viernes, 2 de diciembre de 2011

EL GATO CON BOTAS./ BARBA AZUL./El asesino de presentadores de Javier Sardá:

TÍTULO: EL GATO CON BOTAS: Érase una vez...” un viejo molinero, que, al morir, repartió sus escasas posesiones entre sus tres hijos. Al pequeño sólo le correspondió un gato. El pobre heredero se sentía muy desgraciado porque pensaba que, con lo recibido, sólo podía satisfacer su hambre de un día, comiéndose al gato, y aprovechar su piel para hacerse unos manguitos.
Pero el animal le propone salir de la miseria desplegando su inteligencia. Se calza unas botas para caminar, se cuelga un saco al hombro para guardar el botín, y sale a cazar. Cada pieza que cobra se la ofrece al rey de la comarca, en nombre de su amo “el marqués de Carabás”.
Un día, conocedor de que el Rey va a salir a pasear con su hermosa hija, finge que su amo se está ahogando y que unos ladrones le han robado la ropa. El Rey manda socorrerlo y le da unos ricos vestidos suyos para cubrirse. Como es bien parecido, en seguida, entre la princesa y él se intercambian miradas de enamorados.
No lejos de allí habita un horrible ogro, dueño de todas las tierras de la comarca, a cuyos habitantes tiene aterrorizados. El gato se dirige a su castillo, y, con argucias, logra vencerlo y librar de su opresión a la comarca.
 
TÍTULO:  BARBA AZUL:
Érase una vez...” un hombre extremadamente rico que tenía la barba azul, lo que le daba un aspecto muy feo y desagradable. Había estado casado varias veces, pero nadie sabía qué suerte habían corrido todas sus esposas. Sucedió que se casó de nuevo con una hermosa joven. Al cabo de un mes, Barba Azul tuvo que emprender un viaje. Le dejó a su mujer todas las llaves de su castillo. Podía disponer de todo a su antojo, pero le prohibió firmemente que entrara en una estancia del piso bajo, amenazándola con las terribles consecuencias de su ira. La curiosidad movió a la joven a averiguar qué secreto se encerraba allí. Abrió la puerta y vio, horrorizada, los cuerpos ensangrentados de las mujeres de Barba Azul. Con el susto, se le cayó la llave al suelo y la recogió sucia de sangre. Por mucho que la frotó y la intentó limpiar, no conseguía que desapareciera la mancha, porque era una llave mágica.
 

Título.El asesino de presentadores de Javier Sardá:

Aparece el primer presentador de televisión asesinado. No pasa nada. El segundo, casualidad. El tercero, empiezan las hipótesis.

Una cascada de asesinatos de presentadores de informativos pone patas arriba los servicios de Seguridad del Estado.

El Presidente del Gobierno exige encontrar al culpable ante la alarma general que mantiene al país enterado a través de un solo informativo pactado entre las cadenas, cuyos periodistas están confinados para garantizar su seguridad.

Mientras, el asesino sigue matando. Y policías, espías, servicios de inteligencia y el Gobierno dando excusas en sus comparecencias.
 
 

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