domingo, 1 de julio de 2012

DESAYUNO DE DOMINGO CON EDUARDO CASANOVA/ TELEIRREALIDAD.

TÍTULO: DESAYUNO DE DOMINGO CON EDUARDO CASANOVA:

Eduardo Casanova: "Llevamos siete años ganando a Belén Esteban".

Nací en Zaragoza en el 71. Soy el director de Amar en tiempos revueltos. Llevamos siete años siendo líderes de audiencia y espero que, en unos meses, podamos estrenar la octava temporada.

XLSemanal. Tal y como están los tiempos, van a poder alargar la serie sin tener que cambiarla de nombre.
Eduardo Casanova. Sí, pero yo creo que aquellos tiempos estaban más revueltos. Al menos, hoy, los españoles no se matan entre ellos.
XL. ¿Cómo se pasa por encima de la Guerra Civil sin que se le subleve la mitad de la audiencia?
E.C. La clave está en hacer la serie con mucho respeto y con mucho cariño, evitando herir a nadie.
XL. ¿Es verdad que empezaron a grabar un 18 de julio?
E.C. [Sonríe]. Sí, fue una coincidencia. Entonces nos encargaron 90 capítulos, cuatro meses de emisión diaria y, de momento, van siete años.
XL. ¿Cuántos actores se mantienen desde el principio?
E.C. Solo los tres protagonistas: Marcelino, Pelayo y Manolita. Y del resto del equipo, los guionistas y yo.

XL.¿Cuántas caras hemos visto pasar a lo largo de estos siete años?.
E.C Más de 1000 actores; pero fijos, sumando las distintas temporadas, entre 180 y 190. Todos los años ofrecemos nuevas tramas, nuevos actores...Así no nos aburrimos nunca. Pero es frecuente que recibamos cartas de gente muy enfadada porque nos hemos cargado a algún personaje.
XL.¿ Tienen claro que van seguir?.
No sabemos nada. El nuevo presidente tiene que tomar la decisión; al igual que con otras series como Águila Roja, Cuéntame o Gran reserva...
XL¿ Cuánto le cuesta a TVE cada capítulo?.
E.C.56.000€, un precio irrisorio. Es un presupuesto muy bajo con la calidad que estamos dando.
XL¿ Siempre han sido líderes de audiencia?.
E.C.El primer año y medio, no. Entonces nos ganaba Aquí hay tomate, hasta que los superamos. Y seguimos siendo los primeros.
XL ¿ Es gratificante ganar a Jorge Javier y Belén Esteban?.
E.C. Sí, sin duda; pero nos diga las cosas que nos dice de la serie. Tenemos públicos diferentes y cada uno se ha ganado su espacio.
XL.¿ Reconozco que share no refleja a los que se duermen en cuanto empieza la sintonía?.
E.C. Claro que hay gente que se duerme viendo la serie:¡ es la hora de la siesta! pero eso tampoco es malo.( se ríe).

Su desayuno es el siguiente:

"Por las mañanas, me gusta empezar con un cacao que acompaño con varias tostadas con mantequilla y mermelada y un zumo de naranja.

TÍTULO: TELEIRREALIDAD.

Los programas de telerrealidad son un género televisivo en el cual se muestra lo que le ocurre a personas reales, en contraposición con las emisiones de ficción donde se muestra lo que le ocurre a personajes ficticios (personajes interpretados por actores, de ahí, su efecto de realidad).
Existen tres tipos principales de programas de telerrealidad:
  • Observador pasivo: la cámara observa pasivamente las actitudes de una persona o de un grupo de personas.
  • Observador o cámara escondida: la cámara observa a personas que ignoran que son filmadas. Suele utilizarse en programas que hacen bromas o enfrentan a la gente a situaciones inverosímiles, y filman sus reacciones para entretener a su audiencia.
  • Concurso de telerrealidad: en este tipo de emisiones un grupo de personas en un ambiente cerrado compiten por un premio, mientras son observados de forma continua por las cámaras.
De esta forma, hay que destacar tres características de los programas de telerrealidad:
  • Muestra una serie de hechos que, estrictamente, no pueden incluirse dentro de las categorías de realidad y ficción, sino que son la manifestación de una nueva forma de ser: la hiperrealidad televisiva.
  • Las acciones de los personajes invitados suele basarse en mostrar públicamente hechos relacionados con su vida privada.
  • Exige la colaboración de personas no profesionales del medio. El objetivo puede ser reforzar la interactividad entre la televisión y el espectador.
  • Funciones de los programas de telerrealidad Los teóricos establecen una clasificación de los programas dependiendo de las funciones sociales que se han atribuido a la televisión que son las de formar, informar y distraer, de las cuales derivan, respectivamente, los programas educativos, informativos y de entretenimiento.
    Son muchos los autores que coinciden en que este género no pertenece en exclusiva ni a lo informativo, ni a lo educativo, ni a lo espectacular, ni a lo real, ni a lo ficticio, sino que pertenece a todos al mismo tiempo, lo que le convierte en un género "total". También puede usarse la metáfora del espacio transicional, el espacio del juego donde se intersecan la fantasía y la realidad. Ver un reality sería ver a personas jugando, son ellos pero en una interacción consigo mismo y con los otros que es un juego. Tiene las normas del juego y los espacios de improvisación que les son propios. El riesgo es que el espacio de improvisación pueda no ser creativo por limitaciones de los jugadores. Allí entra el guionista que es también un director y productor, que les insufla material para sostener el relato del juego. La rivalidad en el reality le entrega los elementos fálicos y edípicos típicos de los juegos a toda edad. Esto incluye las aventuras amorosas, la sexualización del juego y la oscilación entre fantasía y realidad.
    Los programas de telerrealidad representan el modo en que la televisión encarna las nuevas funciones a las que tanto el cambio social como los nuevos modos de entender la comunicación televisiva ha conducido. Estos cambios producidos durante las últimas décadas son: la pérdida de credibilidad de las ideologías globalizantes, las constricciones que los acontecimientos económicos proyectan sobre la acción política, la aparición de numerosos escándalos sobre el comportamiento de la clase política, los resultados de la crisis económica, el gran distanciamiento entre electores y elegidos, la inflación informativa, etc. Además, la convivencia entre los profesionales de los medios y los políticos ha creado una opacidad en la información que ha arruinado la autoridad y la legitimidad que poseían las instituciones.

     Historia

    El primer tipo de programa de telerrealidad fue la cámara escondida, la cual debutó con el programa estadounidense Candid Camera del año 1948. Le siguieron los programas de concursos televisivos originados en los años 50, cuyo primer exponente exitoso fue Miss America, un concurso de belleza tradicional trasladado a la televisión. Hoy en día, los concursos televisivos ya no se incluyen en el género del programa de telerrealidad ya que presentan un guion y son rodados en un ambiente artificial (un estudio de TV). Sin embargo, ocasionalmente se los incluye en el género.[1]
    A mediados de los años 70 Estados Unidos vivió el primer boom del género, que fue generado por el programa An American Family, un programa en el cual la cámara seguía semanalmente la vida de una familia, cuyos integrantes se convirtieron en estrellas de televisión. Varios programas en EE.UU., Canadá y el Reino Unido copiaron el concepto, aunque este primer boom no logró extenderse más allá del mundo anglosajón.
    El segundo boom, que dura hasta hoy, se produjo a partir del año 1989, cuando salió al aire COPS, un programa que acompañaba a policías durante su trabajo. Este programa fue copiado y adaptado a varios otros oficios (por ejemplo, médicos) durante los años 90 y la primera década del Siglo XXI. Por otra parte, surgieron los shows del tipo Encierro, cuyo origen se remonta al programa holandés Nummer 28 del año 1991, el cual fue adaptado un año más tarde por MTV en The Real World y complementado por elementos de game show en Big Brother en 1999.
    Durante la segunda mitad de los años 90 y los primeros años del nuevo siglo surgieron una gran variedad de variantes del concepto, muchos de las cuales tuvieron su origen en Japón. Sobre todo la mezcla entre programas de telerrealidad y programas de juego, sobre todo programas de concursos de canto (como Popstars) fueron muy populares en los años entre 2000 y 2005. Posteriormente hubo una leve decaída del género, sin embargo, este tipo de formatos siguen siendo populares.

    Críticas

    El colapso de Susan Boyle ha elevado el tono de las críticas de lo que se ha llamado el síndrome del Show de Truman. El síndrome, cuyo nombre procede de la película El Show de Truman, protagonizado por Jim Carrey, es el nombre dado a los problemas que sufren los participantes de telerrealidad después de que hayan sido eliminados o de que el programa haya terminado y la fama de los participantes haya desaparecido. Se critica el exceso de una industria construida alrededor de lo que se ha llamado «personas descartables» (en inglés disposable people). [2]
    Un estudio de la página web TheWarp.com en la semana del 6 de junio de 2009, mostraba que por lo menos 11 participantes de programas de telerrealidad se habían suicidado en los últimos tiempos. En Estados Unidos existen psicólogos especializados en el tema. Jamie Huysman creó la organización AfterTVcare, que ha tratado a más de 800 concursantes.[2]

     Modalidades recurrentes en los programas de telerrealidad

    Los elementos comunes que caracterizan los programas de telerrealidad son los personajes y sus historias presuntamente tomadas de la vida cotidiana. El protagonista, normalmente, se presenta como un ciudadano medio, gente corriente que está dispuesto a actuar como una estrella de las pantallas a cambio de hacer pública su vida privada. El sujeto anónimo de la gran masa se convierte en una "estrella" dado que una de las funciones de los medios de comunicación es otorgar status.
    Un programa de telerrealidad incluye procedimientos semejantes a los informativos: noticias sobre determinados hechos, documentos, conexiones en directo, avances de agenda y enviados especiales o corresponsales en el extranjero.
    • Tipo supervivencia: un grupo heterogéneo de personas es llevado a un lugar remoto sin servicios elementales, en el cual deberán buscar su sustento y deberán competir para obtener productos elementales. Entre la variedad de programas de telerrealidad tipo Supervivencia podemos encontrar a:
  • Para convertirse en un personajillo medíatico y ganar un pastizal, basta con acudir a uno de esos programas y estallar en sollozos a la mínima provocación.

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