viernes, 29 de julio de 2011

SOCIEDAD-- EL PEQUEÑO DOCTOR HOUSE.

Darío improvisó un torniquete para taponar la hemorragia de su amigo Ángel, que sufrió un accidente con su bici.
Darío, con tan solo doce años, se ha convertido en un héroe para todos los habitantes de Fuente del Arco. Él y su amigo Ángel recordarán siempre la tarde del pasado 23 de Julio.
Ángel, de 8 años, Darío, Abraham y Francisco, de 12 años, montan en sus bicis como todas las tardes para recorrer los diferentes caminos que rodean el pueblo, en esta ocasión, quieren ver el trabajo que unas máquinas están realizando en el arreglo de los mismos.
En un momento del recorrido, Ángel choca con la bici de Abraham, clavándose el freno del manillar en el muslo. La cantidad de sangre que salía de la herida pone nerviosos a los amigos de Ángel y dos de ellos (Abraham y Francisco) optan por volver al pueblo para pedir ayuda, mientras, Darío se queda con Ángel que no para de llorar y seguía perdiendo mucha sangre.
Entonces fue cuando se forjó todo un héroe. Decide apoyar a su amigo en un árbol y le hace un torniquete en la pierna con su camisa para cortar la hemorragia. A continuación, con su móvil, sin saldo, ya que según nos relata Darío estaba «castigado» por su madre, llama al 112.
El servicio de emergencias en un principio no termina de creerse el relato de los hechos, piensan que se trata de una broma de adolescentes.
Más de cuatro llamadas realiza Darío al 112, pero ante la insistencia, acceden a tomar los datos tanto de él como de Abraham. En un momento de algunas de las conversaciones con el 112, Darío les comunica a los facultativos que acaban de llegar al lugar dos senderistas. «Ellos mismos le dirán a ustedes que yo no digo mentiras.» Uno de los senderistas ayuda a poner bien el torniquete y tranquiliza a Ángel.
Los trabajadores del 112 le dan los primeros consejos y les piden que esperen la llegada de la ambulancia. Pero él no sabe explicarle al 112 el emplazamiento exacto donde se encuentran.
Más de cuarenta minutos tardan en localizar a los dos amigos. Una llamada perdida a su madre, posibilitó que esta le llamara y los padres de Ángel pudieran encontrarlos. Ellos guiaron a la ambulancia del 112 que, en principio, hizo una cura de urgencia a Ángel y después lo trasladaron al hospital de Llerena, donde le dieron ocho puntos de sutura en el muslo derecho, ya que presentaba una herida de casi tres centímetros de profundidad muy cerca de la arteria femoral.
Darío que no sabe cómo no se mareó al ver tanta sangre y cómo se le ocurrió la idea de hacerle un torniquete en el muslo a Ángel.
A la pregunta de qué le gustaría ser de mayor, responde sin titubear: médico, porque así puedo ayudar a las personas como he hecho con mi amigo.
Ángel y Darío no olvidarán uno de sus recorridos por los senderos de Fuente del Arco-FOTO.

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