Hace 35 años que Marco, aquel niño italiano de los dibujos animados, cruzó el mundo en busca de su madre con la única ayuda de un mono llamado Amedio.
Hoy, sin embargo, es posible deambular por las calles de cualquier lugar si moverse del sofá ni sufrir tantas desventuras. Hemos tomado conciencia al conocer la historia del niño indio Saroo Brierley, que se quedó dormido en un tren y termino en Calcuta sin saber el nombre de su pueblo ni cómo volver a casa.
Mendigó durante tres meses, hasta que fue adoptado por una familia australiana.
No volvió a ver su madre.
La serie cuenta la historia del pequeño Marco, hijo de una humilde familia italiana, el cual se ve separado de su madre cuando ésta abandona Italia para venir a trabajar a América, quedando únicamente con su padre y hermano mayor. Marco, desconsolado, decide emprender el viaje para encontrar a su madre, durante el cual es acompañado por su mono Amedio.
Marco sufre todas las penurias imaginables durante la búsqueda, pues cada vez que llega a un nuevo pueblo, se entera que su madre ya ha pasado por allí y entonces debe seguir la búsqueda.
La historia Transcurre a principios del siglo XIX, época en que bastante gente europea emigró a tierras americanas buscando un mejor destino, y es por esto que la madre de Marco viaja a Argentina.Lo que nunca me quedó claro, es cómo la madre de Marco decide irse a otro país dejando un hijo pequeño a quien cuidar, y lo peor de todo es que pareciera no preocuparse por esto. En fin... de alguna parte tenían que sacar trama para hacer la serie :).
Al Final de la serie, despues de tanta busqueda llega porfin a encontrarse con su madre en la ciudad de Córdoba, que se esta muriendo por una enfermedad y por la tristeza de no ver a su hijo , pero cuando marco la encontro, le dio fuerzas para reponerse y salir de esa enfermedad.
TÍTULO: LA LEGÍTIMA DEFENSA ELECTORALISTA DE "SARKOPEN".
Sarkozy copia Marine Le Pen la propuesta de que los policías tenga desrecho a disparar a los delicuentes.
Nicolas Sarkozy dio ayer otra vuelta de tuerca a la derecha en su estrategia de rebañar los votos de Marine Le Pen de cara a su duelo electoral del 6 de mayo con el socialista François Hollande. El candidato conservador a un segundo mandato en el Elíseo copió una propuesta del programa ultraderechista que reclama el derecho a la presunción de legítima defensa para las fuerzas de seguridad. El detonante de la simbiosis electoralista al estilo 'Sarkopen' fue la inculpación judicial por homicidio voluntario de un policía que mató a un delincuente de un disparo por la espalda.
El suceso que ha colado el tema de la inseguridad ciudadana entre las dos vueltas de las presidenciales ocurrió el sábado por la noche en Noissy-le-Sec, localidad del departamento de Seine-Saint-Denis, el más conflictivo de la periferia de París. Una patrulla policial localizó a Amine Bentounsi, de 28 años, que a los 13 había sido el preso más joven de Francia. Condenado once veces por atracos y robos múltiples, se encontraba en busca y captura desde que en julio del 2010 no volvió a la cárcel al cabo de un permiso penitenciario.
Tras una breve persecución a tiros por las calles, murió desangrado por un balazo. El policía autor de los disparos afirma que el delincuente le lanzó una granada, que luego se comprobó que era inofensiva, y que le apuntó con un revólver, sin abrir fuego. La autopsia reveló que el proyectil letal entró por la espalda, dato corroborado por un automovilista testigo de los hechos.
El agente, de 33 años, fue imputado el miércoles de homicidio voluntario con suspensión de empleo y sueldo. En protesta por la decisión judicial, cientos de colegas se dirigieron uniformados y en coches patrulla hacia la sede del Ministerio del Interior. Como los accesos fueron cortados, colapsaron los Campos Elíseos.
Casualmente, Sarkozy tenía ayer programado un mitin en Raincy, otro municipio del mismo departamento en el que 1.644 policías han resultado heridos en los dos últimos años. Tras recordar la estadística, el presidente-candidato reivindicó el derecho a la legítima defensa para los agentes del orden porque «en el Estado de derecho no se puede poner en el mismo plano al policía en el ejercicio de sus funciones y al delincuente en el ejercicio de las suyas». «Sé que el pensamiento único se va a desatar, pero no temo decir la verdad en nombre del pueblo francés», atacó en otro de los frentes abiertos por el populismo lepenista.
Es la primera vez que el mandatario conservador, que fue ministro del Interior antes que presidente, preconiza la legítima defensa policial, una medida del programa electoral del Frente Nacional. Esta presunción fue instaurada para gendarmes y policías en 1943, bajo la ocupación nazi. A los policías les fue suprimida en 1962, tras la guerra de Argelia. En enero el ministro del Interior, Claude Guéant, había dicho que «no se puede dar a los policías un permiso de tirar». Ayer declaró inaceptable que «un policía sea primero herido antes de estar jurídicamente en condiciones de responder».
A Marine Le Pen no le pasó desapercibida esa aparente contradicción. «O la división ideológica es más fuerte que nunca al más alto nivel o bien se alcanza un nivel de cinismo político nunca visto», comentó tras felicitarse por una «victoria ideológica». «Cada día Nicolas Sarkozy bebe en mi proyecto», constató sin creer «medio segundo» en sus promesas.
Portada polémica
En el mitin de Raincy, Sarkozy arremetió contra los medios que le asimilan con la extrema derecha, como el diario comunista 'L'Humanité', que publicó en portada su retrato junto al del mariscal Philippe Pétain, jefe del gobierno colaboracionista con los nazis. «Ser tratado de fascista por un comunista es un honor», replicó el hijo de exiliado húngaro y de ascendencia judía por parte materna. «Aborrezco el racismo y el antisemitismo. Detesto la homofobia», añadió comprometido a impedir que se pueda negar en Francia el Holocausto o el genocidio armenio.
El candidato a la reelección, quien recordó que en 35 años de carrera política nunca había pactado con el Frente Nacional, alegó que su delito es «ser el más criticado por Marine Le Pen». «¿Debo seguir haciendo campaña en la segunda vuelta como si seis millones y medio de franceses no hubieran dicho nada?», dijo en alusión a los votantes lepenistas. «Yo os respeto, os escucho y de cierta manera os comprendo. ¿Eso hace de mí un compañero de viaje del Frente Nacional?», se preguntó de manera retórica, un rasgo de su oratoria.
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