martes, 27 de diciembre de 2011

Las pérdidas del olivar superarán en esta campaña los 65 millones .

El lastre de la de aceituna de mesa (34 millones de pérdidas) se agranda con el del aceite, con los precios más bajos de la historia reciente.
Desastrosa. Es la palabra que pronuncian de manera coincidente, y sin más adornos verbales, Miguel Monterrey, presidente de una cooperativa que agrupa a 110 agricultores; Ignacio Huertas, secretario regional de Upa-Uce, la principal organización agraria extremeña; y Gabriel Hidalgo-Barquero, presidente en funciones de Apag Asaja Extremadura. El desastre es el de la actual campaña del olivar, 2011-2012, y eso que todavía no ha terminado totalmente la recolección y no se puede concretar los datos finales de un cultivo básico para la región, vertebrador para nuestro PIB y del que viven decenas de familias en casi cualquier punto del territorio.
La realidad económica de la campaña de aceite es tan crítica para los productores que ha vuelto la imagen, casi olvidada, de los que han decidido no coger la aceituna o la han destinado para alimentar a los cerdos. Y el rebusco apenas existe. Es la explicación a que compense más dejar la aceituna en el suelo que pagar un jornal para cogerla.
Extremadura tiene 270.000 hectáreas de olivares, más de 93% de secano. A finales del invierno, cuando se realice la radiografía definitiva del cultivo en esta campaña, es más que posible que las pérdidas alcancen unas cotas extraordinarias. Por un lado, los 34 millones de 'agujero' de la aceituna de mesa. Y, por otra parte, no menos de otros 30 por la de aceite, socavón millonario que se puede incrementar.
La causa es doble. En primer lugar, la hecatombe que ha sufrido este año la aceituna de mesa, tradicionalmente un colchón salvavidas de la aceituna para aceite. Después, los precios históricos, por irrisorios, a los que se está pagando la aceituna para almazara, una media de 0,25 euros/kilo (42 de las antiguas pesetas), muy por dejado de los costes de producción y de lo que se había venido pagando hace poco (entre 65 y 80 ptas).
Cifras
«Una cosa mala se ha añadido a otra y han hecho una peor», resume Miguel Monterrey, presidente de la cooperativa Virgen de Perales, de Arroyo de San Serván. Cuenta con 3.000 hectáreas de olivar, la mayoría de ellos para aceituna de mesa. «Hacía tiempo que no se veía una situación tan desastrosa. Se ha pagado una media de 30 céntimos (50 pesetas), cuando lo normal hubiesen sido unos 60. El objetivo es lograr que la terminada para comercializar, de un tamaño de 2,40, se pueda pagar a 137 pesetas. El año pasado, se pagó a 160», indica Monterrey, a la vez vicepresidente sectorial de aderezo de Viñaoliva, que agrupa a 8.000 agricultores.
La falta de lluvia al inicio de la campaña hizo que el calibre de la aceituna fuese demasiado pequeño y gran parte de la producción no se pudiese destinar a aceituna de mesa sino a aceite. Afinando más: sólo se han podido recoger unos 45 millones de kilos, frente a los 100 millones de un periodo normal. Los 55 millones de kilos restantes han ido a aceite. Y eso ha engordado el problema para un sector que esta campaña tiene la previsión de la mejor cosecha de, como mínimo, los últimos cinco años.
En la 2008-2009, Extremadura produjo 45.000 toneladas de aceite. Para la 2011-2012, se superarán las 62.000. «Se ha plantado mucho olivar y el de regadío sube», explica Ignacio Huertas. El dirigente de Upa-Uce apunta a que las dificultades no vienen por un incremento de la producción sino un desplome inaudito de los precios.
Una visita a cualquier puesto de recogida evidencia que no se paga a más de 25 céntimos. Y en el norte cacereño, con la variedad manzanilla, de menor rendimiento, la realidad es aún peor. «Se está perdiendo mucho dinero y lo de esta campaña es el remate final. Si un agricultor tiene que depender del precio que se le paga por su aceituna cierra seguro la explotación. Se mantiene algo por las ayudas pero todo tiene un límite», agrega.
Huertas recuerda que el problema de precios bajísimos no es solo en los puestos sino en el final de comercialización. En la campaña 2008-2009 fue de 2 euros/kilo el aceite virgen extra. En la pasada, 1,84. Y sólo los costes de producción suponen 2,24 euros/kilos.
«Así no merece la pena cogerla. Si la recogida no está mecanizada, que es lo habitual, cada jornal vale entre 36/37 euros por día, a lo que le tienes que sumar lo que gastas en tratamiento, podas... una ruina», concluye Monterrey.
Gabriel Hidalgo-Barquero, de Apag Asaja, apunta a la contradicción de que las exportaciones de aceite «han ido muy bien, el consumo se mantiene porque el hábito de consumir aceite de oliva está consolidado, y apenas ha habido excedente del año pasado». ¿Por qué entonces se paga tan poco, más bajo que nunca?. «Porque esto lo manejan 3 multinacionales que quieren precios bajos ahora y luego, quizás, subirán algo», subraya.

62.000

toneladas de aceite. Es la previsión que se maneja para Extremadura en este campaña, unas 4.00o toneladas más que la del año pasado. En la de 2008-2009, se llegó a las 45.00o Tn de aceite .

0,25 euros por kilo de aceituna. Es lo que se le está pagando al agricultor. En cambio, el coste de producción es de 2,24 euros. El precio final para el consumidor no baja de los 2,25 euros/litro.

70 ---/ Trabajos de recogida de la aceituna en un olivar de Villafranca de los Barros--foto.

por ciento de lo vendido de aceite en la última campaña fue aceite de marca blanca (la de las grandes superficies comerciales), un porcentaje que el sector productor considera excesivo

1 comentario:

  1. LOS PROTAGONISTAS
    MIGUEL MONTERREY, PTE. COOPERATIVA: «Está siendo un desastre, a lo que se suma el de la aceituna de mesa»
    IGNACIO HUERTASM, UPA-UCE: «A este paso, algún día valdrá más el aceite de girasol que el de oliva»
    G. HIDALGO-BARQUERO, APAG ASAJA: «No tiene razón lógica. El precio lo manejan tres multinacionales».

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