Si no hay percances ni cogidas, el público abuchea al toro Ratón.
Por primera vez un libro narra la biografía de un astado que se ha hecho popular no por sus características sino por los accidentes mortales que ha protagonizado
Paco Delgado-foto- Periodista y escritor.
Ratón es posiblemente uno de los toros más famosos del país. Su popularidad, desgraciadamente, no reside en su fortaleza física o en su agilidad durante los festejos populares, sino de que se han producido tres accidentes mortales en cinco años en espectáculos en los que era el protagonista. Esto ha hecho que su historia se haya divulgado en decenas de medios de comunicación y que muchos aficionados y sobre todo curiosos se acerquen cada vez que su nombre se anuncia en los carteles. Pero, ¿cómo es realmente este astado?
El periodista Paco Delgado ha querido acercarse a su vida y es por ello que ha publicado un libro, 'La verdadera historia del toro Ratón'. Se trata del primer morlaco que cuenta con una biografía en cuyas más de 200 páginas el autor trata de desmentir esa fama de asesino totalmente inmerecida.
-¿Por qué una biografía de Ratón?
-Porque ahora mismo tiene muchísimo interés periodístico. La gente está pendiente del toro, todos los medios de comunicación se han hecho eco de sus andanzas, tanto en España como en otros países. Han publicado información sobre Ratón en The Wall Street Journal, The Guardian, Financial Times o La Nación de Buenos Aires. Ahora mismo preguntas a la gente por el nombre de un toro que conozca y la mayoría te responderá Ratón.
-La fama del toro, ¿es por los accidentes mortales que ha protagonizado?
-Evidentemente todo este interés viene generado por el morbo y el bombo que le ha dado la prensa sensacionalista. Eso ha contribuido notablemente a que la gente tenga ese interés por ver a este toro, pero dentro del ámbito estrictamente taurino, la fama le viene por su duración. Es un toro con casi 12 años que sigue saliendo a las plazas y sigue dando espectáculo. Eso se debe a que es un animal ágil, hábil, listo y fuerte físicamente. Todo eso ha contribuido a que dentro del mundo del toro, y sobre todo de los bous al carrer, esté considerado como un animal excepcional y de leyenda.
-¿Su comportamiento durante el espectáculo es distinto al de otros animales?
-Sí, sobre todo por su fortaleza física. Además tiene unas características morfológicas que lo hacen especial. Es un toro muy zancón, alto y eso le da esa agilidad y esa facilidad para superar los obstáculos. Es rápido e infalible en las distancias cortas. A dos metros o dos metros y medio, cualquier corredor que se ponga por delante va a tener muy difícil poder escapar. Por último, un toro no pasa de los dos o tres años en estos espectáculos, pero Ratón lleva ya diez y en 2012 seguirá actuando.
-¿Tiene algo que ver su crianza en estas características físicas?
-En principio no hay diferencia entre la crianza de un toro de lidia y uno destinado a los festejos populares. El reglamento de la comunidad valenciana permite que un mismo animal pueda actuar en muchos festejos, y eso hace que Ratón haya ido aprendiendo y adquiriendo experiencia, lo que hace que cada vez que sale a la plaza sea aún más peligroso. En la vida de Ratón han influido dos experiencias. Una de ellas le sucedió cuando apenas tenía 15 días. Entraron a la finca donde vivía, le apartaron de la madre y lo intentaron torear. La verdad es que pasó un mal rato y luego le dejaron encerrado solo en un establo. Estuvo a punto de morir, algo que le causó bastante trauma. Después, cuando era un novillo, tuvo una pelea con otro toro y sufrió una cornada muy grave que le destrozó el recto y también le ocasionó heridas en las ingles. Eso contribuyó a que no se desarrollase bien y a que tenga poco volumen pero unas extremidades muy largas.
-¿De qué ganadería es?
-Pertenece a la ganadería del que fuera matador de toros, Gregorio de Jesús. Su padre tenía una ganadería dedicada también a los festejos populares y a partir del año 1995 Gregorio debutó como ganadero con el padre de Ratón, el toro Caracol, que fue famoso también en el mundo de los bous al carrer.
-¿Cómo cree que hubiese sido el comportamiento de Ratón si se hubiese lidiado a pie?
-La primera vez que Ratón salió a una plaza de toros fue para un festejo con becerristas de la Escuela de Tauromaquia de Valencia, en agosto de 2001. No hubo manera de darle un capotazo, nada más salir se fue a tablas y no hubo manera de sacarlo de allí.
-En los festejos populares parece que los corredores no saben que se enfrentan a un toro bravo y algunos cometen la temeridad de combinar la fiesta con el alcohol. ¿Hasta qué punto las cogidas mortales de Ratón se deben a sus características físicas y cuánto influiría la imprudencia de los actuantes?
-Creo que en un porcentaje muy alto, en torno al 90% de los casos se debe a la imprudencia, a la temeridad de la gente motivada en algunos casos por la ingesta de alcohol. Por ejemplo, en el caso del último accidente ocurrido este verano en Xátiva, la persona había sido expulsada dos veces de la plaza porque no estaba en condiciones no solo de ponerse delante de un toro, sino de mantenerse en pie. Se notaba que había bebido de más, pero logró colarse y nadie pudo evitar que el animal se le echase encima. No obstante no murió de las cornadas sino de un infarto. Otra de las víctimas mortales fue un señor de unos 50 años que estaba de vacaciones en El Puerto de Sagunto y que se despistó y entró en el recinto donde se estaba corriendo el toro. No tenía ninguna intención de ponerse delante, fue un trágico accidente.
Morbo
-Cuesta creer que la gente sea tan morbosa como para asistir a estos espectáculos para ver si ven morir a un ser humano...
-Pues es así. De hecho, cuando no hay percances ni revolcones o cogidas la gente abuchea al toro. Quieren ver sustos, pasarlo mal en la plaza. En la última actuación de Ratón, en La Muela, provincia de Zaragoza, no bajó nadie al ruedo. En estos espectáculos siempre hay recortadores profesionales que salen al ruedo a animar un poco a la gente pero en este caso el empresario no les pagó la cantidad acordada previamente y no salieron. Salió el toro solo, estuvo dando unas vueltas por la plaza y nadie del público se animó a bajar.
-¿Qué opinan los propietarios de esta inesperada fama?
-Creen que es una lástima que el toro sea más conocido por esa fama trágica y siniestra que por sus verdaderas condiciones, por sus cualidades para dar un espectáculo entretenido y divertido. Ellos nunca han buscado esa fama y lamentan profundamente que hayan sucedido estas desgracias y todo el sensacionalismo que se ha desatado en torno a su toro.
-¿Qué pretende usted con la publicación de este libro?
-Dar a conocer la verdadera historia del toro Ratón. No es un toro asesino, de hecho ningún toro lo es. Es un animal que lo único que hace es embestir cuando se le provoca. También quiero dar a conocer todas las circunstancias de su vida desde que nace hasta su última actuación, todas las peripecias que le han sucedido y cuáles son sus orígenes. Se intenta que el lector comprenda que la tauromaquia es una actividad que se viene desarrollando desde hace millones de años y que el hombre tiene relación con el toro desde entonces, una relación que está motivada por el juego, ya que no es un animal que sirva como alimento o como vestimenta, sino que tiene como utilidad aprovechar su bravura.
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