jueves, 10 de noviembre de 2011
EMILY.
Emily estaba apoyada en erespaldo de la silla de madera que no hacía mas que crujir. Miraba a través de la ventana, un día triste,como otros tantos. Tenía un libro abierto, un libro que leía todas las noches desde el 3 de diciembre, desde que su prometido perdiese la vida. Desde ese momento su vida fue horrorosa. Se retocó el pelo, "debo estar horrorosa" se dijo a si misma, y se vistió dispuesta a salir. Si, cierto, era de noche, pero ella necesitaba irse de esa casa, necesitaba andar... olvidar.. Las calles desiertas, el suelo embarrado y ella perdida en sus recuerdos... uno tras otro agolpandose en su juvenil mente... en la tristeza de su alma. Llegó al cementerio del pueblo, no era su intención, en absoluto, pero sus pies la guiaron hacia ese lugar, quizá fuese su mente la que la guiase, quizas su corazón, en tal caso era evidente que allí estaba y que podía hacer dos cosas: irse o entrar. Y entró, y ella sabía donde se tenía que dirigir... oh! cuantas veces se habría hecho ese camino, dia y noche, cada vez que le recordaba... en su pequeño trozo de tierra, tierra que ella adoraba, tierra en la que ella también querría descansar. se tumbó despacio sobre la piedra que la separaba del ataud de su prometido y lloró y volvió a recordar su sonrisa, esas tardes en las que paseaban hasta el atardecer, esas promesas... y su muerte... esa extraña enfermedad que lo mató en pocas semanas, a pocos dias de su boda... y entonces escuchó unos pasos entre la maleza,cada vez mas cercanos a ella, Emily no podía mirar, estaba aterrada... y alguien la tocó el hombro, y un escalofrio recorrio todo su cuerpo. ella se levantó de repente y le vió... vió su mirada mustia... su sonrisa inerte, la palidez de la muerte y se dijo que era imposible, se llamó loca por creer que estaba viendo a quien alguna vez, hace tiempo, fue su amor, su unico amor. y el la beso dulcemente acariciandola el pelo. Emily no sabía que hacer... no era posible... el estaba muerto, solo era producto de su imaginacion... "tranquila, no pienses en el dolor que te cause muriendo, piensa en la felicidad que te daré ahora que estamos juntos" y diciendo eso la acarició suavemente la mano. Emily se puso tensa, y quiso irse, ella creía que era un sueño, un mal sueño del que despertaria... corrió hacia la puerta pero al intentar salir se dio cuenta de que el la seguía y tropezó resbalandose y quedandose llena de barro. "por que huis de mi? no te das cuenta que puedo seguirte hasta donde quiera? ven mi dulce niña, ven conmigo, vuelve a ser feliz, yo te quiero, nadie más lo hace tanto como yo.. me revolvia en mi tumba noche tras noche pensando en ti, en tu olor, en tus caricias, en tus te quiero, en nuestra vida juntos" Emily lloraba, y a la vez era un consuelo escuchar de nuevo su voz, el se acercó y la beso... llego el delirio.. la pasión... y después el beso final, la muerte, seguida de un orgasmo mental lleno de sangre...
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