domingo, 11 de marzo de 2012

EL BLOC DEL CARTERO CON La Alianza del gasto/ SE HABLA DE MACAULAY CULKIN -ACTOR DE CINE-

TÍTULO: EL BLOC DEL CARTERO CON La Alianza del gasto.

El edificio del Estado, el nuestro, el español, tiene aluminosis. Ignoro cómo se solventa ese inconveniente en el ámbito arquitectónico, pero el símil nos sirve para preguntarnos cómo hacerlo en el áspero organigrama administrativo de nuestro solar patrio. Parece evidente que la tijera afilada debe campar a sus anchas, pero hay un extra en la percepción de nuestros problemas: estos parecen estructurales, no coyunturales, es decir, no se trata tan solo de readaptar presupuestos y balances, se trata de redefinir el concepto. Las comunidades autónomas han aportado los puntos malditos del resultado final del déficit, con lo que hoy se preguntan muchos -especialmente los que creen que estas son los malos malasombra- si hay que ampliarles financiación para que se ocupen bien de lo que se ocupan, hacer que devuelvan competencias o, directamente, suprimir estructuras. Las comunidades autónomas no tienen, en principio, por qué ser más incapaces en el desarrollo de gastos e ingresos que la Administración Central del Estado; el problema puede residir en estructuras duplicadas o triplicadas y en una cierta indolencia en el control de la cosa pública por cuenta de los gestores. Adelgazar parece la única receta básica, siempre que no pongamos en riesgo nuestra salud: con mucho recorte en inversión se pone en extremo peligro a una economía ya en recesión, ya con tendencia a la contracción cicatrizante, pero sin contención en el gasto se hace imposible sostener el edificio. El equilibrio, dentro de la severidad, es la clave.

La semana pasada, por ejemplo, supimos de la suspensión de una de las pamemas más gloriosas que ha puesto en práctica un gobierno de nuestro país: la Alianza de Civilizaciones. Durante unos años, la Administración se puso al servicio de una idea surgida de la guitarra de Rodríguez Zapatero: el mundo está enfrentado, las civilizaciones se pelean, las consecuencias son trágicas... ¿Cuál puede ser la solución?... ¡Ya está!: que las civilizaciones se alíen. Así se creó una idea feliz, ilusionante, que pudo cambiar el mundo. Lástima que no lo consiguió, pero por falta de tiempo, seguramente. No por falta de presupuesto y de insistencia: efectivamente, allá donde iba ZP acudía con la matraca de la Alianza y allá donde nuestro Gobierno pagaba alguna fiesta -Cumbre Iberoamericana, por ejemplo- alguien tenía que hacer referencia al inventito. En lo referente al presupuesto hay que señalar que el coste total de la Alianza de Civilizaciones es uno de los secretos mejor encriptados en la administración de las cosas públicas. Todos los ministerios han tenido diversas partidas para financiar muchas de las iniciativas de la Alianza, con lo que hay que ir sumando uno a uno y ver el resultado final. En nombre de la idea revolucionaria se han pagado obras como la famosa cúpula del artista Barceló en la sede de Naciones Unidas en Ginebra -fantástica y espectacular, costó veinte millones de euros, más los gastos de mantenimiento-, amén de no pocos actos de fórums y no fórums en los que discutir con verbo debidamente azucarado. La Alianza mantenía una serie de oficinas con sus correspondientes administradores en las que dos, tres o cuatro cabezas pensantes discurrían a diario cómo desarrollar el lema fundacional, o sea, el entendimiento de las civilizaciones. ¿Y qué se les ocurría?: vaguedades discursivas sobre el distinto buenismo con el que analizar los conflictos mundiales, supongo. ¿Alguna aportación?: no consta. Grupos de trabajo, seminarios varios, colectivos implicados, todo al servicio del discurso del presidente y por un módico precio. Resultaba enternecedor contemplar a supuestas figuras de prestigio intelectual alabar babosamente el impulso zapateril de la concordia mediante una iniciativa como la recientemente suprimida. Todo era absurdo... y caro. Era, por añadir un detalle más, la única partida presupuestaria que no experimentaba recorte alguno; antes al contrario, a pesar del tiempo de austeridad, la cuantía aumentaba. El Gobierno reciente ha eliminado de las diversas partidas ministeriales el dinero destinado a semejante tontería. Es un paso. Unos cientos de pasos como este y se habrá empezado a enderezar el asunto. La aluminosis, dicen los expertos, tiene remedio, pero es quirúrgico. Igual que la ruina que nos afecta a todos.

TÍTULO: SE HABLA DE MACAULAY CULKIN -ACTOR DE CINE-

Macaulay Carson Culkin-foto- (Nueva York, Estado de Nueva York; 26 de agosto de 1980) es un actor estadounidense. Es conocido por su papel de Kevin McAllister en Home Alone y su actuación en la película Richie Rich. Es hermano de los también actores, Rory Culkin y Kieran Culkin, y mejor amigo del ex-cantante Michael Jackson.
El ascenso a la fama de Macaulay se debió principalmente a su papel en la película "Home Alone" ("Solo en casa"/"Mi pobre angelito") de Chris Columbus, la cual triunfó de forma internacional en 1990, así como su secuela. Por su interpretación en la película original, obtuvo una nominacion al Globo de Oro como Mejor Actor de Comedia o Musical. Gracias a su estrellato, Culkin ganó mucho dinero y se le apodó Richie Rich, el nombre del personaje de una de sus películas. Macaulay participo con Michael Jackson como el coprotagonista del vídeo llamado Black or White.
Se casó con la actriz Rachel Miner el 21 de junio de 1998 (17 años) y se divorciaron el 15 de agosto de 2000.
Regresó al cine en 2003 con la película Party Monster.
En septiembre de 2004 fue detenido en Oklahoma City por posesión de drogas. En poder de Culkin se encontraron 17,3 gramos de marihuana y sustancias consideradas peligrosas que había conseguido sin receta médica como antidepresivos y otras píldoras. Fue detenido en la cárcel del condado y la fianza se fijó en 4000 dólares, y terminó saliendo a las dos horas de la prisión tras pagar dicha fianza. Los policías habían parado el coche donde Macaulay se encontraba como acompañante de un conductor neoyorquino por exceso de velocidad.
Durante 2005, Culkin tuvo que rendir testimonio en los juicios que se le siguieron a Michael Jackson, afirmando que las acusaciones que pesaban contra el cantante eran «realmente ridículas».[2] Macaulay fue un visitante regular durante los años 1990 (época de su niñez) al rancho de Neverland, la residencia del cantante, pero el actor señaló que nunca existió ningún tipo de abuso o acercamiento indebido por parte de Michael Jackson, fueron grandes amigos y el actor declaró que su niñez, por parte del tiempo que estuvo en Neverland, fue diversión. Actualmente está separado de Mila Kunis, con quien compartió su vida durante ocho años.
 La fama desgata...y mucho.

Los 4 años consiguió su primer papel; a los 10, su primer millón; con 14 se retiró, se caso a los 21, a los 22 retormó su carrera, con 24 fue detenido por posesión de drogas y con 25 entró en rehabitalización.
La vida de Macaulay Culkin, no hay duda, ha sido agitada,.
Ahora el niño que arrebato a Shirle Temple el cetro de actor infantil más famoso, y cuya fortuna superó a los 17 millones, tiene 31 años y es la prueba viviente de que la fama desgata.

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