TÍTULO: REAL MADRID-2- RAYO VALLECANO-0- LIGA FÚTBOL,.
Marcaron Morata y Ramos antes de ver la roja en el 17'
Dos
goles y
muchos líos
La gran sorpresa de Mourinho ante el Rayo fue la presencia en el once titular de Álvaro Morata por vez primera. El canterano marcó, pero fue sustituido en el minuto 27 por Albiol tras la roja a Sergio Ramos.
Adán se quedó fuera de la convocatoria ante el Rayo Vallecano. El guardameta ha pasado de arrebatar la titularidad en la jornada 17 a Iker Casillas en La Rosaleda ante el Málaga a quedarse en la grada en la jornada 24,etc,.
TÍTULO: TENIS GANA NADAL A NALBANDIAN,.Suma un título más en su haber tras doblegar a
Nalbandian
Nadal vuelve a saborear las mieles de la gloria en Sao Paulo
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El balear acumula 10 años seguidos ganando al menos un título ATP; los últimos que lo hicieron fueron Roddick y Federer
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Es el segundo título 'indoor' de Rafa tras Madrid 2005
Rafael Nadal no sólo está de regreso en el circuito sino que lo hace ganando.
Sin jugar a su mejor nivel, con molestias en su rodilla, pero con un título más
en su excelso palmarés. El 'Rey de la tierra batida' se impuso a David
Nalbandian en dos mangas en la final de Sao Paulo y suma así 51 cetros en su
haber.
Después de perder la final en Viña del Mar ante Horacio Zeballos, Rafa Nadal quiso huir de favoritismos en Sao Paulo. Enfrente, un amigo, alejado demasiado tiempo como él del circuito por lesión, pero que sería una buena piedra de toque para valorar en su justa medida el nivel que ahora mismo tiene. El balear se impuso a David Nalbandian por un marcador de 6-2 y 6-3 tras una hora y diecisiete minutos de juego en un choque disputado en la tan discutida Pista Central del Gimnasio Ibirapuera.
El partido fue soso, insulso y hasta lento para tratarse de un partido en las condiciones geográficas que tiene Sao Paulo (760 metros de altura) y la calidad de los contendientes de la final. Pero nada extraño comparado con lo que ha sido el torneo en sí durante la toda la semana. Respecto a este periplo sí que se mostró mejor Nadal, que se quitó el cartel de favorito tras ceder dos mangas en cuartos de final y semifinales y saltó al tapete con gesto serio, concentrado y pensando en su rival más que en otros avatares. El balear, sin gran oposición al otro lado de la pista, comenzó a jugar a placer con su derecha, abriendo ángulos imposibles y aprovechando los errores de Nalbandian. Llegado el ecuador de la manga, Rafa firmó la primera ruptura, break al que sucedieron cuatro juegos de forma consecutiva que le otorgaban el primer set al español.
Quizá lastrado por los siete meses de competición, Nadal evidenció la irregularidad que ha mostrado en Chile y Brasil cediendo su servicio en el juego inicial del segundo acto, así como los primeros cuatro de un set en el que pasó de dominador a dominado. Una asignatura pendiente lo de no poder desenchufarse de cara a cuando tenga a los mejores del ranking enfrente. Botón demuestra la señalización por parte de Carlos Bernardes del warning por pérdida de tiempo, castigo que protestó Rafa pero que no consiguió más que descentrarle aún más si cabe. El choque cambió, curiosamente, cuando Ronaldo Nazario de Lima se instaló en las gradas del Gimnasio Ibirapuera. Coincidió la entrada al recinto del astro carioca con la reacción del madridista confeso. Nadal volvió a meterse en pista, a pegar con la derecha, a dosificar su físico en los desplazamientos y a forzar a un Nalbandian cada vez más desconectado. El ahora número cinco del mundo sumó hasta seis juegos consecutivos para poner el broche al set, al partido y al torneo. Llevaba su nombre. Esta vez sí, Rafa volvió a sonreir.
Nadal conquista por segunda vez Sao Paulo, pues ya lo hizo en lo que hasta la fecha era su única participación en 2005. Se trata de su título número 51, el 37º en tierra batida, siendo el tercer jugador de la historia en este ranking a sólo tres del austriaco Thomas Muster (40) y aún a nueve del argentino Guillermo Vilas (46). Su hoja de ruta le llevará a Acapulco, previa semana de descanso, y posteriormente a los Masters 1.000 de Indian Wells y Miami antes de volver a la tierra batida. Su terreno.
Después de perder la final en Viña del Mar ante Horacio Zeballos, Rafa Nadal quiso huir de favoritismos en Sao Paulo. Enfrente, un amigo, alejado demasiado tiempo como él del circuito por lesión, pero que sería una buena piedra de toque para valorar en su justa medida el nivel que ahora mismo tiene. El balear se impuso a David Nalbandian por un marcador de 6-2 y 6-3 tras una hora y diecisiete minutos de juego en un choque disputado en la tan discutida Pista Central del Gimnasio Ibirapuera.
El partido fue soso, insulso y hasta lento para tratarse de un partido en las condiciones geográficas que tiene Sao Paulo (760 metros de altura) y la calidad de los contendientes de la final. Pero nada extraño comparado con lo que ha sido el torneo en sí durante la toda la semana. Respecto a este periplo sí que se mostró mejor Nadal, que se quitó el cartel de favorito tras ceder dos mangas en cuartos de final y semifinales y saltó al tapete con gesto serio, concentrado y pensando en su rival más que en otros avatares. El balear, sin gran oposición al otro lado de la pista, comenzó a jugar a placer con su derecha, abriendo ángulos imposibles y aprovechando los errores de Nalbandian. Llegado el ecuador de la manga, Rafa firmó la primera ruptura, break al que sucedieron cuatro juegos de forma consecutiva que le otorgaban el primer set al español.
Quizá lastrado por los siete meses de competición, Nadal evidenció la irregularidad que ha mostrado en Chile y Brasil cediendo su servicio en el juego inicial del segundo acto, así como los primeros cuatro de un set en el que pasó de dominador a dominado. Una asignatura pendiente lo de no poder desenchufarse de cara a cuando tenga a los mejores del ranking enfrente. Botón demuestra la señalización por parte de Carlos Bernardes del warning por pérdida de tiempo, castigo que protestó Rafa pero que no consiguió más que descentrarle aún más si cabe. El choque cambió, curiosamente, cuando Ronaldo Nazario de Lima se instaló en las gradas del Gimnasio Ibirapuera. Coincidió la entrada al recinto del astro carioca con la reacción del madridista confeso. Nadal volvió a meterse en pista, a pegar con la derecha, a dosificar su físico en los desplazamientos y a forzar a un Nalbandian cada vez más desconectado. El ahora número cinco del mundo sumó hasta seis juegos consecutivos para poner el broche al set, al partido y al torneo. Llevaba su nombre. Esta vez sí, Rafa volvió a sonreir.
Nadal conquista por segunda vez Sao Paulo, pues ya lo hizo en lo que hasta la fecha era su única participación en 2005. Se trata de su título número 51, el 37º en tierra batida, siendo el tercer jugador de la historia en este ranking a sólo tres del austriaco Thomas Muster (40) y aún a nueve del argentino Guillermo Vilas (46). Su hoja de ruta le llevará a Acapulco, previa semana de descanso, y posteriormente a los Masters 1.000 de Indian Wells y Miami antes de volver a la tierra batida. Su terreno.
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