jueves, 7 de julio de 2011

AL CONTAR UN CHISTE GRACIOSO.CHISTECILLOS‏.

Un hombre casado tenía un lío con su secretaria.
Un día, la pasión los desbordó y se fueron a la casa de ella; exhaustos
debido a una tarde de sexo desenfrenado, se durmieron, despertando a las
ocho de la tarde.
Cuando el hombre se estaba poniendo la ropa, le pidió a la mujer que sacara
sus zapatos y los ensuciara con césped y tierra. Aunque intrigada ella lo
hizo; él se puso los zapatos, cogió el coche y se fue a su casa.

-¿Dónde has estado?
-le preguntó su mujer cuando entró.

-Querida, no puedo mentirte: estoy enrollado con mi secretaria y estuvimos
toda la tarde haciendo el amor. Me dormí y no desperté hasta las 8.


Su esposa mira hacia abajo, ve sus zapatos y le dice:


-¡¡Mentiroso bastardo!! ¡¡¡Estuviste jugando al golf!!!".


Segunda Situación:


Había una pareja de mediana edad que tenía 2 hermosas hijas adolescentes, y
decide intentar una última vez tener el niño que siempre quisieron.
Después de intentarlo durante meses la esposa finalmente quedó embarazada y dio a luz a un saludable niño 9 meses más tarde.
El jubiloso padre corrió a conocer a su nuevo hijo, y al mirarlo se horrorizó, ya que el niño era el bebé más feo que había visto en su vida.
Fue a ver a su esposa y le dijo que no había manera de que él fuera el padre de ese niño.

"¡Mira las 2 hermosas hijas que hice anteriormente!"

Luego la miró desconfiado y le preguntó:


"¿Me has estado engañando?"


La mujer sonrió dulcemente y le dijo

"¡¡Esta vez no mi amor!!"


Tercera Situación:


Un empleado de una funeraria estaba una noche trabajando hasta tarde. Su
trabajo era examinar el cuerpo de los muertos antes de ser enviados a enterrar o incinerar.
Cuando examinó el cuerpo del señor Juan, que iba a ser incinerado, hizo un
asombroso descubrimiento:
¡¡¡Juan tenía la "parte" más grande que nunca había visto!!!


-Lo siento señor Juan
-dijo el empleado-, pero no puedo enviarlo a
incinerar con tremenda "parte". Tiene que ser guardada para la posteridad.


Dicho esto separó la "parte" del cuerpo, la puso en su maletín y se fue a
casa.
A la primera persona que se la mostró fue a su esposa:


-Tengo algo que mostrarte que no vas a creer
-le dijo, y abrió el maletín.

-¡¡¡¡Dios mío!!!!
-gritó ella- ¡¡Juan está muerto!!

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