Antonio González de Bulnes Pablos lleva una vida dedicada al mundo del campo. Cuando era joven, su padre cayó enfermo con un enfisema ...
Foto de los pepinos del campo, etc.
Antonio González de Bulnes Pablos lleva una vida dedicada
al mundo del campo. Cuando era joven, su padre cayó enfermo con un
enfisema pulmonar. Este hecho le hizo replantearse su futuro y dejar los
estudios para dedicarse a la explotación ganadera familiar, hasta
ahora. Recuerda que, al morir su abuelo, en 1914, hicieron, en aquella
época, inventario de los bienes. En dicho inventario ya aparecían las
vacas negras serranas. Esta explotación perdura en la actualidad. Este
ganadero reconoce que se lleva trabajando en esa explotación de aquella
época, primero su abuelo, después su padre hasta que continuó el.
González de Bulnes es natural de Trujillo y afincado en la población
cacereña de Villamesías. Cuenta con ganado de la raza avileña, además de
charolés puro, para sacar una mayor rentabilidad a la finca. En esta
última semana, ha recibido el premio Agroganadera, en la feria
trujillana. Con este galardón se ha reconocido su trayectoria como
ganadero.
-¿Qué supone este premio?
-Creo que ha sido más que un galardón. Los organizadores
han reconocido mi labor durante muchos años. Tengo que decir que he
procurado siempre estar en todas las ediciones de la feria de Trujillo.
Además, he intentado reservar los mejores ejemplares para esta muestra,
aunque fuera a otros certámenes. Mi cariño desde siempre a esta muestra
lo he demostrado de esta manera.
-¿Ha estado en la feria trujillana de un modo ininterrumpido?
-Si mis cuentas no me fallan, llevo treinta y un años
asistiendo a la feria. Tan solo he faltado en algunas ediciones por
causas ajenas. Un año se suspendieron todas las ferias nacionales por la
fiebre aftosa. Con la legua azul, no pude estar porque la
Administración exigían unas cosas que con la raza autóctona de avileño
no pude cumplir. En este caso creo que fue una decisión mala de la
Administración. En mi opinión, creo que no conocían lo que era el
ganado. Además, hace siete u ocho años, tuve un problema de saneamiento
en una de las ganaderías de la finca. Este hecho hizo que estuviera tres
años sin asistir.
Calidad
-Ahora, ¿cómo está la ganadería?
-Yo creo que está muy bien. Cuando uno va a Ávila, que es
la cuna de la raza Avileña Ibérica y consigue distintos premios durante
varios años, eso quiere decir que se tiene un ganado de calidad. Es
cierto que me está costando subir, pero seguimos trabajando. Esto es
como un deportista, hay que luchar duro para estar en la élite.
-¿Cómo ve ahora del campo?
-Con mi edad, yo ya he vivido todo tipo de crisis. Hemos
pasado épocas buenas y malas. Sin embargo, como esta en esos años es
complicado conocerla. Se ha provocado tal desastre que tiene difícil
solución. El consumo no puede subir porque no se gana lo suficiente para
comprar ciertas cosas. El problema es que todos los condicionantes que
intervienen en el consumo se han salido de precio, como puede ser el
carburante y los piensos. Por tanto, no podemos ofrecer productos más
asequibles al consumidor.
-¿Qué ha significado la Feria Agroganadera para la comarca?
-Creo que la feria ha sido necesaria para la comarca de
Trujillo. Al cabo del tiempo, ha evolucionado mucho. Por aquí, pasaban
dos y tres mil personas para ver los animales. Eso ya no pasa. Nos
tenemos que dar cuenta de que esta muestra genera dinero para Trujillo y
para la comarca. Supone turismo. Eso sí, yo creo que no hay que
cambiarla de fecha. La feria funciona. Prueba de ello es que este año
se han vendido todos los sementales de la raza avileña. Además, ha
habido una ayuda, aunque no es mucho, es un aliciente. También hay que
tener en cuenta que la zona de Trujillo ha sido un referente en el
pasto. No había igual en otros lugares en España. Esto provocaba que
saliensen unos animales de gran calidad.
TÍTULO: CUADROS PARA NO OLVIDAR.
El 9 de octubre del año 2000 la banda terrorista ETA
asesinó en Granada a Luis Portero, fiscal jefe del Tribunal Superior de
Justicia de ...
Una exposición en Mérida rinde un particular y personal homenaje a los fallecidos por el terrorismo etarra,.
El 9 de octubre del año 2000 la banda terrorista ETA
asesinó en Granada a Luis Portero, fiscal jefe del Tribunal Superior de
Justicia de Andalucía. En febrero de 1997 la ciudad ya había sufrido un
atentado mortal en el que perdió la vida Domingo Puente, peluquero civil
de la base militar de Armilla. Ambos sucesos marcaron al artista
granadino Daniel Hervás, tanto que han permanecido en su memoria hasta
llegar a una exposición que se puede contemplar por primera vez en
Mérida.
La sala de exposiciones de la Escuela de Arte y Superior
de Diseño acoge la muestra Random Memory, en la que Hervás realiza un
particular homenaje a las víctimas del terrorismo y una reflexión sobre
la memoria desde un punto de vista artístico.
Como explica, en la sociedad actual la información llega
en cantidades ingentes. Prima la noticia en tiempo real y la inmediatez,
lo que lleva a «retener de manera selectiva y por poco tiempo algunos
acontecimientos que afectan a nuestra sensibilidad».
Antes de la crisis el terrorismo etarra se presentaba en
todas las encuestas como la principal preocupación de los españoles. Sin
embargo, hoy prima la situación económica. «El periodo del fin de ETA y
su relegación a un segundo plano por la actualidad de la economía son
el contexto donde surge este proyecto», apunta.
Estas reflexiones se trasladan a unas obras en las que
Hervás plasma los lugares en los que se produjeron significativos
atentados de ETA, todos con víctimas mortales. Realizó ocho paneles de
gran formato, uno de los cuales (el que recuerda al peluquero Domingo
Puente) obtuvo el Premio del Certamen Andaluz de Artes Plásticas y por
tanto fue adquirido por la Junta de Andalucía. Los siete restantes se
pueden contemplar en la exposición de Mérida, así como otras 16 obras de
pequeño formato con detalles extraídos de las composiciones
principales.
Además de los dos sucesos mortales de Granada y del que
tuvo lugar en Santoña en 2008, que le vino a la memoria cuando hacía el
Camino de Santiago, Hervás recuerda en este trabajo los atentados del
aeropuerto de Madrid en 2006, del Hipercor de Barcelona en 1987 y el que
supuso la ruptura de la tregua en enero del año 2000. Asimismo, plasma
la primera acción con víctima de ETA y la última en España, en San
Sebastián en 1960 y en Palma de Mallorca en 2009, respectivamente.
Imágenes amables
Los cuadros han sido realizados a partir de fotografías
aéreas. El trabajo pictórico se ha realizado por ordenador y se ha
impreso en papel de gran calidad. A cada obra le acompaña una leyenda
con las coordenadas del lugar del suceso (obtenidas de forma aproximada a
partir de los datos disponibles), la ciudad, la fecha, el número de
atentado y el número de víctimas.
Su trabajo ofrece imágenes planas y atractivas, todas con
formas simples y una misma paleta de color; pero cuando se conoce el
fondo de cada cuadro regresan a la memoria las víctimas de ETA.
Hervás reconoce que el terrorismo es un tema incómodo
para el sector del arte. De hecho, señala que cuando inició el proyecto,
en 2009, acababa de morir la que sería hasta la fecha la última víctima
mortal de ETA en suelo español, lo que le hizo dudar sobre su cometido.
Pero sus obras no caen en el morbo ni en el sensacionalismo. Ofrecen
una reflexión sobre el mundo del arte, una crítica a su aspecto
decorativo, y un homenaje a los caídos en los atentados etarras.
«Pretendo hacer preguntas».
TÍTULO: PATRICIA SPAK.-fotos,.
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