domingo, 5 de junio de 2011

¿TE APUNTAS AL "DRUNCH"? /La hora del drunch.

Cuando ya teníamos asimilado e incluso practicábamos el brunch, esa mezcla entre desayuno tardío y temprano almuerzo, llega el drunch. No hay moderno que se precie que no lo practique, aunque en realidad ya era una práctica habitual entre todos aquellos que, tras el trabajo, en lugar de irse a casa directamente se toman una copa y algún aperitivo para desconectar y tener algo de vida social entre semana. Esto es lo que en las revistas femeninas llaman el "after work". Con su "aperitivi", los italianos han contribuido a acuñar este término y a afianzar esta práctica, que inaugura la tarde después del trabajo.
En Italia es fácil encontrar locales donde, por el precio de una copa, puedes disfrutar de un bufé repleto de delicatessen. Para los que lo alarguen, el drunch se convertirá en cena, y para los que se retiren pronto, habrá sido sólo un divertido aperitivo. La bebida perfecta para acompañar el drunch es el cóctel, con o sin alcohol, aunque las cervezas y las copas de vino de toda la vida siguen funcionando a la perfección.
En España comienzan ya a proliferar los locales donde puede disfrutarse del del drunch. Por supuesto, puedes practicarlo donde quieras, pero la idea es que te ofrezcan el aperitivo o bien que, como con el brunch, haya un precio único que incluya este peculiar menú de tarde que ya no es ni merienda ni aún se puede considerar cena. ¿Queréis saber cuáles son?.
-Lounge. El Hotel Meliá Barcelona es el nuevo punto de encuentro del "after work" condal. Entre otras delicatessen, podrás degustar un delicioso Frozen Strawberry Daikiri con un ceviche de langostinos. El precio es de 15 €. En Skynight, la estupenda terraza del Hotel Puerta de América, en Madrid, hay un druch que se anuncia hasta en Facebook. Con mojitos o caipirokas como bebida, puedes disfrutar de un bufé libre con deliciosos aperitivos, como tortillitas de camarones o brochetas. El precio medio es de 14 €.
También en Barcelona, el Champagne Bar te ofrece un drunch de lujo: auténticos Negroni, aceitunas de los olivos del propio hotel, música en directo y un montón de delicatessen. Debe merecer mucho la pema porque el precio es de 40 €... En Madrid, en la conocida calle Jorge Juan, el Oui Madrid se ha convertido en el punto de reunión de los italoadictos. Por 8 € puedes probar un delicioso risotto de boletus mientras escuchas jazz en directo.
Brunch y drunch, dos conceptos nacidos al calor de las revistas femeninas y que han dado lugar a toda una cultura social. Como os decía, el brunch está ya asimilado y además me parece una idea estupenda para esos días en los que te levantas un poco tarde y no sabes si desayunar o comer. El drunch tampoco me parece mala idea para aquellos que necesitan airearse un poco después del trabajo y necesitan tomar un bocado hasta la hora de la cena. Por supuesto, esto mismo puede hacerse tomándose una cerveza y una tapas de toda la vida, pero claro, el glamour es el glamour.

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