Gabino Diego: ´Me llaman de la Universidad a mí, que fui expulsado de cinco colegios´
"Mientras otros iban de vacaciones a Benidorm, mi padre nos llevaba en coche por toda Europa. Quizá por eso me gusta tanto viajar"
Sigue por España adelante con el espectáculo ´Una noche con Gabino´ y, después de casi diez años, no sabe cuántas funciones lleva encina. Está a gusto porque puede hacer los personajes que quiere y llevar la vida nómada que tanto le gusta. Esta entrevista con Gabino Diego (Madrid, 1966) tenía que ser en persona, pero fue por teléfono y transcurrió en el gimnasio mientras quemaba calorías
–¿De verdad quiere hacer la entrevista en el gimnasio?
–Claro, mientras hago bicicleta, ¡qué más da! Me oirás jadear un poco pero no pasa nada.
–Va al gimnasio... ¿y esa tripilla incipiente?
–Es de tomar coca-cola. ¿Se me nota la barriga?
–Muy poco, será cosa de hacer unos abdominales más.
–No es un problema de abdominales, es la coca-cola y los refrescos, que me gustan mucho. Si los dejo una semana estoy perfecto.
–¿Es presumido?
–Nooo... Lo normal, como todo el mundo.
–No querrá ir de sex symbol.
–¿Quién dijo eso?
–Por lo de cuidar la línea.
–La línea hay que cuidarla porque cuando hago una función de dos horas tengo que estar en forma. Debería hacerlo todo el mundo.
–Lleva casi diez años haciendo la misma función, ¿no se cansa?
–No, porque hace dos años hice otra, Los 37 escalones de Hitchcock, estuve de gira y tenía mucho mono de volver a este espectáculo, en el que hago todo lo que me apetece.
–Aznar es uno de los personajes que hace, ¿fue a ver la obra?
–Creo que no, se hubiera notado. A no ser que estuviera escondido.
–El príncipe Felipe, sí fue.
–Vino con Letizia.
–Lógico, lo consideran de la familia, un Borbón más.
–Sí.
–Eso le dijo el Rey, ¿no?
–Me dijo que parecía de la familia y yo lo digo en la función, mezclo El rey pasmado con el otro rey, Elvis Presley.
–¿El rey pasmado es uno de sus mejores personajes ?
–No considero que ese haya sido el más importante. Me gusta el de La hora de los valiente, de Antonio Mercero; el de Belle Epoque... Pero el personaje que más me gusta es el de Gabino de Una noche con Gabino. Es el que más me gusta y el que más me ha costado.
–¿Hacer de uno mismo es más complicado?
–Para mí es muy difícil. Tienes que crear tu propio personaje y entender cuál es. Esa es la clave, entender tu personaje, pero a veces es muy complicado conseguirlo.
–¿Nada como el teatro?
–Me gusta mucho el cine, interpretar, pero estar en un teatro lleno es algo único.
–En el cine no hay aplausos.
–Sí, te puede aplaudir el equipo de la película o el director pero en el teatro no es porque te aplaudan, es que se vive una noche única, irrepetible que luego se queda en la memoria de las personas.
–¿Tiene abandonado el cine?
–No, lo que pasa es que ahora está difícil sacar proyectos adelante, por lo menos yo lo vivo así. Siempre te dicen que hay proyectos pero luego tardan en salir.
–¿No hay dinero?
–No sé si es eso o la piratería, como yo no me dedico a la producción, no lo sé. La piratería hace mucho daño en todo el mundo y las compañías americanas de cine más potentes están reduciendo presupuesto y optan por proyectos más económicos. Es un momento raro.
–¿Le apena no haber trabajado con Berlanga?
–Nunca trabajé con él pero tengo la suerte de haber trabajado con Fernán Gómez, con Azcona, con Manuel Alexandre, con Agustín González, con López Vazquez, que trabajaron con él.
–¿Le gusta la vida nómada?
–Sí, y el teatro te permite esto, estar cada día en un sitio diferente y ver a gente distinta. Cuando me preguntan qué sería si no fuese actor, digo que agente de turismo, por viajar y por enseñarle a la gente lo que me gusta.
–¿Es muy viajero?
–Me gusta mucho viajar. Quizá me lo inculcó mi padre, cuando yo era pequeño, nos llevaba en un 1500 por toda Europa. Mientras otros se iban de vacaciones a Benidorm, mi padre cogía el coche y nos llevaba por Francia, Alemania...
–¿Sigue coleccionando discos y fotografías?
–Fotografías, sí; algunas se acaban de exponer en la muestra de Bancaja Las mujeres y los niños, primero, todas de mujeres y niños, y otra titulada La lluvia cansa la tierra, en una galería de Santander.
–¿Cuál es el criterio que sigue para su colección?
–Lo que me gusta: Cristina García Rodero o Alberto García Alix, Fontcuberta, Madoz; los fotógrafos de los años sesenta como Cualladó, Catalá-Roca, Masats o Miserachs. me encantan. Hace unos meses la Universidad Pompeu Fabra me lió para dar una charla. Es un honor, para mí [suelta una carcajada], que fui expulsado de cinco colegios, hablar en una universidad. También me llamaron para hablar de coleccionismo de fotografía en un máster de la de Valencia.
–¿Cuántas fotos tiene?
–Unas 300.
–Un capital.
–Sí, no tengo casa pero tengo la colección.
–¿Y de discos?
–Tengo unos 4.000, pero ya compro menos, invierto más en la fotografía. Me gusta el jazz, el blues, la música country, la salsa... Toda la música buena.
–¿La salsa?, ¿y baila?
–Sí, sí, soy hijo de cubanos, aunque no tiene que ver con la salsa.
–¿Se mueve como ellos?
–No, pero no lo hago demasiado mal.
–Sus recuerdos del colegio no deben ser agradables: siempre suspendía y lo echaron del coro.
–No se me daba bien lo de estudiar, quizá por ser disléxico o por un problema de falta de atención, pero no lo hacía aposta, era porque me costaba mucho concentrarme. Y, como suspendía todo, me dijeron que dejase el coro. A lo mejor es que no lo hacía bien.
–Un crítico dijo que le falta mala leche, ¿está de acuerdo?
–¡Ah, el bueno de Gabino! Decía que dejaba todos los títeres con cabeza, pero me encontré con Antonia San Juan y me dijo que dejaba todos los títeres sin cabeza.
TÍTULO: DE CHICAS DE LA RITMICA A BURBUJAS FREIXENET,.
Sara Bayón, una de las entrenadoras del equipo nacional, explica que la idea surgió "de una conversación entre las chicas", y ellas se pusieron en marcha para concursar, "con el permiso de la Federación", porque un único vencedor final tendrá un premio de 20.000 euros en concepto de beca 'Realizador novel/proyecto cinematográfico'. Luna elegirá varios vídeos para el spot final y estos ganarán 3.000 euros cada uno.
Para entrar en el concurso tuvieron que correr, registrar con un vídeo casero una coreografía que suelen llevar para las exhibiciones, y tras media mañana de grabación mandarle el material a una aficionada y entrenadora de Barcelona, Vanesa Martínez, que suele regalar al conjunto vídeos de sus actuaciones. Vanesa se ocupó del montaje definitivo, para que en tiempo récord llegase a Freixenet antes de que se cerrara el plazo de admisión. "Vamos, que llegaron por los pelos", apunta Sara.
Las protagonistas son las seis gimnastas del conjunto, que además utilizaron un vestuario atípico para la competición, pero que sí lucen en las exhibiciones, de color crudo.
Alejandra Quereda, Elena López, Lourdes Mohedano, Lidia Redondo, Sandra Aguilar y Loreto Achaerandio son las protagonistas. Cuatro de ellas son universitarias (Loreto y Alejandra estudian Medicina, y Sandra y Lidia están en INEF), y las otras dos siguen sus estudios en el colegio.
Este grupo, por lo menos, estará en los próximos Mundiales de Ucrania (Kiev, en agosto), en los que aspira por fin a colgarse una medalla importante, aunque el código ha cambiado los ejercicios para los dos próximos años. Ahora pasarán a realizar un ejercicio de 10 mazas (dos por gimnasta) en lugar de las cinco pelotas como en Londres; y el mixto combina dos cintas y tres pelotas, frente a las tres cintas y dos aros que se pedían en los Juegos Olímpicos de Londres.
"La verdad es que es un grupo trabajador, aunque no sabemos si llegará a los Juegos de Río 2016, por la edad", opina Sara, ayudante de la seleccionadora nacional, la bielorrusa Anna Baranova. Eso sí, además de las titulares y protagonistas de uno de los vídeos finalistas, el equipo nacional controla un total de quince gimnastas "por si hay alguna contingencia, porque siempre hay que tener preparado el relevo por si se hace imprescindible", dice Sara Bayón.
¿Y si ganan el concurso mañana? Curioso, lo celebrarán el sábado en una exhibición en Pinto (Madrid), donde se inaugura un pabellón municipal.
–Claro, mientras hago bicicleta, ¡qué más da! Me oirás jadear un poco pero no pasa nada.
–Va al gimnasio... ¿y esa tripilla incipiente?
–Es de tomar coca-cola. ¿Se me nota la barriga?
–Muy poco, será cosa de hacer unos abdominales más.
–No es un problema de abdominales, es la coca-cola y los refrescos, que me gustan mucho. Si los dejo una semana estoy perfecto.
–¿Es presumido?
–Nooo... Lo normal, como todo el mundo.
–No querrá ir de sex symbol.
–¿Quién dijo eso?
–Por lo de cuidar la línea.
–La línea hay que cuidarla porque cuando hago una función de dos horas tengo que estar en forma. Debería hacerlo todo el mundo.
–Lleva casi diez años haciendo la misma función, ¿no se cansa?
–No, porque hace dos años hice otra, Los 37 escalones de Hitchcock, estuve de gira y tenía mucho mono de volver a este espectáculo, en el que hago todo lo que me apetece.
–Aznar es uno de los personajes que hace, ¿fue a ver la obra?
–Creo que no, se hubiera notado. A no ser que estuviera escondido.
–El príncipe Felipe, sí fue.
–Vino con Letizia.
–Lógico, lo consideran de la familia, un Borbón más.
–Sí.
–Eso le dijo el Rey, ¿no?
–Me dijo que parecía de la familia y yo lo digo en la función, mezclo El rey pasmado con el otro rey, Elvis Presley.
–¿El rey pasmado es uno de sus mejores personajes ?
–No considero que ese haya sido el más importante. Me gusta el de La hora de los valiente, de Antonio Mercero; el de Belle Epoque... Pero el personaje que más me gusta es el de Gabino de Una noche con Gabino. Es el que más me gusta y el que más me ha costado.
–¿Hacer de uno mismo es más complicado?
–Para mí es muy difícil. Tienes que crear tu propio personaje y entender cuál es. Esa es la clave, entender tu personaje, pero a veces es muy complicado conseguirlo.
–¿Nada como el teatro?
–Me gusta mucho el cine, interpretar, pero estar en un teatro lleno es algo único.
–En el cine no hay aplausos.
–Sí, te puede aplaudir el equipo de la película o el director pero en el teatro no es porque te aplaudan, es que se vive una noche única, irrepetible que luego se queda en la memoria de las personas.
–¿Tiene abandonado el cine?
–No, lo que pasa es que ahora está difícil sacar proyectos adelante, por lo menos yo lo vivo así. Siempre te dicen que hay proyectos pero luego tardan en salir.
–¿No hay dinero?
–No sé si es eso o la piratería, como yo no me dedico a la producción, no lo sé. La piratería hace mucho daño en todo el mundo y las compañías americanas de cine más potentes están reduciendo presupuesto y optan por proyectos más económicos. Es un momento raro.
–¿Le apena no haber trabajado con Berlanga?
–Nunca trabajé con él pero tengo la suerte de haber trabajado con Fernán Gómez, con Azcona, con Manuel Alexandre, con Agustín González, con López Vazquez, que trabajaron con él.
–¿Le gusta la vida nómada?
–Sí, y el teatro te permite esto, estar cada día en un sitio diferente y ver a gente distinta. Cuando me preguntan qué sería si no fuese actor, digo que agente de turismo, por viajar y por enseñarle a la gente lo que me gusta.
–¿Es muy viajero?
–Me gusta mucho viajar. Quizá me lo inculcó mi padre, cuando yo era pequeño, nos llevaba en un 1500 por toda Europa. Mientras otros se iban de vacaciones a Benidorm, mi padre cogía el coche y nos llevaba por Francia, Alemania...
–¿Sigue coleccionando discos y fotografías?
–Fotografías, sí; algunas se acaban de exponer en la muestra de Bancaja Las mujeres y los niños, primero, todas de mujeres y niños, y otra titulada La lluvia cansa la tierra, en una galería de Santander.
–¿Cuál es el criterio que sigue para su colección?
–Lo que me gusta: Cristina García Rodero o Alberto García Alix, Fontcuberta, Madoz; los fotógrafos de los años sesenta como Cualladó, Catalá-Roca, Masats o Miserachs. me encantan. Hace unos meses la Universidad Pompeu Fabra me lió para dar una charla. Es un honor, para mí [suelta una carcajada], que fui expulsado de cinco colegios, hablar en una universidad. También me llamaron para hablar de coleccionismo de fotografía en un máster de la de Valencia.
–¿Cuántas fotos tiene?
–Unas 300.
–Un capital.
–Sí, no tengo casa pero tengo la colección.
–¿Y de discos?
–Tengo unos 4.000, pero ya compro menos, invierto más en la fotografía. Me gusta el jazz, el blues, la música country, la salsa... Toda la música buena.
–¿La salsa?, ¿y baila?
–Sí, sí, soy hijo de cubanos, aunque no tiene que ver con la salsa.
–¿Se mueve como ellos?
–No, pero no lo hago demasiado mal.
–Sus recuerdos del colegio no deben ser agradables: siempre suspendía y lo echaron del coro.
–No se me daba bien lo de estudiar, quizá por ser disléxico o por un problema de falta de atención, pero no lo hacía aposta, era porque me costaba mucho concentrarme. Y, como suspendía todo, me dijeron que dejase el coro. A lo mejor es que no lo hacía bien.
–Un crítico dijo que le falta mala leche, ¿está de acuerdo?
–¡Ah, el bueno de Gabino! Decía que dejaba todos los títeres con cabeza, pero me encontré con Antonia San Juan y me dijo que dejaba todos los títeres sin cabeza.
TÍTULO: DE CHICAS DE LA RITMICA A BURBUJAS FREIXENET,.
Gimnasia rítmica,.
De chicas de la rítmica a burbujas Freixenet,.
La Selección sabrá mañana si protagoniza el anuncio de Navidad.
El equipo olímpico de gimnasia rítmica es finalista en el concurso de Freixenet. Las chicas de rítmica obtuvieron un 2.37% del total de votos, con 5.222.
El director de cine Bigas Luna decidirá mañana quién protagoniza el famoso anuncio de los cavas Freixenet a lo largo de la Navidad. Este año, la firma ideó un sistema de participación popular, y ahora él debe elegir entre los finalistas, entre los que se encuentra el conjunto español de gimnasia rítmica que participó en los Juegos Olímpicos de Londres, donde rozó la medalla de bronce.Sara Bayón, una de las entrenadoras del equipo nacional, explica que la idea surgió "de una conversación entre las chicas", y ellas se pusieron en marcha para concursar, "con el permiso de la Federación", porque un único vencedor final tendrá un premio de 20.000 euros en concepto de beca 'Realizador novel/proyecto cinematográfico'. Luna elegirá varios vídeos para el spot final y estos ganarán 3.000 euros cada uno.
Para entrar en el concurso tuvieron que correr, registrar con un vídeo casero una coreografía que suelen llevar para las exhibiciones, y tras media mañana de grabación mandarle el material a una aficionada y entrenadora de Barcelona, Vanesa Martínez, que suele regalar al conjunto vídeos de sus actuaciones. Vanesa se ocupó del montaje definitivo, para que en tiempo récord llegase a Freixenet antes de que se cerrara el plazo de admisión. "Vamos, que llegaron por los pelos", apunta Sara.
Las protagonistas son las seis gimnastas del conjunto, que además utilizaron un vestuario atípico para la competición, pero que sí lucen en las exhibiciones, de color crudo.
Alejandra Quereda, Elena López, Lourdes Mohedano, Lidia Redondo, Sandra Aguilar y Loreto Achaerandio son las protagonistas. Cuatro de ellas son universitarias (Loreto y Alejandra estudian Medicina, y Sandra y Lidia están en INEF), y las otras dos siguen sus estudios en el colegio.
Este grupo, por lo menos, estará en los próximos Mundiales de Ucrania (Kiev, en agosto), en los que aspira por fin a colgarse una medalla importante, aunque el código ha cambiado los ejercicios para los dos próximos años. Ahora pasarán a realizar un ejercicio de 10 mazas (dos por gimnasta) en lugar de las cinco pelotas como en Londres; y el mixto combina dos cintas y tres pelotas, frente a las tres cintas y dos aros que se pedían en los Juegos Olímpicos de Londres.
"La verdad es que es un grupo trabajador, aunque no sabemos si llegará a los Juegos de Río 2016, por la edad", opina Sara, ayudante de la seleccionadora nacional, la bielorrusa Anna Baranova. Eso sí, además de las titulares y protagonistas de uno de los vídeos finalistas, el equipo nacional controla un total de quince gimnastas "por si hay alguna contingencia, porque siempre hay que tener preparado el relevo por si se hace imprescindible", dice Sara Bayón.
¿Y si ganan el concurso mañana? Curioso, lo celebrarán el sábado en una exhibición en Pinto (Madrid), donde se inaugura un pabellón municipal.
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