Sara Carbonero Arévalo (Corral de Almaguer, 3 de febrero de 1984),[1] conocida como Sara Carbonero, es una periodista deportiva[2] española.
Es redactora y presentadora del área de deportes de la cadena de televisión Telecinco,[3] presentadora del canal italiano de televisión especializado en fútbol Premium Calcio[4] y colaboradora del programa Deportes Cuatro (del canal televisivo Cuatro), y del diario deportivo Marca.
Cuando cursaba 3º de la licenciatura en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, entró como becaria en Radio Marca y seis meses después fue contratada. Abandonando parcialmente sus estudios universitarios,[5] cubrió para la emisora todo tipo de eventos deportivos, además de colaborar en el espacio matinal Balón desastre y presentar en solitario el programa musical SuperMarca. Tras un breve paso por la Cadena SER, se incorporó en mayo de 2007 a laSexta, cadena en la que se hizo cargo de la información deportiva en los programas informativos, siguió de cerca a la selección española en el Eurobasket 2007 y formó parte del equipo del programa en directo Minuto y resultado. También condujo 6º Nivel, programa de deportes de riesgo y aventura.
En abril de 2009, fichó por Telecinco como redactora y presentadora de deportes.[6] Su primer trabajo en dicha cadena fue cubrir como reportera la Copa Confederaciones de fútbol en Sudáfrica. Posteriormente, fue nombrada presentadora de deportes de la primera edición de Informativos Telecinco.
Fue elegida en julio de 2009 por la edición norteamericana de la revista FHM como la reportera deportiva más sexy del mundo.[7]
Durante la celebración de la Copa Mundial de Fútbol de 2010, en la que trabajó como reportera de Telecinco, fue objeto de atención mediática mundial[8] al sugerirse desde la portada del diario británico The Times[9] una vinculación entre la derrota de la selección de fútbol de España en el primer partido del campeonato y su relación con el jugador Iker Casillas, portero de la misma durante dicho encuentro.
Finalizado el mundial, en el mismo mes de julio, se anunció que la periodista colaboraría durante la temporada 2010/11 con la plataforma italiana de televisión digital terrestre de pago Mediaset Premium, haciéndose cargo de la información sobre el desarrollo de la Liga y, especialmente, sobre la trayectoria de José Mourinho al frente del Real Madrid.[10] Su colaboración comenzó el 28 de agosto.
Desde marzo de 2011 compagina sus trabajos en Informativos Telecinco y Mediaset Premium con la colaboración los viernes en la sección de deportes de Noticias Cuatro.25-3-2012-TÍTULO: REVISTA XL SEMANAL - EL PERSONAJE- SARA CARBORNERO.
Sara Carbonero
``Ahora publican que estoy embarazada... y me río´´.
``Ahora publican que estoy embarazada... y me río´´.
Idealista, reivindicativa y romántica. Así se define la periodista deportiva más sensual de la pantalla. Su estilo: el `boho-chic´, una tendencia ‘hippy’ y bohemia que nos ha permitido descubrir el lado más rebelde de Sara Carbonero.
Inspirada en el espíritu hippy y bohemio de los años 60 y 70, la tendencia boho-chic se apodera del verano. Un look que Sara Carbonero ha convertido en sello personal y con el que se identifica más allá de la moda. «Me hubiera encantado vivir en esa época porque soy muy idealista». La periodista y pareja de Iker Casillas posa para XLSemanal y confiesa que «antes salía por el barrio madrileño de Malasaña, pero ahora es una locura, por mí y por la persona que llevo al lado».
XLSemanal. ¿Qué le parece el look que hemos elegido para usted?
Sara Carbonero. Me encanta. El boho-chic es el estilo que más espacio ocupa en mi armario, sobre todo los vestidos amplios, que quedan muy bien con botas; o los chalecos vaqueros.
XL. ¿Se identifica en algo con ese espíritu entre hippy y bohemio?
S.C. Sobre todo porque siempre he sido superidealista, romántica y muy soñadora. Además, soy bastante inconformista y me identifico mucho con ese pensamiento reivindicativo.
XL. ¿Y qué le gustaría reivindicar?
S.C. Mi causa siempre ha sido la defensa de la igualdad de las mujeres, porque he oído mucho comentario machista en mi vida. Aunque, siendo realista, creo que no va a llegar nunca.
XL. Pero usted es la representación de que el fútbol ha dejado de ser una cuestión de pelotas...
S.C. [Se ríe]. Sí, ahora hay muchas chicas, pero, cuando yo empecé –hace más de seis años–, casi todos los periodistas deportivos eran hombres.
XL. ¿Ha escuchado muchos disparates?
S.C. Uno de los que más me molestaban cuando me presentaba a alguna prueba era: «¿Pero a ti te gusta el deporte o estás aquí por hacer algo?». Me fastidia ese prejuicio con las chicas jóvenes, porque te hacen sentir que estás ahí solo porque quieres salir por la tele.
XL. Después de trabajar todo el día rodeada de hombres, ¿se le ha pegado algo de su mentalidad?
S.C. Nada de nada, y me gustaría porque a veces ven la vida de forma más sencilla, simplifican mucho, y yo soy demasiado perfeccionista. Y eso que he llegado a estar sola con 40 compañeros durante un mes de convivencia durante la Copa Confederación de Sudáfrica.
XL. ¿Cómo lleva el hermetismo que se ha puesto de moda entre los clubes?
S.C. Yo entiendo a las dos partes: a los jugadores y a los entrenadores que se vuelven herméticos, porque a veces los periodistas sacamos las cosas de quicio. Pero lo cierto es que a la prensa nos lo ponen muy difícil y, como no dan ruedas de prensa ni conceden entrevistas, tenemos que montar debates, lo cual tampoco les gusta. Se han perdido mucho los valores de colegueo que había entre los jugadores y los periodistas.
XL. ¿Habrá vuelta atrás?
S.C. Imagino que dependerá mucho de los entrenadores, pero, una vez instaurada esta dinámica, va a ser difícil porque para ellos es muy cómodo no tener que sentarse delante de un periodista.
XL. Y si tuviera que elegir, ¿con qué se quedaría: botas de tacón o de tacos?
S.C. Hombre, yo he jugado mucho al fútbol de pequeña con los chicos de mi clase, pero ahora me quedo con las botas de tacón, sin duda.
XL. Como una auténtica it girl...
S.C. Me hace gracia eso de que soy una it girl porque yo pensaba que mi público eran hombres y ahora veo a niñas de diez años que se compran las mismas botas que yo. Pero siempre es bueno proyectar algo positivo.
XL. Aunque a veces también proyecta cierta seriedad...
S.C. Se me achaca que soy muy cerrada y muy seria, pero es porque todo me pilló de golpe y no estaba acostumbrada a sentirme tan observada. Antes me agobiaba por mi familia, pero ahora sale publicado que estoy embarazada y ya me río.
XL. ¿Qué es lo más raro que ha oído?
S.C. Está lo de siempre: bodas, embarazos... Han dicho de todo. Lo más curioso fue que iba a dar el salto al cine porque hice un cameo de siete minutos en la película Amigos.
XL. Ahora la vemos como imagen de Pantene, ¿algún buen truco para cuidarnos el pelo?
S.C. Lo mejor es no secarlo. Además, como soy muy cabezota y no me lo quiero cortar, utilizo mascarillas hidratantes para cuidar las puntas.
XL. ¿Qué le parece esa moda de utilizar champús de caballo?
S.C. Es muy peligroso utilizar los productos milagro cuando hay empresas como Pantene que llevan años investigando y que te pueden asesorar con estudios científicos fundamentados.
Inspirada en el espíritu hippy y bohemio de los años 60 y 70, la tendencia boho-chic se apodera del verano. Un look que Sara Carbonero ha convertido en sello personal y con el que se identifica más allá de la moda. «Me hubiera encantado vivir en esa época porque soy muy idealista». La periodista y pareja de Iker Casillas posa para XLSemanal y confiesa que «antes salía por el barrio madrileño de Malasaña, pero ahora es una locura, por mí y por la persona que llevo al lado».
XLSemanal. ¿Qué le parece el look que hemos elegido para usted?
Sara Carbonero. Me encanta. El boho-chic es el estilo que más espacio ocupa en mi armario, sobre todo los vestidos amplios, que quedan muy bien con botas; o los chalecos vaqueros.
XL. ¿Se identifica en algo con ese espíritu entre hippy y bohemio?
S.C. Sobre todo porque siempre he sido superidealista, romántica y muy soñadora. Además, soy bastante inconformista y me identifico mucho con ese pensamiento reivindicativo.
XL. ¿Y qué le gustaría reivindicar?
S.C. Mi causa siempre ha sido la defensa de la igualdad de las mujeres, porque he oído mucho comentario machista en mi vida. Aunque, siendo realista, creo que no va a llegar nunca.
XL. Pero usted es la representación de que el fútbol ha dejado de ser una cuestión de pelotas...
S.C. [Se ríe]. Sí, ahora hay muchas chicas, pero, cuando yo empecé –hace más de seis años–, casi todos los periodistas deportivos eran hombres.
XL. ¿Ha escuchado muchos disparates?
S.C. Uno de los que más me molestaban cuando me presentaba a alguna prueba era: «¿Pero a ti te gusta el deporte o estás aquí por hacer algo?». Me fastidia ese prejuicio con las chicas jóvenes, porque te hacen sentir que estás ahí solo porque quieres salir por la tele.
XL. Después de trabajar todo el día rodeada de hombres, ¿se le ha pegado algo de su mentalidad?
S.C. Nada de nada, y me gustaría porque a veces ven la vida de forma más sencilla, simplifican mucho, y yo soy demasiado perfeccionista. Y eso que he llegado a estar sola con 40 compañeros durante un mes de convivencia durante la Copa Confederación de Sudáfrica.
XL. ¿Cómo lleva el hermetismo que se ha puesto de moda entre los clubes?
S.C. Yo entiendo a las dos partes: a los jugadores y a los entrenadores que se vuelven herméticos, porque a veces los periodistas sacamos las cosas de quicio. Pero lo cierto es que a la prensa nos lo ponen muy difícil y, como no dan ruedas de prensa ni conceden entrevistas, tenemos que montar debates, lo cual tampoco les gusta. Se han perdido mucho los valores de colegueo que había entre los jugadores y los periodistas.
XL. ¿Habrá vuelta atrás?
S.C. Imagino que dependerá mucho de los entrenadores, pero, una vez instaurada esta dinámica, va a ser difícil porque para ellos es muy cómodo no tener que sentarse delante de un periodista.
XL. Y si tuviera que elegir, ¿con qué se quedaría: botas de tacón o de tacos?
S.C. Hombre, yo he jugado mucho al fútbol de pequeña con los chicos de mi clase, pero ahora me quedo con las botas de tacón, sin duda.
XL. Como una auténtica it girl...
S.C. Me hace gracia eso de que soy una it girl porque yo pensaba que mi público eran hombres y ahora veo a niñas de diez años que se compran las mismas botas que yo. Pero siempre es bueno proyectar algo positivo.
XL. Aunque a veces también proyecta cierta seriedad...
S.C. Se me achaca que soy muy cerrada y muy seria, pero es porque todo me pilló de golpe y no estaba acostumbrada a sentirme tan observada. Antes me agobiaba por mi familia, pero ahora sale publicado que estoy embarazada y ya me río.
XL. ¿Qué es lo más raro que ha oído?
S.C. Está lo de siempre: bodas, embarazos... Han dicho de todo. Lo más curioso fue que iba a dar el salto al cine porque hice un cameo de siete minutos en la película Amigos.
XL. Ahora la vemos como imagen de Pantene, ¿algún buen truco para cuidarnos el pelo?
S.C. Lo mejor es no secarlo. Además, como soy muy cabezota y no me lo quiero cortar, utilizo mascarillas hidratantes para cuidar las puntas.
XL. ¿Qué le parece esa moda de utilizar champús de caballo?
S.C. Es muy peligroso utilizar los productos milagro cuando hay empresas como Pantene que llevan años investigando y que te pueden asesorar con estudios científicos fundamentados.
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