TÍTULO: EL DESBLOQUEO MÁS RAPIDO,.
El extremeño Saúl Sánchez ha creado una aplicación que destierra el engorro de las contraseñas y otros sistemas para desbloquear teléfonos,.
El extremeño Saúl Sánchez ha creado una aplicación que destierra el
engorro de las contraseñas y otros sistemas para desbloquear teléfonos móviles.
Biwota Cerbero está pensada para dispositivos Android, permitiendo desbloquear
rápidamente la pantalla con sólo acercar el dispositivo a una etiqueta NFC. Muy
útil sobre todo para quienes necesitan compaginar seguridad y rapidez. Las
etiquetas NFC pueden colocarse en tarjetas de autobús, llaveros, pulseras,
tarjetas monedero, relojes e incluso ropa.
El creador de Biwota
Cerbero es un joven dombenitense atento siempre a cualquier
oportunidad para innovar, avispado especialmente en cuestión de nuevas
teconologías. «De momento todo se queda en el papel, pero estoy pendiente para
captar cualquier detalle que pueda inspirarme, aunque la idea sea de lo más
absurda. Cuando oí que el terminal de Google iba a incorporar esa tecnología se
me ocurrió. Sin más».
A Saúl le consta que en el mundo existen otros desarrollos NFC.
«Una empresa suiza de relojes se puso en contacto conmigo para que adaptara mi
aplicación para su firma. Al final no llegamos a un acuerdo y finalmente creo
que comenzaron su propio desarrollo».
Biwota es finalista en la categoría de mejor desarrollo para nuevos
dispositivos de los premios Navegantes de HOY. Saúl se
muestra prudente en cuanto a las posibilidades de su idea. «En realidad no pensé
en un modelo de negocio para esta aplicación más allá del casi imposible modelo
basado en las aportaciones de los usuarios».
Cree que quizá tenga alguna salida como marca blanca o alguna que
otra colaboración con vendedores de NFC y otros dispositivos que lo usen. «Lo
que veo más viable es que sirva de entrada a nuevos proyectos con modelos de
negocio más definidos».
Saúl es ingeniero informático con diez años de experiencia como
analista y desarrollador. A este dombenitense con trabajo en Cáceres le
encantaría crear una empresa para desarrollar sus ideas. «Pero por ahora estoy
trabajando por cuenta ajena y no tengo tiempo ni capital suficiente». Asegura
encontrarse en una fase anterior al emprendimiento. «Empezar de cero y sin
dinero es muy difícil por la gran cantidad de gastos fijos que deben
afrontarse».
El próximo jueves se fallan los Premios Navegantes de HOY. Él y los
otros ocho finalistas dispondrán de cinco minutos para defender sus proyectos
ante el jurado de expertos. «Destacaré sobre todo la utilidad, simplicidad e
innovación de una aplicación que podría servir como punta de lanza a muchos
otros proyectos».
A su juicio, «es muy positivo que haya premios en los que los
extremeños podamos encontrar un primer hueco para progresar y encontrar apoyos,
notoriedad y colaboraciones».
TÍTULO: EL MAESTRO ZAPATERO--DANIEL DAY LEWES, LOS OSCAR:
El primer personaje que interpretó Daniel Day-Lewis (Londres, 1957) le iba como ... Años después, ya con un Oscar, se sacó la espina trabajando en Florencia para un maestro zapatero y desapareciendo del papel cuché,.
El primer personaje que interpretó Daniel Day-Lewis (Londres, 1957)
le iba como anillo al dedo. El director de 'Sunday bloody sunday', John
Schelsinger, le dio un papelito de macarra en el que Day-Lewis rayaba una fila
de coches lujosos. Cobró cinco libras por un trabajo -de una jornada de rodaje-
que no se diferenciaba mucho de lo que el joven Daniel venía haciendo día sí y
día también en la vida real. Su aspecto refinado y su ascendencia judía hicieron
que sus compañeros de la escuela lo acosaran con frecuencia, y con el tiempo se
convirtió en un adolescente problemático que robaba en las tiendas y cometía
delitos menores. Así que su padre, un poeta que trabajó durante años para la
reina Isabel II, le mandó a un internado que acabó definiendo su amor por el
cine. Y también su férrea disciplina. Sin embargo, cuando salió por la puerta
del colegio, su primera opción fue trabajar como aprendiz... en una carpintería.
Por suerte (para los amantes del cine), un artesano puso en duda el
temperamento de Day-Lewis para la tarea. «Yo le maldije, pero tenía razón. Ahora
sí lo podría hacer», reconoce. Años después, ya con un Oscar, se sacó la espina
trabajando en Florencia para un maestro zapatero y desapareciendo del papel
cuché. Una manía, la de huir después de un gran éxito, que también le llevó a
perderse por España a lomos de su Harley-Davidson, su otra gran pasión. Está por
ver el destino de su próxima 'escapada'.
A Daniel Day-Lewis le llegó su primer gran papel en 1985. Otra vez
de macarra. Fue en 'Mi hermosa lavandería' (Stephen Frears), aunque en esta
ocasión ya no le pegaba tanto -se había vuelto un buen chico- y tuvo que
prepararse a conciencia. Daba igual. El mismo año participó en 'Una habitación
con vistas', un drama romántico, y la crítica de EE UU quedó impresionada con su
camaleónica facilidad para cambiar de registro. Ya nunca ha dejado de hacerlo.
De hecho, este padre de tres hijos, casado con la hija de Arthur Miller, se ha
ganado fama de lunático por la manera casi obsesiva de sumergirse en sus
personajes. Durante el rodaje de 'Lincoln', que le ha valido su tercer Oscar al
mejor actor protagonista -el primero que lo consigue- no permitía que le
llamaran de otra forma que no fuera 'presidente'. Tanto celo profesional le
traicionó en 1989 cuando, interpretando a Hamlet, creyó ver el espíritu de su
padre sobre el escenario. Daniel Day-Lewis, entonces casi un aprendiz, huyó por
piernas dejando al público plantado y nunca volvió a hacer teatro. Fue la gran
pantalla lo que le convirtió en maestro.
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