( He vivido como todos, navidades traumáticas en familia,.)
Solo me muestro políticamente correcta cuando estoy delante de la prensa»
Una mujer encantadora, pero metida en una armadura. Así se muestra Aitana Sánchez-Gijón (Roma, 1968) cuando tiene enfrente a un periodista. Su papel de Beatriz contribuye a bajar el nivel de glucosa de 'Maktub', la divertida, lacrimógena y muy navideña 'ópera prima' de Paco Arango.
- 'Maktub' significa 'Estaba escrito'. ¿Cree en el destino?
- En el sentido de que todo está escrito, no. Creo que las cosas suceden según lo que hayas sembrado.
- Así que no fue una señal del destino que Arango la llamara.
- No, pero comparto el mensaje de la película: hay que relativizar y dar importancia a lo que de verdad la tiene.
- ¿Le ha costado meterse en el papel de una mujer infiel?
- No creo que haya que hacer juicios morales sobre si ella es mala porque engaña a su marido. En las historias de largo recorrido, donde también hay hijos y un desgaste y una rutina y unas insatisfacciones acumuladas, es muy normal que alguien encuentre un camino de supervivencia por otro lado, porque de lo contrario te ahogas, te mueres, te marchitas. Lo puedo entender perfectamente.
- ¿La película le ha hecho ver con otros ojos su relación sentimental (de largo recorrido y con dos hijos)?
- No, porque yo ese trabajo de pareja lo llevo haciendo desde hace mucho tiempo, cada día.
- En 'Maktub' hay un claro mensaje religioso, y usted...
- Soy agnóstica y ese punto de vista no lo comparto. Pero lo respeto y hasta lo envidio. Ojalá me pasara lo mismo que a esas personas que creen en la eternidad. Pero no es así. Sí creo en cuestiones energéticas difíciles de explicar.
- ¿Cómo ha visto a Jodie Foster en 'Un Dios salvaje'?
- Es una actriz fantástica. Pero yo interpreté dos años ese papel y soy demasiado subjetiva para opinar. Solo diré que esta obra en el teatro tiene un vuelo distinto, un componente de comedia mucho más potente.
- Como dice el chiste, ¿Las navidades bien o en familia?
- Ja, ja, ja... En familia y espero que bien. Aunque, como todos, yo también he vivido alguna Navidad traumática en familia. No sé qué tiene la Navidad que produce a veces estas catarsis tremendas donde se destapa la caja de los truenos y todo salta por los aires.
- Pues tiene pinta de ser muy políticamente correcta.
- No, no. Lo soy solo con la prensa, porque al final nos acabáis liando. Que ya estoy muy curtida yo en estas lides. Tengo mucho cuidado en cómo digo las cosas porque he tenido muchas experiencias malas. Es que te descuidas un pelín y te sacan un titular que no tiene nada que ver con lo que dices. Pero no soy nada políticamente correcta en mi vida. Soy de ir con la verdad por delante y de poner las cartas sobre la mesa.
- ¿La película la ha sensibilizado más con el cáncer?
- No me hacía falta. Tengo personas muy, muy cercanas que están padeciendo esa enfermedad. Ya estaba sensibilizada.
- ¿Es de lágrima fácil?
- No soy llorona, pero he visto tres veces la película y he llorado las tres. Incluso lloré con el guion cuando lo leí.
- ¿Volverá al teatro con Vargas Llosa?
- Estamos en ello, pero la agenda de un premio Nobel es una cosa tremenda.
- ¿Ha sido difícil seducir a un seductor?
- Lo que se ha producido es una amistad muy profunda, un cariño inmenso y una experiencia muy gozosa para ambos. Bueno, en realidad hemos sido un 'ménage à trois' con Joan Ollé, el director. Y creo que yo soy la que ha salido ganando.
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