Campanario calentó motores el
viernes de cara a su desfile de carnaval del día siguiente con una popular
tradición: los 'abriles' satíricos. Se trata de una iniciativa que mezcla humor,
crítica, ironía y grandes dosis de sarcasmo.
La tradición de los 'abriles' nunca se ha perdido en Campanario,
pero en los últimos años, sin las compensaciones de los premios, la
participación era más bien escasa. En 2013 han sido seis los inscritos, el doble
del pasado 2012.
Se trata de representaciones de figuras de personajes de actualidad
a modo de caricatura y a las que se dota de un sentido sarcástico. El viernes
recibieron la visita de numerosos vecinos y del jurado que se encargó de
enjuiciarlos para dar los premios.
Estas figuras con cara de trapo están realizadas con materiales
caseros como metales, chapa o ropas viejas y quedan expuestas en la vía pública.
Una parte fundamental de un 'abril' es la colocación de un cartel que contenga
una frase o poesía en tono irónico y que justifique o explique de alguna manera
la presencia de los muñecos.
Esta tradicional y curiosa puesta en escena se remonta a principios
del siglo XX. En aquella época, las pleiteras o esparteras realizaban maquetas,
más esquemáticas que las actuales, acompañadas de una cita con la que pretendían
caricaturizar a alguna persona importante.
Con el paso del tiempo, el carácter grotesco inicial se amplió a
personajes históricos. Los habitantes de Campanario bautizaron esta fiesta como
los 'abriles' basándose en su particular vocabulario, ya que en la localidad la
palabra abril hace alusión a la persona que está quieta o parada en un
sitio.
Durante la Guerra Civil, hubo un parón en esta festividad, que se
recuperó de nuevo a principios de la década de los 40 y que aún continúa.
Esta vez, dos de los 'abriles' participantes rescataron dos viejos
oficios: los piconeros y la jabonera. Una figura la del piconero, «que al final
tendrá que volver con la subida del butano y la luz», como reflejaba el
muñeco.
Otro estuvo dedicado a la famosa trilogía de las '50 sombras de
Grey'. Y ya los otros tres 'abriles' se adentraron en cuestiones locales y, sin
duda, uno de los temas estrella fue la pista de pádel que se está construyendo y
que tanto está dando que hablar.
El 'abril' ganador representaba una matanza, pero aprovechó la
presencia de los chorizos colgados para hacer un juego de palabras, recordando
en su texto a personajes de actualidad, como Bárcenas y Urdangarín o el caso
Gürtel.
TÍTULO: TU CARA ME SUENA,.
La artista jienense es la principal favorita para ganar
esta noche la final de la segunda edición del programa televisivo Tu Cara Me
Suena,.
La cantante cree que hace falta arriesgar más en el panorama musical
actual
Roko: "En 'Tu Cara Me Suena' he demostrado que no se me puede
encasillar"
La artista, que este 2013 presentará su primer trabajo
discográfico, es la favorita para ganar esta noche la final de la segunda
edición del programa,.
Se
ha transformado en artistas tan variopintos como Macaco,
Shakira, Pastora Vega, Loreen
o Adele, entre muchos otros. Con este currículum no es de
extrañar que Rocío Pérez, conocida artísticamente como Roko,
sólo acepte un adjetivo para definir su estilo musical: camaleónico. La artista
jienense es la principal favorita para ganar esta noche la final de la segunda
edición del programa televisivo Tu Cara Me Suena,
donde ha brillado con luz propia mostrando una faceta imitadora admirada por el
mismísimo Carlos Latre. Su frescura y espontaneidad encima del
escenario, además de su calidad vocal, la convierten en la principal favorita
para ganar el programa ante sus rivales y compañeros Daniel
Diges y Arturo Valls. Roko se dio a conocer en el
talent show televisivo El Número Uno, y ahora
está preparando su debut discográfico con composiciones propias. La artista
jienense asegura que lo que funciona hoy en día en el mercado musical es lo
auténtico y verdadero, y lanza este mensaje tan directo como contundente: “En la
música, hace falta creatividad y ser más arriesgado. Se está perdiendo mucha
calidad con la manía de querer hacer sólo productos”. Palabra de Roko.
-Con Tu Cara Me Suena le ha llegado su reconocimiento.
¿Pasar de concursar por necesidad a hacerlo por diversión la ha
liberado?
-Sí, totalmente. Es una liberación porque en El Número
Uno estábamos mucho más coartados y teníamos la presión de evitar que nos
expulsaran del programa. Eso exige mucho. En Tu Cara Me Suena nos lo
pasamos bomba, y no tiene nada que ver con el formato del anterior
programa.
-Para muchas personas que no la siguieron en El
Número Uno ha sido una gran sorpresa. ¿Usted también se ha llegado a
sorprender de sí misma al verse encima del escenario imitando a artistas tan
variopintos y consagrados?
-¡Sí! Me ha pasado en varias ocasiones
porque he hecho cosas y personajes muy diferentes y con géneros musicales que
exigen baile y canto a la vez. En alguna ocasión he llegado a pensar que me iba
a ahogar cantando según qué (Sonríe). Al final, siempre he tirado adelante y el
equipo me ha ayudado muchísimo. Recuerdo, por ejemplo, el día que imité a
Yuri. ¡Creía que no podía. Esa chica cantaba en playback en la
actuación que me tocó hacer y luego bailaba. ¡Yo tuve que hacerlo todo en
directo! Eso sí, me gusta ponerme retos e intentar superarlos.
-¿La actuación de Yuri ha sido el reto más grande al que se ha
enfrentado en el programa?
-Cada una ha tenido su dificultad, no
creas. Adele representaba un trabajo muy minucioso y de respeto
a la artista para ser fiel a su registro. Ahí no te podías resguardar detrás de
los bailarines o de una escenografía, y tienes que observar mucho porque es un
personaje muy serio, igual que hice con Pasión
Vega.
-Uno de sus grandes fuertes es la imitación. ¿Cómo
las prepara?
-Lo que estoy alucinando es que Carlos
Latre me haya posicionado tan bien en el terreno de la imitación. Yo me
lo tomo siempre como un juego y pienso que el único truco parta esto es la
observación ver los videos todas las veces que hagan falta. Primero me fijo en
la letra y me concentro en entender bien lo que dice, y luego intento meterme en
la piel del personaje y, sobre todo, en la energía que transmite. Cada artista
tiene su mundo y hay que meterse en el él y adaptar lo máximo posible su
expresión corporal a mi persona.
-Si nos referimos sólo al campo
de la imitación, ¿cuál ha sido su cruz?
-Muchos.
Macaco, por ejemplo, es un artista muy diferente a mí, que
intento ser muy femenina en el escenario. Él es más alternativo y tiene una
actitud muy masculina sobre el escenario. Lo bueno de Macaco es que, como ya me
gustaba de pequeña, tenía su estilo bastante interiorizado. Creo que hay otros
que me han costado más, como Loreen, por la energía y la
combinación que hace entre el movimiento y la forma de cantar. Es una actuación
muy distinta a cómo se actúa aquí en Occidente. Además, tenía mucha
responsabilidad con ella porque me encantó desde la primera vez que la vi. Tiene
una voz impresionante y lo hace todo muy fácil.
-¿Aceptó el reto
de presentarse a Tu Cara Me Suena por la visibilidad que suponía o por
la versatibilidad que le ofrecía el formato?
-Por ambas cosas. Sobre
todo porque me parecía un proyecto muy divertido en el que podía jugar mucho, y
me ofrecía la posibilidad de hacer algo que ya había hecho de pequeña como es
imitar a otros artistas.
-¿Recuerda las primeras imitaciones que
hizo?
-Sí. Imitaba a una cantante mexicana que se llama
Gloria Trevi y me partía de risa con ella porque hacía unos
movimientos muy ochentenos y tenía una pinta extravagante. Recuerdo que tenía en
casa un baúl con mis disfraces y jugaba con mi prima a hacer obras de teatro. En
esa época ya tenía la vena transformista (Ríe).
-En el programa
transmite diversión y la sensación de que se lo está pasando igual de bien que
cuando jugaba con su prima. ¿Su familia ha tenido algo que ver con su clase
artística?
-En casa siempre hemos visto mucho teatro y hemos
escuchado mucha música. Mi padre toca la guitarra, el laúd y canta, y mis
hermanas también. Así que más o menos siempre he estado vinculada con esa vena
más artística, aunque sigo aprendiendo día a día.
-Hay parte del
público que considera que hoy usted será la ganadora de TCMS. ¿Lo
acepta como reto o es una presión añadida?
-A veces me supone un
poco de presión porque la gente me para por la calle y me dice que tengo que
ganar porque soy la mejor. Te lo dicen mirándote profundamente a los ojos (Ríe).
¡No lo sé! Lo que hago es dejar que pase esa pequeña presión y mirar de hacerlo
lo mejor posible y disfrutar cada semana. Luego, si la gente quiere votar a
Javier, o al concursante que sea, ya no está en mi mano.
-Javier
de Los Pecos. ¿Realmente lo pasaba tan mal como parecía?
-Sí. Pienso
que ha sido muy valiente al enfrentarse a una cosa que le daba tanto respeto.
Valoro mucho lo que ha hecho, igual que María del Monte o
Ángeles, que son artistas que llevan mucho tiempo en el
panorama musical y tienen una forma muy concreta de cantar y de actuar, por lo
que es mucho más complicado ponerse en la piel de otra persona y descubrir cosas
nuevas con cierto bagaje en el mercado musical.
-Si sólo tenemos
en cuenta la evolución, ¿cuál es el concursante que más le ha
sorprendido?
-¡Ana Simón! Te diré, incluso, que Ana
Simón tendría que haber pasado a la final del programa. Nos quedamos un poco
planchados cuando vimos que no estaría y no nos creíamos muy bien que eso
hubiera pasado. Es una persona que tiene mucho talento en su interior y creo que
ni siquiera ella es consciente de eso.
-¿Hay algún miembro del
jurado que le imponga más?
-Me impone mucho la presencia de Carlos
Latre, por ser uno de los mayores imitadores de nuestro país. También
Mónica Naranjo, que aunque haya estado con ella en El
Número Uno también me impone mucho porque es una grandísima
artista.
-Es como una madrina para usted…
-Sí, la
verdad es que se ha convertido en algo así pero, aunque ella se muestre de
manera muy cercana, yo sigo respetándola mucho y siendo consciente de que sólo
estoy empezando y me quedan todavía muchas cosas que
aprender.
-Operación Triunfo, La Voz, El
Número Uno…¿El género del talent show musical está en un buen
momento de forma o hay síntomas de saturación?
-¡Qué voy a decir yo!
Para mí ha sido un trampolín total y te lo dice alguien que siempre ha renegado
de este tipo de talent shows. Creo que este tipo de formato le ha quitado mucha
creatividad al artista.
-¿Y El Número Uno
no?
-Es un formato totalmente diferente ya que deja más libertad al
artista para hablar de su arte y expresarse como quería. Había personajes muy
diferentes y cada uno ha hecho lo que realmente traía de dentro.
-¿Se hubiera presentado a Operación
Triunfo?
-No. Son formatos diferentes y me quedo con el de
El Número Uno. Lo tengo muy claro.
-Está preparando su
primer disco. ¿Hay fecha de salida y estilo musical definido?
-No
hay fecha todavía para el disco ya que estamos buscando una fórmula que haga que
lo que estamos preparando tenga repercusión. No me gusta hablar de un estilo
musical, prefiero que seáis vosotros mismos los que lo valoréis. Estoy
intentando no copiar nada y coger las cosas que siempre me han gustado para
incluirlas en el trabajo. No puedo etiquetarlo porque soy una persona que
siempre huyo de las etiquetas en todo lo que hago.
-¿Incluirá
composiciones propias?
-Sí. La mayoría de los temas del álbum serán
composiciones mías que llevo tiempo dándoles vueltas y, por fin ahora, voy a
poder incluir en un disco.
-¿En castellano?
-Va a
primar el español, aunque pueda tener algunas cositas en inglés. Me gustaría
dejar claro que no quiero que sea sólo un disco, sino música que vaya destinada
a hacer un directo y un espectáculo. Pienso que hoy en día el álbum físico se
está acabando y hay que proponer algo más. Por eso me he formado en teatro
musical y hecho todo lo que pudisteis ver en El Número Uno. Me gusta ver un
escenario que tenga algo más y que no sólo consista en un cantante con un pie de
micro.
-¿Los músicos ya no pueden vivir sólo de sus
canciones?
-No creo que sea suficiente. A mí siempre me ha gustado
más contar historias que cantar. Hay que decir algo, profundizar y hacer que la
gente que vaya a verte salga con la sensación de que se va con algo más de ti.
-Asegura que es un animal de escenario donde ha pasado sus
mejores y sus peores momentos. ¿Cuáles son?
-Casi todos coinciden,
porque en un mismo día puede haber un buen momento seguido de uno muy malo, o al
revés. Soy una persona cambiante y muy intensa en todo lo que hago. Para mí la
comunicación con el público también es esencial. Hay muchos artistas que hacen
lo que a ellos les gusta pero que la gente no termina de entender o no consiguen
comunicar lo que ellos están sintiendo. Si estás sintiendo cosas muy intensas y
no sabes echarlas hacia fuera, tienes un problema.
-¿En su
carrera musical ha pesado más el autoaprendizaje o lo que haya podido absorber
de otros artistas y de su familia?
-Un poco de todo. Es importante
ser autodidacta, pero es imprescindible tener buenos maestros. Durante mi
carrera he tenido algunos muy buenos profesores pero, en algunas otras cosas, he
tenido que aprender yo sola y, por esa razón, he logrado terminar la carrera. Si
no obtenía lo que quería, recalaba yo la información y me buscaba la vida por
otros caminos.
-Si el El Número Uno fue un trampolín
para usted, ¿qué ha significado su paso por la segunda edición de
TCMS?
-Continuar eso y, sobre todo, mostrar otras caras,
que era mi objetivo al principio del programa. Siempre han querido encasillarme
dentro de un cajón. “Tenemos un problema contigo. Defínete en una palabra”, me
decían. La única palabra sería camaleónica porque he escuchado muchos estilos
musicales a lo largo de mi vida y pienso que el arte está para jugar con varios
registros, sino es muy aburrido y el artista se queda pobre. En el programa he
demostrado que es imposible encasillarme en ningún estilo y que puedo ser yo
misma encima del escenario.
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