lunes, 26 de septiembre de 2011

TOROS=José Tomás escribió la última págnia de oro.Barcelona dice adiós por la puerta grande de la historia del toreo./TOROS MANOLETE.

  • TÍTULO: TOROS- BARCELONA- JOSÉ TOMÁS: Clamor de veinte mil gargantas al grito de ¡libertad, libertad!.

  • Se acabó. Hasta aquí ha llegado la historia de la fiesta en Cataluña. A las ocho y diez de la tarde rodaba sin puntilla el último toro. La tarde se cubría de llanto por un final alevoso, por una felonía urdida por bastardos intereses políticos y en la que no se puede obviar la responsabilidad de los profesionales del toreo que a lo largo de los últimos treinta años han ido abandonando la fiesta a su suerte en esta parte de España.
    Un final con grandeza, pero también un final injusto, una tropelia para marcar diferencias con el resto de España. Como si Francia, México, Colombia, Perú, Ecuador, Venezuela y Portugar no fueran naciones independientes y soberanas donde la fiesta de los toros sigue vigente y con fuerza. En esos paises, se sienten orgullosos de su nacionalidad y respetuosos con la permanencia de los toros en su suelo. ¿Por qué Cataluña, respetando sus señas de identidad, no puede ser igual?. Acaso hay más distancia entre Barcelona y Madrid que entre Bogotá y la capital de España?.
    Se trata de un canallada que ayer tuvo su punto final. Un final, que como acertadamente se ha escrito en un diario de Barcelona, no se justificaba pues la fiesta de los toros languidecía en esta parte del país y de morir debía haberlo hecho por la vía natural, nunca por un asesinato. Ayer mismo, cuando veíamos bordar el toreo a José Tomás pensábamos: qué gran marco es esta plaza para el toreo eterno. El faenón del torero de Galapagar reesplandecía entre el aroma de la historia de esta Monumental plaza de Barcelona. Y ese marco histórico, será si nadie lo remedia, un hortera centreo comercial para instalar cines, hamburgueserías y tiendas.
    La última págia de oro
    No podía ser otro que José Tomás para cerrar el libro histórico de esta plaza con una página de oro. José Tomás, para desdicha de quienes no pueden ni verlo, ha retificado ayer en el segundo toro de la tarde su condición del torero más importante, y no me cansaré de repetirlo, de las últimas generaciones. Me ratificaba en esta apreciación cuando ejecutaba unas verónicas de pasmosa lentitud, como si el tiempo se detuviera en los vuelos del capote. Luego, con la muleta en la mano izquierda dictaría una lección asombrosa de cómo se torea.
    Cada muletazo era un argumento de la suerte natural. con los flecos del engaño arrastrados, llevando el toro perfectamente embarcado para rematar allá, en la cadera y colocarse de nuevo dispuesto a cargar la suerte en el siguiente pase. La faena crecía en autenticidad y en grandeza. Hasta los molinetes, que no dejan de ser un adorno, adquirían rango en la ejecución de los mismos. El ambiente en la plaza era porpio de las faenas cumbres y sólo faltaba la suerte suprema en la que Tomás se volcó para enterrar arriba todo el acero y tirar sin puntilla al bravo toro de El Pilar.
    Se pidió con clamor el rabo. No se concedió. Y pregunto: ¿no merecía esta tarde histórico que se convirtiera también en la última en la que se cortara un rabo en esta plaza?. Si alguien no sabe distinguir entre el toreo bueno y el toreo inmenso que haga examen de sus conocimientos taurinos. Porque la faena de José Tomás ha sido excepcional. Y ya mno pudo repetirla en el quinto toro, que tuvo aspereza y mal genio. El torero lo castigó por bajo para rebajarle los humos y luego cuajó una faena medida y precisa sobre ambas manos, muy por encima del toro. Dos pichazos antes de una estocada contraria dejaron el premio en la clamorosa ovación de despedida en el centro del ruedo. Era un adiós a Barcelona en la persona del último de los toreros que han tenido esta plaza como su buque insignia.
    El torero de Cataluña
    Serafín Marín tuvo el detalle de sacar un capote que por una cara llevaba la senyera y por la otra un cartel pidiendo libertad para los toros en su tierra. Serafín estuvo por debajo de la embestida humillada de su primer toro pero se creció en el sexto, en el último de la historia de la plaza. Una faena desigual pero emotiva en la que los derechazos y los naturales fluyeron de manera desigual. Serafín mantuvo en todo momento un tono vibrante y el final, con manoletinas apretadas y una gran estocada le valieron esas dos orejas que eran, sobre todo, un homenaje al toreo catalán en la tarde final.
    Juan Mora, con reposo y, tal vez mucha frialdad, cuajó verónicas bellas y reposdas y un toreo de muleta con momentos preciosos. Mora se relajaba en cada pase. Toreo de calidad, pero la gente reclamaba, tal vez, más calor y pasión. En todo caso Juan no desentó en absoluto en esta tarde histórica en la que España, Cataluña y José Tomás hacian de la Monumental un emblema para el futuro. La han matado...pero sigue viva.

  • SÁBADO-22-10-2011--TÍTULO: TOROS MANOLETE.

  • UNA DE LAS GRANDES FIGURAS DEL TOREO

    Antoñete fallece a los 80 años víctima de una bronco-neumonía.

  • Antonio Chenel, 'Antoñete' ha fallecido esta noche a los 80 años de edad tras ingresar ayer en el Hospital Puerta de Hierro de Madrid con un cuadro de bronco-neumonía.
    El diestro madrileño fue una auténtica figura del toreo y fue en Las Ventas donde se le recuerda por sus grandiosas faenas.
    Antoñete ya padecía problemas cardiorrespiratorios desde hace varios años y en el invierno pasado ya tuvo que dejar sus labores de comentarista en Digital Plus junto a Manolo Molés.

  • El matador de toros Antonio Chenel Albadalejo 'Antoñete' ha fallecido hace unas horas en Madrid a los 79 años de edad, víctima de una bronconeumonía contra la que ha luchado durante tres días. El legendario torero madrileño tuvo que ingresar hace unos días en el Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda (Madrid) aquejado de problemas respiratorios que venía arrastrando desde tiempo atrás.
    Antoñete ha sido uno de los toreros referentes de la segunda mitad del pasado siglo especialmente en Las Ventas. En esta plaza se convirtió en ídolo de la afición desde que, en 1966, cuajase una faena histórica al ya famoso Atrevido, el 'toro blanco' de Osborne. Desde entonces llevó a cabo una carrera muy larga en la que alternó periodos de inactividad con otros de gran importancia en los que llegó a consagrarse como uno de los espadas más destacados del escalafón. Tras su retirada continuó metido en el mundo del toro como comentarista en Canal+, compartiendo sus amplísimos conocimientos taurinos en las retransmisiones con Manuel Molés.

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