Crea 6.500 empleos y aumenta su beneficio el 19% en el mejor año de su historia.
Mercadona saca músculo en medio de las dificultades que atraviesa el sector de la distribución y exhibe al cierre de 2011 unos resultados que muchos de sus competidores querrían para sí. El año pasado, en un entorno marcado por las tensiones financieras, por el aumento del paro y el frenazo en seco de la actividad, el gigante que preside el valenciano Juan Roig creó 6.500 puestos de trabajo, abrió 46 tiendas (netas), mejoró su facturación un 8% y su beneficio después de impuestos un 19%, hasta alcanzar los 474 millones de euros.
Roig dio a conocer esos datos en la presentación de resultados anuales de su compañía en 2011, año que considera «el mejor de la historia» de su empresa. El presidente de Mercadona aprovechó el acto para explicar sus recetas para salvar a la economía española del negro panorama que acecha: aumentar la productividad, acabar con el «derroche» público y privado, fomentar la cultura del esfuerzo al modo chino y un «cambio de actitud» en la población. «En España hay 7.000 bazares chinos, cada vez más, porque ellos hacen la cultura del esfuerzo que los españoles no hacen», subrayó. «Pensemos más en nuestros deberes y menos en nuestros derechos», resumió.
El año pasado Mercadona creó 6.500 empleos, todos fijos, lo que elevó su plantilla a 70.000 personas. Roig calificó de «espectacular» esa cifra de creación de empleo porque «significa veinte puestos de trabajo al día». El 40% de los nuevos empleos fueron cubiertos por menores de 25 años.
Esa elevada creación de empleo obedeció, en parte, al empeño de la empresa por potenciar la venta de productos frescos, lo que requiere más trabajadores. El único borrón en esa cuenta fue la tasa de rotación (proporción de trabajadores que dejaron la compañía), que alcanzó el 5%. «Algo no estamos haciendo bien», señaló antes de marcarse un ambicioso objetivo: «En el año 2015 nadie se irá de Mercadona».
El presidente de Mercadona presumió de haber incrementado los salarios en 2011 y 2012, en general en proporción equivalente al IPC, aunque en determinados tramos de sueldos las subidas llegaron al 11%. Hoy el sueldo 'de enganche' de un trabajador de Mercadona son 1.050 euros netos al mes, y una cajera con cuatro años de antigüedad en la empresa gana 1.400 euros netos de media. Roig celebró haber casi desterrado de su compañía uno de los males que le obsesionan: el elevado absentismo laboral. En su empresa, en 2011 fue del 0,78%, frente al 6% del conjunto de la economía española. España, se quejó, «tira» cada año 18.000 millones de euros por la gente que, pudiendo ir a trabajar, no lo hace.
Otra obsesión de Roig es mejorar la productividad. Según los datos que ofreció, el año pasado Mercadona vendió 22.220 euros por empleado, lo que supone «un 2% más por persona» que en 2010. La facturación total alcanzó los 17.831 millones de euros, un 8% más que los 16.485 millones de 2010, y las inversiones sumaron 600 millones. «Y como la empresa ha ido muy bien, nos hemos repartido 223 millones por alcanzar los objetivos», resaltó el presidente de la compañía.
«Mucho recorrido»
Para 2012 Mercadona tiene muchos planes. El más ambicioso es su implantación en otros países. «Creemos que la compañía ya está preparada para abrir fuera», señaló, aunque después recalcó que en España le queda «mucho recorrido todavía». Entre los principales países que baraja citó Portugal, Francia, Italia y Bélgica. Su intención es comprar alguna pequeña cadena en alguno de estos países para después implantar su modelo de negocio, que pasa por «vender productos de una gran calidad a un gran precio». «Si vamos a Bélgica seremos belgas y si vamos a Francia seremos franceses», destacó. No aclaró si la compañía y sus principales enseñas (Hacendado y Delyplus) conservarán su denominación original al vender sus productos fuera de España o se adaptarán a las peculiaridades de cada nuevo mercado.
En lo que respecta al presente ejercicio, Mercadona aspira a lograr un beneficio neto de 490 millones de euros, a mejorar sus ventas un 7%, a abrir otros 60 supermercados y a crear 2.000 puestos de trabajo. Un objetivo de empleo mucho menos ambicioso, pues supone solo un tercio del empleo logrado en 2011. «Nos gusta ser conservadores» en esta materia, justificó Roig.
SALARIOS
1.400
euros netos al mes de media es el sueldo que recibe una cajera de Mercadona con cuatro años de antigüedad. Un recién llegado recibe un salario de cerca de 1.050 euros al mes.
16-3-2012-TÍTULO: Mercadona aplaza dos años la construcción de su supermercado en Castuera .
Mercadona no abrirá este año tal y como tenía previsto. La cadena valenciana de distribución presidida Juan Roig ha decidido posponer la construcción de su centro comercial en Castuera a una fecha que la compañía sitúa en el horizonte del año 2014, lo que también implica la paralización del proceso de selección de personal que se inició en el pasado mes de febrero.
La decisión de Mercadona ha caído como un jarro de agua de fría en las expectativas que sobre este proyecto empresarial habían depositado los numerosos ciudadanos interesados en trabajar en la nueva empresa, ya que supone aplazar sus posibilidades de acceder a alguno de los puestos de trabajo ofertados por la compañía.
Fuentes de Mercadona confirmaron ayer a HOY su decisión. «No va a ser posible antes debido a la situación actual y porque se ha decidido priorizar otras opciones», aclararon desde la empresa.
Las mismas fuentes afirmaron que la intención de Mercadona de desembarcar en Castuera se mantiene. «La previsión sigue siendo construir un supermercado con una superficie de venta de 1.500 metros cuadrados y que dé empleo a una media de 30 o 35 personas».
Tampoco ha caído bien en el Ayuntamiento la decisión de la compañía de aplazar la construcción del supermercado en la localidad, que el primer teniente de alcalde Juan José Perea, calificó como una mala noticia por el atractivo que sin duda traería este supermercado, ya que abriría posibilidades a Castuera, tanto por los puestos de trabajo que crearía, como por la apertura de expectativas al comercio local que se vería beneficiado por la llegada de nuevos compradores.
TÍTULO: EL GRITO DE LAS MORTAJAS.
Carmen R. Palop presenta 'Mater Amantíssima', una exposición sobre la violencia de la guerra en mujeres y niños .
Ayer mismo, las agencias de noticias enviaban las fotos del entierro de dos niños en Hebrón (Cisjordania), muertos cuando manipulaban unos explosivos. Sus cuerpos eran dos bultos alargados bajo los lienzos que los hombres trasladaban en una parihuelas. Estas imágenes se producen casi dos años después de que Carmen R. Palop iniciase el proyecto artístico que ha desembocado en la exposición 'Mater Amantíssima', abierta en la Sala Vaquero Poblador de la Diputación de Badajoz. Se trata de una muestra capaz de remover sentimientos muy íntimos en cada espectador y de interpelarle sobre su posición frente a algunos de los conflictos mundiales más destacados.
El proyecto se inició tras el encargo que una galería gallega realizó a la pintora extremeña. La documentación para abordar el tema llevó a Carmen, profesora en un instituto de Mérida, a revisar numerosas fotos de las que han ilustrado la guerra palestino-israelí a lo largo de varias décadas. El dolor de las madres y los niños afectados por este conflicto fue lo que más le impactó, «quizá porque soy mujer, o porque soy madre».
Carmen concibió la idea de implicar a sus propios hijos en su trabajo. Para ellos fue un juego. Les envolvió en sábanas y les hizo posar tendidos e inmóviles. Un juego con mamá. Pero mamá sabía que, en Palestina no hay juego sino muerte. «Les envolví en sábanas porque me gustaba mucho su plasticidad, porque me recordaban a Zurbarán y al resto de la pintura barroca. Les amortajé buscando esa imagen que a mí me había impactado tanto», explica la pintora.
Todo el proceso fue documentado a través de imágenes tomadas con un teléfono móvil. El vídeo con esas imágenes, con una duración de unos diez minutos, se exhibe a la entrada de la exposición con una advertencia que indica que «puede considerarse como un gesto de solidaridad, de identificación con las víctimas (nunca de comparación)»..
El trabajo tiene una innegable base periodística en una artista que ha partido de fotos que luego imprime en tela y sobre las que interviene con trazos hechos con materiales diversos e incluso con textos escritos que recogen testimonios de las víctimas palestinas. «En los cuadros, los niños no aparecen como muertos -explica la pintora-, sino como resucitados porque no me regodeo en la muerte ni hay un mensaje morboso en todo esto, sino que la idea es presentarlos como víctimas y mártires. Están en un especie de limbo, en un espacio de después de la muerte». Carmen se confiesa más pintora que fotógrafa pero le pareció que, aquí, las imágenes debían ser lo más realistas posible. Las impresiones de los niños están a escala natural.
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