Hija de una decoradora y de un empresario, nace en San Sebastián el 28 de octubre de 1978. Desde pequeña quiso ser actriz pero, a petición de sus padres, estudió dos años de dirección y uno de montaje.
Para emprender estos proyectos se trasladó a Madrid y se matriculó en la Escuela de Cristina Rota. Para poder sobrevivir trabajó de camarera e intervino en algunos anuncios publicitarios. Nada más finalizar sus estudios, Joaquín Oristrell contó para el filme Sin vergüenza con varios de los últimos actores de dicha escuela, entre ellos Marta Etura, quien interpretó a Belén, una joven actriz que mantenía unas difíciles relaciones con su madre. En este filme, mostró su cara más combativa, más independiente y con mayor rabia en su interior; una mezcla de fragilidad y entereza, vulnerabilidad y dureza.
Nombre real: Marta Etura Palenzuela-foto.Eduard Cortés extrajo de nuevo ese registro en La vida de nadie, donde encarnaba a Rosana, una niñera que se enamoraba del padre de un amigo de los hijos a los que cuidaba. La hosquedad del personaje parecía empujar a Marta hacia el perfil de veinteañera enemistada con el mundo, que sólo miraba por su individualidad a la que defendía desde la agresividad verbal y una gestualidad distante. Marta logró quedar candidata al Premio Goya a la mejor actriz revelación.
Manuel Gutiérrez Aragón rompió esa imagen y extrajo de ella una interpretación más suave tanto en El caballero Don Quijote (2002) como en La vida que te espera (2004). Entre la una y la otra rodó el thriller 13 campanadas —que la apartaba momentáneamente del drama—, Hay motivo —donde participó en el filme colectivo que criticaba la España del Partido Popular— y Frío sol de invierno, donde se puso en la piel de Mimo, la hija de un chatarrero (José Manuel Cervino) que amargaba su existencia y que encontraba el amor en Gonzalo (Javier Pereira), el hijo de una prostituta que haría aflorar su lado más cálido. La Unión de Actores la recompensó con una candidatura al premio de mejor actriz de reparto.
Al año siguiente estrenó Entre vivir y soñar —en la que compartió un personaje enamoradizo con Carmen Maura— y Para que no me olvides, en la que encarnó a Clara, la novia de un joven (David: Roger Coma) que conocía a su futura suegra (Irene: Emma Vilarasau). En ella Etura sufría por la muerte de su chico al mismo tiempo que el rechazo de Irene, apenas pudiéndose consolar con la amistad del abuelo del fallecido (Mateo: Fernando Fernán Gómez) y sus encuentros sexuales esporádicos con un compañero de trabajo (Antonio: Víctor Mosqueira); y que finalmente abría un nuevo capítulo en su vida al impedir el derribe de la casa donde se crio Mateo antes del estallido de la guerra, en la cual fue apartado de su familia. Por su papel en esta última Marta recibió una candidatura al Premio Goya a la mejor interpretación femenina de reparto que venía a simbolizar el paso entre la joven promesa que era en 2001 y la actriz instalada en la industria que ya era.
Entre el estreno de la película y la candidatura, Marta rodó AzulOscuroCasiNegro y Remake, así como la serie de televisión Vientos de agua, protagonizada por Ernesto Alterio y su padre, Héctor Alterio. En la primera interpretó a Paula, una mujer encarcelada por error, que abortó en prisión y que desea quedarse embarazada de nuevo de Jorge (Quim Gutiérrez), un portero licenciado en empresariales por la UNED y que es hermano de un recluso llamado Antonio (Antonio de la Torre). El deseo de superar su maternidad frustrada, de empezar una vida de nuevo como licenciada en filología y asistente social, hacían de Paula una mujer que traía esperanza a la vida del veinteañero, algo de calidez en un mundo donde los sueños no se materializan. Según la actriz lo que más le atrajo del proyecto fue que su personaje, «a pesar de estar encerrada, busca la libertad de conocerse y de conocer sus deseos reales, no los que le imponen»[cita requerida]. Al final del año obtuvo una candidatura al Goya en la categoría principal y a la medalla que concede el Círculo de Escritores Cinematográficos.
En teatro profesional debuta en 2007 con la obra Despertares y celebraciones, que dirige su maestra Cristina Rota. En 2008 estrena el clásico de William Shakespeare Hamlet, junto a Juan Diego Botto, encarnando el papel de Ofelia.
El 14 de febrero de 2010 gana el Goya a la mejor actriz de reparto por su trabajo en la película Celda 211.
Desde abril de 2011 es una de las dos vicepresidentas de la Academia de Cine, presidida por el productor y distribuidor Enrique González Macho.
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