TÍTULO: REVISTA PANTALLA SEMANAL CON MAMEN SANZ.
La mujer de Raúl González, Mamen Sanz-foto-y dedicada completamente a la maternidad, la modelo madrileña de 34 años reaparece más guapa que nunca en el número de julio de la revista 'ELLE' en compañía de sus cinco hijos: Jorge, de 10 años; Hugo, de 7; los gemelos Mateo y Héctor, de 4, y María, de 4 meses.
Discreta, cálida y con los pies en la tierra, Mamen habla en una completa entrevista de los secretos para tener un cuerpo diez y lucir esa belleza después de cinco partos, de las ventajas y desventajas de la popularidad y de la increíble relación que mantiene con su marido desde hace once años, el futbolista del Real Madrid Raúl González.
Hacía tiempo que la modelo madrileña se había apartado de los focos para centrarse por completo en su familia, sobre todo en sus cinco hijos, a los que considera "el mejor regalo" que la vida le ha brindado. "Siempre he soñado con formar una gran familia, por lo tanto puede decir que mis cinco hijos son un sueño hecho realidad".
De hecho, 11 años de matrimonio y 5 hijos después, Mamen hace un balance muy positivo de su vida, destacando los años que lleva compartiendo su vida con el jugador de fútbol Raúl González. "Soy muy feliz en mi pareja. Hemos crecido juntos y tenemos un proyecto de vida en común".
Mamen, consciente de que se casó "con una persona muy popular", afirma que lleva una vida de lo más normal "como cualquier otra madre de familia", aunque, tras años centrada por completo en su familia, aún no se ha olvidado de una de sus grandes pasiones: la moda.
"Me encanta la moda y estar al día, aunque no echo de menos mi vida como modelo", declara la mujer de Raúl en su entrevista.
Sin embargo, a sus 34 y con 4 partos a sus espaldas, Mamen sigue presumiendo de una figura envidiable que debe, ante todo, a una genética privilegiada.
"Soy delgada por naturaleza", comenta la modelo. "De niña hacía dietas para engordar porque estaba acomplejada. Ahora esto parece ser una ventaja, ya que me permite comer de todo y no vivir esclava de las dietas.
TÍTULO: LOUIS Daguerre.
Louis-Jacques-Mandé Daguerre, más conocido como Louis Daguerre (Cormeilles-en-Parisis, Valle del Oise, Francia, 18 de noviembre de 1787 – Bry-sur-Marne, Valle del Marne, Francia, 10 de julio de 1851), fue el primer divulgador de la fotografía, tras inventar el daguerrotipo, y trabajó además como pintor y decorador teatral.
Educado en el seno de una familia pudiente, desde su juventud demostró una gran capacidad para los negocios, al tiempo que mostraba una gran inclinación por el estudio de las letras y las artes. Daguerre recibió una educación muy elemental que terminó a los catorce años. Es a esta edad que tuvo que aprender a ganarse la vida. De inteligencia natural y con una extraordinaria facilidad para el dibujo, Daguerre empezó como aprendiz de arquitecto. Ahí aprendió a trazar planos, lo mismo que a hacer dibujo en perspectiva. Tales enseñanzas fueron de gran valor para su segunda ocupación, pues empezó a trabajar como aprendiz del célebre y famoso -en aquel tiempo- diseñador de escenarios para teatro y ópera, Degoti. Tres años permaneció en este trabajo, antes de abandonar para ingresar como ayudante del escenógrafo más destacado de París de la época, Prevost. Aquí Daguerre empieza a darse a conocer. Sus trabajos le consagran entre los hombres más importantes del teatro de su época.
Daguerre era un pintor de segunda fila en el París de la primera mitad del siglo XIX. Una de sus creaciones más espectaculares fue el cuadro de la Misa del Gallo en Saint-Etienne-du Mont, por el realismo de su perspectiva.
Louis Daguerre pasó a los anales de la historia por inventar el diorama, instalación mediante la cual se daba una sensación de profundidad. Este invento despertó la atención del público parisino en un espectáculo que consistía en crear la ilusión al espectador de que se encontraba en otro lugar a través de imágenes enormes, que se podían mover y que se combinaban con un juego de luces y sonidos, etc. para que pareciese que el espectador estuviese en situaciones como una batalla, una tempestad, etc. Para que todo esto fuera creíble las pinturas debían ser muy realistas y por esta razón, a Daguerre le interesaba la aplicación del principio de la cámara oscura al Diorama.
Sus instalaciones llegaron a la Ópera de París y su éxito fue tal que incluso le condecoraron con la Legión de honor (Francia 1802, instituida por Napoleón Bonaparte).
No hay comentarios:
Publicar un comentario