viernes, 20 de abril de 2012

EL MARQUES DE TRES PASOS./ La cafetería EN LA CALLE =1 PARTE. EL CALCETIN DE TORREJON,:El chico de la cafetería. 2 PARTE. EL CALCETIN DE TORREJON,:

TÍTULO: EL MARQUES DE TRES PASOS.

Había un palacio con el Marques de tres pasos que luchaba para ganar dinero con las personas más necesitadas como por ejemplo, pobres, vagabundos, etc.
Pero tendrá que luchar contra los soldados armados con escopetas y espadas que gobierna el centro del pueblo es donde se encuentra los bancos, los mercados para comprar, comida, etc.
El Marques de tres pasos es un hombre de paz y hacer el bien por el Pueblo.
El plan es el que el Marques va hablar con el Jefe del Pueblo para dar una solución a la gente necesitada como son los pobres y los vagabundos.
El Jefe decide hablar con el Marques de tres pasos en dar trabajo y comida, a los pobres en ayudar a sus familias en todo lo que haga falta.
Y los soldados que sea con la paz de no usar las escopetas y las espadas.
Resumen una gran alegría para el Marques de tres pasos y los pobres y los vagabundos.
También quitarse del peligro de las calles que es muy malo con las drogas., FIN.

TÍTULO: La cafetería EN LA CALLE =1 PARTE. EL CALCETIN DE TORREJON,:


Sin darme cuenta llegué a la calle en la que me paré con el coche para preguntar dónde se encontraba el hotel. No me lo pensé dos veces y volví a la cafetería. Al entrar mis orificios nasales captaron el fuerte olor a tabaco de aquel espacio cerrado. Me acerqué a la barra, a la misma barra que hace minutos visité y en la que me atendió un amable y simpático chico cuyo nombre no sé.
Creo que él fue de las pocas personas que me dirigió una sonrisa y que me miró, mentiría si dijera que no tenía ganas de encontrarme de nuevo con esa dentadura tan blanca y perfecta. Pero me encontré con la sorpresa de que él no estaba allí y ahora me sabía mal entrar, dirigirme a la barra y salir de nuevo sin ni siquiera tomarme algo.


-¿Qué desea? – me miró con gran atención un camarero que estaba detrás de la barra.


-Póngame una Coca Cola – sinceramente ni me apetecía, me entraron ganas de decirle “quiero saber dónde está el chico que estaba aquí esta mañana”, pero me guardé ese comentario.


Se agachó para coger un botellín de Coca Cola y llenó el vaso con hielo de una forma rápida y eficaz. Daba gusto el trabajo de aquellos camareros, pero no obstante la hediondez del humo era repugnante.

TÍTULO: El chico de la cafetería. 2 PARTE. EL CALCETIN DE TORREJON,:


Era domingo, por la tarde, y mi amigo y yo decimos salir de nuestra ciudad para variar. Cogimos el coche y nos fuimos a una ciudad cercana, a unos 20 kilómetros. La idea era ir a una cafetería que ya conocemos bien. Es muy especial, puesto que está situada en el último piso de un edificio de 12 plantas. Ocupa toda la planta, y tiene unas terrazas amplias con grandes vistas a la costa. El ambiente es muy tranquilo. Música de fondo de ascensor, cómodos sofás y una clienta que incluye tanto familias con niños como jóvenes que quedan allí para contarse cómo les fue el fin de semana.
Mi amigo y yo pasamos casi dos horas ahí sentados hasta que decidimos irnos. Antes de hacerlo, fui al baño. El baño de ese establecimiento es pequeño. La puerta de acceso da a un pequeño espacio donde está el lavabo, y dentro hay otra puerta que da al retrete. Al abrir la primera puerta, justo veo que se abre la segunda, y de él sale un chico joven, de unos 20 años. Nos quedamos mirando durante dos segundos, dos segundos que fueron suficiente para poder apreciar con detalle la belleza del chico que me observaba. Era de mi estatura, 1,80 metros, de piel morena, pelo castaño, ojos color miel, labios gruesos. Era delgado, pero su camiseta ajustada insinuaba un cuerpo fibrado y suficientemente musculado. Tenía un aspecto muy jovial; su piel transpiraba juventud, juventud masculina.
Tras esos dos segundos, cada uno hizo un gesto y un balbuceo.
 

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