llama Raquel. Cocina, lava, plancha, hace las compras y (aparentemente) no maneja el auto. Fue a la universidad pero abandonó la carrera y la perspectiva de ser pianista profesional porque se casó, hecho que Mafalda siempre le recrimina. Sin embargo, no requiere complicaciones para ser feliz y da lecciones de humildad y sacrificio a su pequeña hija inquieta por las adversidades del Mundo. Primera aparición: 6 de octubre de 1964.,etc.
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