Mariví Bilbao, Amparo Baró y Rosa María Sardá, las actrices más veteranas y populares.
Las damas son guerreras.
Tres veteranos actores, como son Mariví Bilbao, Amparo Baró y Enrique Villén (foto, sentados en el sofá), ponen una nota de sano humor, etc.
TÍTULO: -1- Mariví Bilbao:
María Victoria Bilbao-Goyoaga Álvarez, más conocida como
Mariví Bilbao (n.
Bilbao,
Vizcaya,
País Vasco;
22 de enero de
1930), es una
actriz española, especialmente célebre por sus papeles de
Marisa Benito en
Aquí no hay quien viva e
Izaskun Sagastume en
La que se avecina.
Nació en
Bilbao en
1930. Se inició muy pronto como actriz de teatro participando en montajes con el grupo de
Cultura Hispánica de Bilbao y con el grupo
Akelarre, del cual fue fundadora. Según la propia actriz, en sus comienzos nunca actuó con su nombre: "
Bilbao era un pueblo. Como para aparecer en la ficha de un estreno en el periódico; mi padre me mata". Por ello actuó bajo el nombre de
Ángela Valverde.
[1]
Debutó en el cine con papeles protagonistas en los cortometrajes
La interrogación de F. Bardají y
Playa insólita (1962), de
Javier Aguirre,
Irrintzi (1978), de
Mirentxu Loyarte y
Agur Txomin (1979), de
Juanma Ortuoste y
Javier Rebollo.
En 1981, con un personaje de relieve en
Siete Calles, de Juanma Ortuoste y Javier Rebollo, -cineastas a los que la actriz ha estado vinculada a lo largo de su trayectoria, al igual que en su última etapa lo ha estado a
Daniel Calparsoro- interpretaba su primer papel en un largometraje y a partir de ese momento se convirtió en una de las más solventes y eficaces actrices secundarias del cine de
Euskadi, lugar en el que se ha centrado prácticamente toda su carrera cinematográfica.
Como reconocimiento a su trayectoria profesional, la
Asociación de Actores Vascos le concedió el premio
El Abrazo (1996) y el periódico
El Mundo el premio
Séller, V Edición (1997).
Pero la popularidad se la debe a su papel en la serie de éxito
Aquí no hay quien viva de
Antena 3, donde trabajó durante más de tres años a las órdenes de Alberto Caballero. En 2007 estrenó una nueva serie con el mismo equipo técnico y artístico, aunque con distintos personajes y emitida por
Telecinco,
La que se avecina.
Hasta esta fecha y a lo largo de muchísimos años ha colaborado de manera continúa en diversos programas y series con la
Televisión Autonómica Vasca, como
ETB.
En 2006 fue elegida por votación popular como pregonera de las fiestas de la
Semana Grande de Bilbao.
En marzo de 2007 acudió a la
79ª entrega de los premios Óscar, al estar nominado el corto
Éramos pocos, de
Borja Cobeaga, que protagonizó junto a
Ramón Barea. Ésta era su segunda colaboración en un cortometraje del cineasta donostiarra, ya que hace dos años antes había rodado bajo sus órdenes el corto
La primera vez, ganando el premio a la mejor actriz de los Festivales de
Orense y
Málaga. También acudió a la
Mostra de Venecia con
Alumbramiento, de Eduardo Chapero-Jackson, ganando el
León de Oro al mejor corto europeo, en la Sección Oficial Corto Cortísimo.
El 14 de junio de 2008 recibió el premio Ciudad de Huesca en el
Festival Internacional de Cine de Huesca, en reconocimiento a su trayectoria profesional como actriz.
Es también una habitual colaboradora de la campaña
Mójate por la esclerosis múltiple que se celebra anualmente en apoyo a los afectados por la
esclerosis múltiple en el
País Vasco y en la que trabajan otros rostros famosos como
Iñaki Gabilondo,
Unax Ugalde,
Igor Yebra y Borja Cobeaga.
Ha estado casada dos veces, una de ellas con el artista y crítico de arte
Javier Urquijo (1939-2003),
[2] y tiene una hija, que es decoradora,etc.
TÍTULO: AMPARO BARÓ :
Amparo Baró San Martín (
Barcelona,
21 de septiembre de
1937) es una
actriz española que ha desarrollado su carrera profesional en el
teatro, el
cine y la
televisión.
De padre
aragonés y madre
valenciana, Amparo Baró nació en
Barcelona, en
1937. Completados los estudios de bachillerato, comienza la carrera de
Filosofía y Letras, la cual abandona tras ver actuar a la actriz
Asunción Sancho en
Seis personajes en busca de autor, queda embrujada por el hechizo del teatro.
Impulsivamente, irrumpe en el universo escénico, ingresando en la compañías de teatro aficionado, animada por amigos. Debuta ante el público en la obra
El burlador de Sevilla y convidado de piedra (1957). En la temporada
1956-
1957 es contratada por la compañía del
Teatro Windsor de Barcelona, que encabezaban artísticamente el matrimonio formado por
Adolfo Marsillach y
Amparo Soler Leal, y de cuya gerencia se encarga el productor Alfredo Matas (quien reemplazaría, por cierto, al primer actor en el corazón de la primera actriz).
No pasa mucho tiempo antes de que surja una oportunidad de acceder a un papel de importancia. La primera actriz, Amparo Soler Leal, sufre un ataque de
apendicitis y Baró la sustituyo. Se trataba de la obra
Harvey, de Mary Chase, ganadora del
Premio Pulitzer. Compartiendo el escenario con Marsillach, Amparo Baró deslumbró con su talento desde el mismo inicio de su carrera. Otro gran valedor de la actriz entra en juego en esta su etapa primera:
Jaime de Armiñán.
Todavía en 1957, la compañía del Teatro Windsor estrena una obra suya,
Café del Liceo, a partir del cual evento, la andadura profesional de Baró se hallará ligada repetidamente tanto al autor de la comedia como a su director escénico. El verano siguiente, la compañía se incorpora a algunos Festivales de
España. Baró fragua el armazón de su oficio con compañeros de la talla de
José Luis López Vázquez,
Luis Morris,
Venancio Muro, entre otros. Representa en aquel entonces
Mi adorado Juan, de
Miguel Mihura,
Bobosse, de André Roussin, y
El pan de todos, de
Alfonso Sastre. Con la misma compañía se trasladará a
Madrid, donde desarrollará en lo sucesivo la mayor parte de su carrera profesional.
En la capital obtendrá en
1959 un éxito personal, dirigida por
Cayetano Luca de Tena, en la obra de
Lillian Hellman,
Calumnia, al lado de
Mayrata O'Wisiedo. También, siendo todavía una veinteañera, realizará una gira por
Sudamérica.
Para entonces (en 1957, concretamente) ha debutado ya, asimismo, en el cine, (medio que la ha desaprovechado insistentemente), en el film de
Antonio Isasi-Isasmendi,
Rapsodia de sangre, rodado en una
Barcelona que simulaba (con bastante acierto) ser
Budapest. El mismo director la convocará nuevamente para su arriesgado film,
Tierra de todos (1961).
En los
años 1960, su físico menudo y su peculiar tono de voz la sitúan en un estereotipo de personaje, que interpreta con cierta asiduidad en películas comerciales como
Margarita se llama mi amor (1961) de
Tito Fernández,
La chica del trébol (1963) de Sergio Grieco,
Tengo 17 años (1963) de
José María Forqué, estas dos últimas con
Rocío Dúrcal, o
Carola de día, Carola de noche (1969) de
Jaime de Armiñán, con
Pepa Flores.
Si escasa fue su presencia cinematográfica durante los años 1960, en las siguientes décadas espaciaría aún más sus apariciones, de manera que el total de películas en las que aparece y que fueron rodadas después de 1970 no supera la veintena. Entre ellas destacan
El bosque animado (1987) de
José Luis Cuerda,
Soldadito español (1988) de
Antonio Giménez-Rico,
Las cosas del querer (1989) de
Jaime Chávarri,
Boca a boca (1995) de
Manuel Gómez Pereira y
Siete mesas de billar francés (2007) de
Gracia Querejeta, por la que ganó el
Premio Goya a la mejor interpretación femenina de reparto. También ha participado en cortometrajes, como
A falta de pan (2005), junto a
Álex Angulo.
En contraste con una muy selectiva carrera cinematográfica, ha sido uno de los rostros más asiduos de la televisión en
España durante cerca de cincuenta años, y una pionera del medio en que está presente desde sus primeras emisiones en el país. Debutó en
1957, junto a
Adolfo Marsillach en
Galería de maridos, una de las primeras series rodadas en el país, bajo dirección de Jaime de Armiñán. Su presencia en los platós de
Televisión Española fue casi ininterrumpida durante las décadas de 1960 y 1970 y estuvo muy vinculada tanto a Armiñán como a Marsillach. Contaron con su presencia espacios de teatro televisado como
Estudio 1 o series de lo más variado:
Mujeres solas (1960-1961),
Chicas en la ciudad (1962),
Cuarto de estar (1963),
Confidencias (1964-1965), con
Antonio Ferrandis,
Tiempo y hora (1965-1967) y
Silencio, estrenamos (1974), de
Pilar Miró, con guiones de
Marsillach.
En la
década de 1990, participó en un par de series que no obtuvieron demasiada repercusión entre el público:
Juntas, pero no revueltas (1995-1996), adaptación española de la serie
estadounidense The Golden Girls, y donde daba vida a
Benigna, semblanza de
Sofia Petrillo (
Estelle Getty) en la versión original; y
En plena forma (1997), con
Alfredo Landa.
Su mayor éxito y reconocimiento se lo debe al papel de
Soledad Huete en la serie
7 vidas, en
Telecinco, que interpretó durante siete años (1999-2006) y que le mereció más premios que todo el resto de su carrera. Tras el fin de
7 vidas, con más de 200 capítulos a sus espaldas, regresó a la pequeña pantalla en
Antena 3 con una serie familiar bajo la producción de
Globomedia, por lo que siguió vinculada a la productora con la que había trabajado en
7 vidas. La serie, bajo el nombre
El internado, se estrenó en mayo de 2007 hasta octubre de 2010 y que en sus siete temporadas contó cada semana con más de cuatro millones de espectadores.
En diciembre de 2011, y tras 12 años alejada del teatro, protagoniza la obra
Agosto (Condado de Osage), de
Tracy Letts, y ganadora del
Premio Pulitzer en 2008. En la obra, dirigida por
Gerardo Vera, Baró encarna a Violet Weston, sobre la que gira una familia en decadencia,etc.
TÍTULO: ROSA MARÍA SARDÁ.
Rosa Maria Sardà i Tàmaro (
30 de julio de
1941,
Barcelona) es una
actriz,
humorista,
presentadora y
directora teatral española. Comenzó como actriz cómica, registro que en los últimos años ha combinado con el de intérprete dramática en
castellano y en
catalán.
Nacida en el barrio barcelonés de
Sant Andreu, Sardà pertenece a una familia de personas del espectáculo: estuvo casada con el también actor
Josep Maria Mainat, miembro del trío cómico
La Trinca, y es hermana mayor del
periodista Javier Sardà.
[2] Tiene tres hermanos más, uno de ellos, falleció por culpa del
sida en los
años 1980.
[3] Tiene un hijo actor,
Pol Mainat,
[4] con el que coincidió en
Abuela de verano.
De formación
autodidacta, empezó a hacer teatro de aficionados en el barrio de
Horta. En 1962 pasó al teatro profesional, a la compañía de
Dora Santacreu y
Carlos Lucena, con la obra
Cena de matrimonios, de
Alfonso Paso y, de esta misma compañía, pasó a la de
Alejandro Ulloa y, posteriormente, también a la de
Pau Garsaball, con la obra
En Baldiri de la Costa. Con posterioridad, dio el salto en el campo televisivo (en 1975, protagoniza
Una vella, coneguda olor, basada en la obra de
Josep Maria Benet, y 1979 presenta el programa
Festa amb Rosa Maria Sardà) y el cinematográfico (con
El vicario de Olot, de
Ventura Pons).
Destacó en el cine en los últimos años de la
década de 1980, época en la que participó en películas como
Moros y cristianos (1987), de
Luis García Berlanga,
[2] y en programas para televisión en España como
Vídeos de primera y
Ahí te quiero ver, donde además de presentar, elaboró y supervisó los guiones y dirigió e interpretó los diferentes
sketchs,
[5] e hizo su debut como directora de teatro con
Ai carai! (1989), comedia del
dramaturgo Josep Maria Benet.
[6]
En la
década de 1990 trabajó con
Fernando Colomo en
El efecto mariposa, con Ventura Pons en
Caricias y
Amigo/Amado, y con
Fernando Trueba en
La niña de tus ojos, siendo candidata al
Premio Goya, premio que ganaría dos veces por
¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?, de
Manuel Gómez Pereira, y
Sin vergüenza, de
Joaquín Oristrell.
[1]
Además, ha sido maestra de ceremonias de los Premios Goya en tres ocasiones, en
1993,
1998 y
2001 y reapareció como presentadora al final de la Gala de
2009 y
2010.
En los últimos años su carrera ha estado más ligada al teatro, donde destacan sus varios papeles, como el de la doctora Vivan Bearing en
Wit (2004), de
Margaret Edson y en
La casa de Bernarda Alba (2009), de
Federico García Lorca, interpretando el papel de Poncia junto a
Nuria Espert., etc.