TÍTULO: RISOTTO DE QUESO DE CABRA CON ZANAHORIAS.
Ays, no puedo actualizar el blog tanto como me gustaría. El último cuatrimestre ha empezado fuerte y el jueves tuve un examen (la problemática del gusto, tema apasionante pero para examinarse...). Además esta tarde me voy a Granada a pasar el fin de semana, en un viaje un poco improvisado, pero del que no quería perder la oportunidad para por fin visitar esta ciudad. ¡Aún no he visitado la Alhambra! Imperdonable. Aunque la compra anticipada de las entradas me ha dado problemas por culpa de algunos ineptos de cierta caja de ahorros... espero que no surjan dificultades en la puerta o me rebotaré mucho ¬¬.
Tiene que ser un plato muy bueno el Risotto de queso de cabra con zanahorias, yo nunca lo he probado pero habrá que comerlo pronto tiene buena pinta.
Mientras dejo por aquí un risotto que preparé hace unos días. Creo que es el primer risotto verdadero que cocino, obviando el dato de que no usé mantequilla debido a mi intolerancia. Pero quedó muy mantecoso igualmente, con la cocción lenta y el toque del queso de cabra. Usé zanahorias porque teníamos un montón, y están cortadas a cachos más bien gordos porque me apetecía así .
300 gr de arroz arborio
- 200 ml de vino blanco
- 4-5 zanahorias
- 1 cebolleta
- 1 litro de caldo de pollo
- aceite de oliva
- sal y pimienta
- queso de cabra
- queso parmesano
Poner al fuego un cazo con el caldo; antes de romper a hervir bajar el fuego y mantenerlo así durante todo el proceso. Calentar aceite en una cazuela o sartén alta. Sofreír la cebolleta bien picada, dar unas vueltas y añadir la zanahoria. Salpimentar y cocinar removiendo unos minutos, hasta que la zanahoria empiece a ablandarse. Añadir el vino y dejar que se evapore el alcohol. Incorporar el arroz, dándole unas cuantas vueltas para que se tueste ligeramente con las verduras. Empezar a añadir caldo poco a poco, cubriendo el arroz (sin ahogarlo), con el fuego medio-alto, que esté hirviendo constantemente. Remover de vez en cuando. Según vaya chupando líquido, ir incorporando más caldo, a medida que el arroz lo pida. Continuar así unos 15-20 minutos, hasta que se haya agotado casi todo el caldo o el arroz esté en su punto, al dente (ligeramente duro en su interior). La textura debe ser melosa, sin líquido en el fondo de la sartén pero jugoso. Bajar el fuego y añadir queso de cabra al gusto troceado, removiendo bien para que se funda y aporte cremosidad al arroz. Apagar el fuego y dejar reposar unos minutos antes de servir. Acompañar de parmesano recién rallado y que cada cual se sirva al gusto.
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