El técnico no aclara su futuro, pero su discurso suena a despedida
Sergio Scariolo: "Les daré las gracias a los jugadores, ha sido otro momento histórico"
Uno de los hombres más buscados era Sergio Scariolo. El técnico italiano puede haber vivido su último partido con esta selección y por eso quiso aprovechar para dar las gracias a sus jugadores. "El baloncesto español se lo merece", afirmó el técnico.
Sergio Scariolo termina ciclo al frente de la selección. Ahora toca
negociar el futuro tras haber firmado una etapa brillante al frente de
España, que se cierra con una plata olímpica y dos Europeos
conquistados. El italiano no quiso hablar de su futuro, pero sus
palabras destilaban cierto aroma de despedida.
"Tengo que darle las gracias a los jugadores. Admiro a estos profesionales, les tengo mucho cariño y se merecen todo lo que han conseguido", aseguró el técnico transalpino, que prefirió valorar la nueva hazaña de sus jugadores. "No es el momento. Acabamos de ganar una medalla de plata y de perder una final. Primero hay que descansar y luego considerar diferentes aspectos como el familiar y el profesional. Soy muy feliz por los éxitos que hemos conseguido en estos cuatro años", aseguró.
El seleccionador nacional mantiene que este equipo sigue haciendo historia. Algo muy importante en momentos tan delicados socialmente como el que vive España. "Ha sido otro momento histórico, el baloncesto español se lo merece. Es una inyección para todos. Es un momento económico complicado, pero haciendo las cosas en equipo las cosas se hacen mejor", asegura.
Scariolo sabe que la plata es un gran logro, pero también es consciente de que con lo cerca que estuvo el oro, esta presea sabe un poco más amarga. "Hay que digerirla bien, porque además la hemos conseguido haciendo frente a todas las dificultades. Hemos mirado a los ojos a nuestro rival y eso tiene mucho mérito. Objetivamente ellos son más fuertes, pero nosotros tenemos una gran fuerza colectiva. Honra al mérito de quien ha ganado y nosotros satisfechos de nuestro rendimiento".
Sin embargo, la satisfacción no era completa. Al menos para Scariolo. "Me siento muy orgulloso de cómo se han comportado los jugadores en la final, con decisión, superando todos los problemas, con disciplina, con talento. Esta vez ha sido más su carácter el que les ha permitido llegar hasta aquí, pero no podemos sentirnos totalmente satisfechos porque vinimos a ganar. Nos sentimos un poco tristes", concluyó.
"Tengo que darle las gracias a los jugadores. Admiro a estos profesionales, les tengo mucho cariño y se merecen todo lo que han conseguido", aseguró el técnico transalpino, que prefirió valorar la nueva hazaña de sus jugadores. "No es el momento. Acabamos de ganar una medalla de plata y de perder una final. Primero hay que descansar y luego considerar diferentes aspectos como el familiar y el profesional. Soy muy feliz por los éxitos que hemos conseguido en estos cuatro años", aseguró.
El seleccionador nacional mantiene que este equipo sigue haciendo historia. Algo muy importante en momentos tan delicados socialmente como el que vive España. "Ha sido otro momento histórico, el baloncesto español se lo merece. Es una inyección para todos. Es un momento económico complicado, pero haciendo las cosas en equipo las cosas se hacen mejor", asegura.
Scariolo sabe que la plata es un gran logro, pero también es consciente de que con lo cerca que estuvo el oro, esta presea sabe un poco más amarga. "Hay que digerirla bien, porque además la hemos conseguido haciendo frente a todas las dificultades. Hemos mirado a los ojos a nuestro rival y eso tiene mucho mérito. Objetivamente ellos son más fuertes, pero nosotros tenemos una gran fuerza colectiva. Honra al mérito de quien ha ganado y nosotros satisfechos de nuestro rendimiento".
Sin embargo, la satisfacción no era completa. Al menos para Scariolo. "Me siento muy orgulloso de cómo se han comportado los jugadores en la final, con decisión, superando todos los problemas, con disciplina, con talento. Esta vez ha sido más su carácter el que les ha permitido llegar hasta aquí, pero no podemos sentirnos totalmente satisfechos porque vinimos a ganar. Nos sentimos un poco tristes", concluyó.
TÍTULO: DIVAN DE OLGA VIZA ALEXANDRINA BARBOSA.
Balonmano | Europeo 2012 (F)
Alexandrina Barbosa ya es otra 'guerrera'
La nacionalizada irá al Europeo
Jorge Dueñas, técnico de la Selección femenina, facilitó ayer la
lista para el Europeo de 2012, que se disputará entre el 4 y el 16 de
diciembre en Serbia. Las 16 jugadoras se concentrarán en Pinto el 19 de
noviembre y disputarán una serie de cuatro amistosos antes de partir
hacia la cita continental.
La gran novedad de la convocatoria ha sido la inclusión, por primera vez, de Alexandrina Sandy Barbosa. La nueva guerrera, de origen portugués, comparte equipo con la portera Silvia Navarro en el Valcea rumano. De 26 años, la considerada Messi del balonmano permaneció cinco temporadas en España: tres en el Sagunto (2005-2008), y otras dos en el Itxako (2010-2012).
El pasado 22 de junio obtuvo la nacionalidad española mediante carta de naturaleza, aprobada en el Consejo de Ministros. El 28 de agosto juró la constitución en Bucarest, sin renunciar a su pasaporte luso. Después de tres años sin haber defendido la camiseta de Portugal, Dueñas dispone ahora para su equipo de la mejor jugadora del planeta.
TÍTULO: LA HORMA DE MI ZAPATO MOLINA PORTERO AT MADRID.
La gran novedad de la convocatoria ha sido la inclusión, por primera vez, de Alexandrina Sandy Barbosa. La nueva guerrera, de origen portugués, comparte equipo con la portera Silvia Navarro en el Valcea rumano. De 26 años, la considerada Messi del balonmano permaneció cinco temporadas en España: tres en el Sagunto (2005-2008), y otras dos en el Itxako (2010-2012).
El pasado 22 de junio obtuvo la nacionalidad española mediante carta de naturaleza, aprobada en el Consejo de Ministros. El 28 de agosto juró la constitución en Bucarest, sin renunciar a su pasaporte luso. Después de tres años sin haber defendido la camiseta de Portugal, Dueñas dispone ahora para su equipo de la mejor jugadora del planeta.
TÍTULO: LA HORMA DE MI ZAPATO MOLINA PORTERO AT MADRID.
En José Francisco Molina-foto.
empezaba y acababa todo. Era el alfa y la omega. El principio y el fin
del Atlético de Madrid del doblete. Caminero, Kiko, Simeone son más
recordados, pero sin Molina, el Atleti campeón de Liga y Copa no hubiera
podido construirse.
Llegó procedente del Albacete, en compañía de Santi, a un Atlético que terminó la temporada anterior coqueteando con el descenso. Antic, Pantic y unos estupendos jugadores que ya estaban en la plantilla hicieron el resto para que por fin los aficionados atléticos pudiéramos disfrutar de la conquista de una liga 19 años después.
Rebelde con causa, desafió las leyes del portero de fútbol. Abandonó los alrededores de los tres palos del arco y descubrió que más allá de las líneas que delimitan el área no había un abismo y se atrevió a conquistar lejanas tierras que nunca antes un portero se había atrevido a explorar.
Molina fue el mejor amigo de Geli, Santi, Solozábal y Toni. Vivieron durante años en el riesgo de una defensa adelantada controlada por un portero que usaba sus cuatro extremidades para jugar. El Atlético jugaba con 12. El puesto de portero regateador se había formalizado en Primera División.
Vivió al límite con naturalidad. Conocía su puesto como el mejor. Conquistó para él y para su equipo el trofeo Zamora como mejor portero de la temporada: 32 goles encajados en 42 partidos de liga.
La fama de gran portero traspasó las fronteras del Calderón y Javier Clemente lo llamó para jugar con la selección. Debutó como interior izquierdo con la selección española en Noruega un mes antes de que el Atlético ganara la Liga, confirmando que la transgresión de las normas futbolísticas estaban grabadas en sus genes desde el momento de su concepción.
La selección nórdica volvería a cruzarse en su camino en la Eurocopa de 2000. Camacho se había hecho con la dirección de la española y alineó de portero titular a Molina en el partido inaugural de España. Su espíritu de explorador inquieto lo traicionó esta vez y una salida valiente, pero arriesgada, propició el gol de Noruega y la derrota de los españoles. Camacho lo sentenció injustamente. Molina no volvería a jugar con la selección.
José Molina vivió la gloria del doblete y el infierno del descenso. El debú en la selección jugando de extremo. El orgullo de la titularidad con España y el amargor del banquillo al partido siguiente. Una carrera intrépida para un portero, pero es que Molina no fue un portero a secas. Fue un portero libre.
Llegó procedente del Albacete, en compañía de Santi, a un Atlético que terminó la temporada anterior coqueteando con el descenso. Antic, Pantic y unos estupendos jugadores que ya estaban en la plantilla hicieron el resto para que por fin los aficionados atléticos pudiéramos disfrutar de la conquista de una liga 19 años después.
Rebelde con causa, desafió las leyes del portero de fútbol. Abandonó los alrededores de los tres palos del arco y descubrió que más allá de las líneas que delimitan el área no había un abismo y se atrevió a conquistar lejanas tierras que nunca antes un portero se había atrevido a explorar.
Molina fue el mejor amigo de Geli, Santi, Solozábal y Toni. Vivieron durante años en el riesgo de una defensa adelantada controlada por un portero que usaba sus cuatro extremidades para jugar. El Atlético jugaba con 12. El puesto de portero regateador se había formalizado en Primera División.
Vivió al límite con naturalidad. Conocía su puesto como el mejor. Conquistó para él y para su equipo el trofeo Zamora como mejor portero de la temporada: 32 goles encajados en 42 partidos de liga.
La fama de gran portero traspasó las fronteras del Calderón y Javier Clemente lo llamó para jugar con la selección. Debutó como interior izquierdo con la selección española en Noruega un mes antes de que el Atlético ganara la Liga, confirmando que la transgresión de las normas futbolísticas estaban grabadas en sus genes desde el momento de su concepción.
La selección nórdica volvería a cruzarse en su camino en la Eurocopa de 2000. Camacho se había hecho con la dirección de la española y alineó de portero titular a Molina en el partido inaugural de España. Su espíritu de explorador inquieto lo traicionó esta vez y una salida valiente, pero arriesgada, propició el gol de Noruega y la derrota de los españoles. Camacho lo sentenció injustamente. Molina no volvería a jugar con la selección.
José Molina vivió la gloria del doblete y el infierno del descenso. El debú en la selección jugando de extremo. El orgullo de la titularidad con España y el amargor del banquillo al partido siguiente. Una carrera intrépida para un portero, pero es que Molina no fue un portero a secas. Fue un portero libre.
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