domingo, 4 de diciembre de 2011

LA VENTANA DISCRETA.

La entrada al laboratorio permanecía sellada por orden expresa del supervisor, pero la expectación crecía en todo el complejo, y cientos de ojos curiosos no podían evitar mirar hacia el lugar que hoy era el absoluto protagonista del día, y quizás del milenio. En el interior, una esfera dentro de otra esfera, y entre ambas el vacío. Por primera vez en la historia se había logrado aislar una pequeña región (pequeña en términos relativos) del universo que conocían, aunque los pasos habían sido lentos y todo el proceso significo un tremendo esfuerzo por parte de todo el equipo. La primera parte del proceso fue encontrar la forma idónea para un aislamiento parcial, el concepto esférico fue sin duda el primero que les facilito mucho las cosas, aunque no descartaron otras formas e incluso hubo una idea que proponía un plano rectangular, que requería muchísima menos energía, pero un aislamiento sin tercera dimensión no parecía el objetivo a lograr. Una vez establecido que la esfera era la geometría ideal para el proceso (principalmente por su facilidad para recibir la misma energía de todas direcciones), estaba el no menor problema de la ingravidez. Y es que se suponía que el aislamiento no debía romperse en ningún momento, con lo cual debía evitarse que la porción aislada contactara de alguna forma con el universo actual. Las consecuencias podían ser desastrosas si lo que albergaba en su interior fuera antimateria en lugar de la materia ordinaria, las posibilidades eran de un cincuenta por ciento, pero no se podía correr el riesgo de provocar una fusión materia / antimateria de semejante magnitud, que muy posiblemente acabara con toda la vida del planeta. Tras varios años de intentos fallidos, se llego a la única conclusión posible, el único lugar en que la ingravidez era gratuita, y la seguridad para el planeta, casi absoluta: el espacio. Establecidos fuera de la orbita del planeta para evitar al máximo las influencias gravitatorias y las interferencias electromagnéticas, trasladaron todo el complejo a una estación espacial autónoma con zonas de gravedad inercial en forma de rosquilla. Es curioso lo rápido que se puede resumir el proceso que llevo mas de 30 años en conseguirse, no sin antes un increíble esfuerzo por parte de todas las comunidades del planeta. En el centro geométrico de la estación, se situaba la “doble esfera”. El supervisor tenia la cara claramente descuadrada debido al fuerte sonido de tonos extremadamente graves que inundaba ya no solo la sala sino todo el complejo, y que amenazaba la integridad de la estación por momentos con vibraciones en todo el casco. -Estamos preparados, todo lo preparados que se puede estar, señor. – Dijo el técnico de sistemas, aun con una clara preocupación en su rostro.- La esfera exterior esta conectada, y se ha hecho el vacío absoluto. No existen desviaciones significativas de posición y aislamiento de la esfera interior. -De acuerdo, que sea lo que tenga que ser, no he invertido la mitad de mi vida adulta en este proyecto para detenerme ahora a mirar que pasa. Adelante con la fusión. A la pulsación de un interruptor, claramente marcado en rojo y con todo tipo de advertencias a su alrededor (amen de los dos soldados que custodiaban continuamente la sala), el reactor de fusión fría se puso en marcha, y casi instantáneamente la onda electromagnética recorrió la nave como un suspiro, tan solo unas pequeñas bajadas de tensión en las lámparas y alguna interferencia breve en las pantallas y los sistemas de transmisión de audio reflejaron el inicio del proceso que daría lugar a la mayor cantidad de energía por segundo creada artificialmente. La esfera reaccionó instantáneamente, de hecho no se lo esperaban, se suponía que habría un proceso, aunque muy rápido, pero apreciable, de carga de energía y quizás esperaban algún tipo de sonido (los mas pesimistas esperaban incluso la detonación, aunque no lo reconocían), pero fue de forma totalmente instantánea, durante el segundo anterior, la esfera era totalmente opaca, y de repente se volvió negra. No era un negro normal, producto de la absorción del espectro de luz, sino un negro absoluto, y por unos segundos los allí presentes pensaron que tenían ante ellos el vacío del espacio que rodeaba a la estación. Trascurridos unos instantes de autentico pánico, el supervisor llamo a la calma. -Vamos señores, nos esperábamos algo así, se supone que la región que hemos creado no va a devolver ni un solo fotón a nuestro universo, ¿verdad?. Las risas nerviosas ayudaron a relajar el ambiente, y los técnicos y científicos allí congregados volvieron por fin a su faceta de curiosos investigadores de la ciencia. - ¡Señor, hay un efecto imprevisto en la región interior! – La voz metálica procedía de una transmisión desde la sala de control secundaria (al otro extremo de la estación, por lo que pudiera pasar). - Adelante, no pida permiso, cuéntenos que esta pasando. - Esta bien. – Su voz irradiaba esa emoción de ir a contar un suceso que nadie mas conoce- Hay una tremenda disfunción temporal en la región, señor. El tiempo no es en absoluto proporcional al nuestro, de hecho es millones de veces mas rápido, y creo que me quedo corto. Las miradas que ya estaban centradas en la esfera, agudizaron la vista como intentando ver alguna consecuencia de lo que les estaban contando. Quizás un reloj funcionando a una velocidad de vértigo fue la imagen que la mayoría mantuvo en su cabeza durante unos instantes. Justo antes de que un suceso (también imprevisto, aunque todo en el proyecto lo era), les hiciera olvidar instantáneamente el desfase temporal de la esfera. Un punto de un rojo casi blanco apareció en el centro, creciendo cada vez mas deprisa, y rotando sobre si mismo a una velocidad increíble, hasta ocupar gran parte de la esfera. Todo esto transcurrió en apenas dos segundos, y la reacción no se hizo esperar, sobre todo por parte de los que aun esperaban que aquel invento arrasase con toda la estación , y posiblemente sus alrededores planetarios. -¡Deténganlo, va a explotar! – La voz histérica provenía del fondo de la sala. -¡No se va a detener nada!, ¡Tranquilícense señores, ya se ha estabilizado! – El supervisor hizo valer su poderosa voz por encima de la algarabía formada por los miembros menos valientes del grupo. En efecto, la luz roja llego a un tamaño aproximadamente la mitad del volumen interior de la región, y dejo de crecer, incluso su brillo se fue apagando hasta alcanzar un frío tono marrón. -¿qué demonios es eso?, Parece...- El pensamiento era claro en la mayoría de los que aun miraban al artefacto, y es que algunos aun no habían tenido tiempo de reaccionar, tengamos en cuenta que todo el proceso había tenido lugar en apenas un minuto. ¿Un planeta? El silencio fue total. Contemplaban la esfera totalmente centrados en la masa que se había formado en su interior, curiosamente iluminada por un lateral, pero aun con un ligero brillo rojizo propio. -Calma señores, lo mas lógico es pensar que no hemos sido nosotros, solo estamos viendo a través de una ventana a esa región, no podemos hacer nada para manipular lo que ahí sucede. – Pero el supervisor ya disfrutaba, como los demás del increíble espectáculo de la creación de un planeta ante sus propios ojos, a una velocidad claramente superior a la de cualquier simulación que podían haber visto, y con el aliciente de que esta era real. Tras unos segundos de total silencio, un estallido en la masa planetaria sobresalto a todos los allí presentes, y tras unos momentos, los restos de lo que podría ser un impacto tremendo (aunque realmente no hubo tiempo a distinguir nada en absoluto que provocara semejante destrucción), se fueron concentrando alrededor del planeta, cada vez mas cerca, y girando a mayor velocidad, formando lo que claramente definieron todas sus mentes como la explicación absoluta a lo que estaban viendo. Cuando hablo el técnico de mantenimiento, ya todos sospechaban que era en realidad lo que estaba pasando ante sus ojos. -Señor, creemos que no es otra región, sino tan solo un tremendo desplazamiento temporal, ¡de nuestra propia región!- La voz era casi frenética. La palabra que describía al objeto que giraba a una velocidad tremenda alrededor del planeta, surgió como una fuente al mismo tiempo que la del mismo planeta que estaban viendo ya formarse, aunque siempre girando a una velocidad increíble. Las palabras surgieron en un susurro colectivo, el asombro fue descomunal. “Luna”, “Tierra”...Vida Y se hizo la luz.
La discreta infiel. Tras la ventana, el húmedo paisaje-foto.

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